Juan Salvador Narváez Latorre (1788-1827). El prócer cartagenero que defendió la independencia colombiana

El nombre de Juan Salvador Narváez Latorre brilla con fuerza en la historia de la independencia de Colombia. Nacido en Cartagena en 1788, este patriota colombiano destacó por su papel en la emancipación de la Nueva Granada, su lucha militar contra el dominio español y su posterior trayectoria diplomática y política. Su vida, marcada por la valentía, las convicciones ideológicas y un firme compromiso con la libertad, le ha convertido en una de las figuras emblemáticas del proceso independentista del norte del virreinato del Nuevo Reino de Granada.

Orígenes y contexto histórico

Juan Salvador Narváez Latorre nació en un hogar profundamente vinculado a la ingeniería militar. Su padre, Antonio de Narváez, fue un ingeniero destacado, lo que permitió al joven Narváez acceder a una educación esmerada, poco común para la época en su entorno. Su formación temprana, tanto intelectual como moral, le dotó de las herramientas necesarias para desempeñar roles de liderazgo desde una edad temprana.

Cartagena, su ciudad natal, era uno de los principales puertos y centros económicos del Virreinato de la Nueva Granada. También fue uno de los primeros focos de rebelión contra el régimen colonial español, lo que convirtió a la ciudad en un epicentro del pensamiento revolucionario. En este entorno fermental, Narváez abrazó con firmeza la causa de la independencia.

Logros y contribuciones

Desde los primeros compases de la gesta emancipadora, Juan Salvador Narváez Latorre se involucró activamente. El 12 de mayo de 1810, como miembro del Cabildo de Cartagena, solicitó la formación de una Junta de Gobierno, una medida que materializó el 22 de mayo de ese mismo año. Este hecho representó una de las primeras acciones institucionales en el camino hacia la ruptura con la monarquía española.

Posteriormente, entre 1812 y 1813, participó en la campaña contra la realista Santa Marta, una región aún leal a la Corona. Luego, acompañó a Bolívar en su campaña de Venezuela, lo que demuestra la trascendencia regional de su actuación en el marco de las guerras de independencia sudamericanas.

En 1816, durante el asedio de Cartagena por las tropas del general Pablo Morillo, Narváez ostentaba el grado de General. Su papel fue crucial en la defensa del baluarte de Santo Domingo, uno de los principales puntos fortificados de la ciudad. La rendición de la plaza, sin embargo, le obligó a exiliarse en Jamaica.

Tras su regreso en 1820, fue capturado en Cartagena —entonces todavía bajo control realista— y condenado a muerte. Según las versiones populares, salvó su vida haciendo una señal masónica al jefe del pelotón de fusilamiento, un detalle que subraya la dimensión legendaria que adquirió su figura.

Momentos clave

La vida de Juan Salvador Narváez Latorre estuvo marcada por una serie de acontecimientos decisivos que definieron su relevancia en la historia de Colombia:

  • 12 de mayo de 1810: Propone la creación de una Junta de Gobierno en Cartagena.

  • 22 de mayo de 1810: Se instituye la Junta de Gobierno cartagenera.

  • 1812-1813: Participa en la campaña contra Santa Marta.

  • 1816: Defiende Cartagena como General durante el sitio dirigido por Pablo Morillo.

  • 1820: Es capturado en Cartagena y sobrevive milagrosamente a su condena de muerte.

  • 1821-1823: Participa en la campaña patriota contra Riohacha.

  • 1824: Es electo senador.

  • 1825: Nombrado Ministro Plenipotenciario ante Gran Bretaña.

  • 1827: Muere en Bogotá, cerrando un ciclo vital dedicado por completo a la causa republicana.

Durante su misión diplomática, Narváez viajó a Europa con el objetivo de negociar un tratado de reconocimiento con Gran Bretaña. En ese contexto, entabló relaciones con figuras destacadas del liberalismo europeo, entre ellas Lafayette, héroe de las revoluciones estadounidense y francesa. También se relacionó con Amadeo Bourdon, quien, según algunas versiones, le obsequió la espada que Napoleón utilizó en la batalla de Wagram, un símbolo que realzaría su imagen de líder revolucionario a nivel internacional.

Relevancia actual

A pesar de que su figura no es tan ampliamente conocida como la de otros próceres, Juan Salvador Narváez Latorre constituye un pilar fundamental en la consolidación de la independencia de Colombia. Su participación activa desde los primeros movimientos revolucionarios, su labor militar en los años más críticos del conflicto y su desempeño diplomático en el escenario internacional, le confieren un papel integral dentro del proceso emancipador.

El hecho de haber arriesgado su vida en múltiples ocasiones, su ascenso al grado de General, y su contribución en diferentes frentes —político, militar y diplomático— le permiten ser recordado como un ejemplo de compromiso patriótico total. La leyenda de su salvación por una señal masónica, el regalo simbólico de la espada de Napoleón y su cercanía con íconos internacionales de la libertad como Lafayette contribuyen a mantener viva su memoria, envuelta en un halo de misticismo heroico.

En la historiografía colombiana, particularmente en obras como Los próceres de Cartagena de Raúl Porto del Portillo y Compendio de biografías colombianas de Alberto Ramírez Santos, su figura es rescatada como una pieza clave para entender la lucha por la independencia desde el litoral caribeño hasta los centros políticos del interior del país. Asimismo, Los hombres del 20 de julio de Eduardo Ruíz Martínez sitúa su legado en el marco más amplio de los acontecimientos de 1810, con los cuales se inicia oficialmente el proceso emancipador.

Su memoria perdura también en el ámbito local. La ciudad de Cartagena conserva viva la figura de este prócer, quien, además de ser Gobernador de Cartagena, ejerció como Jefe del Estado Mayor General de Cundinamarca, consolidando así su influencia en la vida política de la nación en formación.

Legado de un patriota integral

Juan Salvador Narváez Latorre representa al patriota integral: aquel que no solo toma las armas en defensa de la libertad, sino que también trabaja en el plano institucional, diplomático y simbólico para construir una nación independiente. Su vida abarcó todos los niveles del proceso independentista: desde la rebelión local hasta la negociación internacional, desde la resistencia militar hasta la acción legislativa.

En un tiempo en que las ideas de libertad y soberanía comenzaban a echar raíces en América Latina, su figura encarnó la transición entre el mundo colonial y la naciente república. Gracias a su resistencia, compromiso y visión, Narváez dejó una huella indeleble en la historia de Colombia.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Juan Salvador Narváez Latorre (1788-1827). El prócer cartagenero que defendió la independencia colombiana". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/narvaez-latorre-juan-salvador [consulta: 23 de junio de 2025].