Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682): El Pintor de la Dulzura y la Devoción

Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) es una de las figuras más relevantes del barroco español, cuyo legado ha dejado una huella indeleble en el arte religioso y en la pintura de género. Nacido en Sevilla el 31 de diciembre de 1617, Murillo desarrolló una técnica única que marcó el cierre de la era barroca en España. Su obra, especialmente conocida por la representación de vírgenes y escenas de la infancia de Jesús, continúa siendo celebrada por su sensibilidad y maestría en el uso del color.

Orígenes y Contexto Histórico

Murillo nació en una época de gran convulsión social y política en España. A principios del siglo XVII, el país vivía bajo la sombra de la decadencia imperial, con el fin del Siglo de Oro y una creciente crisis económica y social. En este contexto, Sevilla se mantenía como un centro artístico y comercial de gran importancia. La ciudad, en su época de esplendor, era un hervidero de influencias artísticas que iban desde el Renacimiento hasta el Barroco.

Su formación artística comenzó a los 16 años, cuando se unió al taller de Juan del Castillo, un pintor conocido por su trabajo en la pintura religiosa. Durante esta etapa, Murillo fue influenciado por la técnica tenebrista que dominaba en Sevilla en ese entonces, destacando figuras como Francisco de Zurbarán y Jusepe de Ribera. Sin embargo, su estilo evolucionó rápidamente, alejándose de las sombras dramáticas del tenebrismo para adentrarse en una paleta más luminosa y colorida.

Logros y Contribuciones

Murillo fue un maestro en la creación de imágenes religiosas que transmitían una sensación de serenidad y humanidad, con un enfoque especial en la bondad y la dulzura. Sus vírgenes, en particular, se caracterizan por una representación maternal, accesible y amorosa, lejos de las imágenes solemnes y majestuosas típicas de la pintura religiosa de la época. Su habilidad para humanizar a los santos y vírgenes lo convirtió en un referente en la pintura religiosa barroca.

A lo largo de su carrera, Murillo desarrolló una serie de composiciones innovadoras que marcaron tendencias, como la representación de la Inmaculada Concepción, una temática que abordó con gran sensibilidad, logrando una de las interpretaciones más representativas de este tema en la historia del arte. Sus obras tenían una profunda conexión con el espíritu religioso del momento, pero también respondían a una visión de la espiritualidad accesible, suave y reconfortante.

Momentos Clave de su Carrera

  1. Primeras Influencias y Obras (1630-1640)
    En sus primeros años, Murillo se inclinó por una pintura de realismo sombrío, influenciado por la escuela tenebrista. Obras como La Virgen con fray Laurencio, san Francisco y santo Tomás (1638) muestran el dominio de Murillo de las sombras y la luz, aunque sin llegar a la intensidad emocional de los pintores como Ribera. En esta etapa también realizó La Virgen entregando el Rosario a Santo Domingo (1638).

  2. Cambio de Estilo y Naturalismo (1640-1650)
    A partir de 1646, Murillo adoptó un estilo más naturalista, influenciado por la obra de Francisco de Zurbarán. Durante esta década, pintó piezas como Sagrada familia del pajarito (1650), Niños jugando a los dados y Dos niños comiendo melón y uvas (aproximadamente entre 1650-1660), donde su capacidad para capturar la cotidianidad de la vida se hizo evidente.

  3. Ascenso y Reconocimiento (1660-1670)
    A partir de 1660, la fama de Murillo en Sevilla se consolidó con la realización de varias obras monumentales, como la serie de retablos para el Convento de los Capuchinos y el Hospital de la Caridad. Su regreso a Sevilla después de un viaje a Madrid le permitió estudiar a los grandes maestros europeos como Rubens y Van Dyck. En este período, las pinturas de Murillo comenzaron a mostrar una luminosidad dorada que caracterizó su obra madura.

  4. Final de su Carrera y Últimos Años (1670-1682)
    En sus últimos años, la técnica de Murillo se hizo más vaporosa y etérea, una característica que quedó plasmada en obras como Los niños de la Concha (1670) y San Juanito (1660). Su pintura de la infancia de Jesús y de temas profanos como Gallegas en la ventana (1670) se destacó por su calidez y humanidad, alejándose del dramatismo de sus primeras obras.

Relevancia Actual

Hoy en día, la obra de Murillo sigue siendo estudiada y apreciada en museos y colecciones de todo el mundo. Aunque su popularidad ha fluctuado con el tiempo, su habilidad para capturar la dulzura, la ternura y la luz sigue siendo una de las características más destacadas de su estilo. A lo largo del siglo XVIII, su estilo fue continuado por numerosos discípulos e imitadores, asegurando su presencia en el panorama artístico europeo. Sin embargo, con el paso del tiempo, el exceso de sentimentalismo en su obra ha sido objeto de debate entre los críticos de arte, quienes argumentan que Murillo idealizó excesivamente los temas religiosos.

Obras Más Importantes

  • La Virgen con el Niño y querubines

  • La Sagrada Familia del Pajarito

  • La Inmaculada Concepción

  • Los niños comiendo melón y uvas

  • San Juanito

  • Gallegas en la ventana

Aunque Murillo es considerado uno de los máximos exponentes del barroco, su influencia trasciende su tiempo y sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones de artistas y amantes del arte. La luminosidad y el equilibrio compositivo que logró a lo largo de su carrera siguen siendo puntos de referencia en la pintura religiosa, sin dejar de lado su acercamiento a lo humano y lo cercano en sus retratos de la infancia.

El Sentimiento de Murillo: Entre la Devoción y la Dulzura

El arte de Bartolomé Esteban Murillo es un testimonio del espíritu barroco, que combinó la exuberancia visual con un profundo sentido de lo espiritual. Sus obras, llenas de color y delicadeza, capturan una visión del mundo en la que lo divino y lo humano coexisten armoniosamente. Murillo no solo pintó escenas religiosas; también capturó la esencia de la vida cotidiana sevillana, creando un puente entre lo sagrado y lo mundano. En sus últimos años, su pintura evolucionó hacia un estilo más libre y vaporoso, cuyo legado perdura hasta nuestros días.


Bibliografía

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Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682): El Pintor de la Dulzura y la Devoción". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/murillo-bartolome-esteban [consulta: 24 de junio de 2025].