Moreno Pascal, Francisco (1929-VVVV).
Poeta, ensayista, periodista, médico e investigador científico panameño, nacido en la isla de Taboga el 25 de noviembre de 1929. Humanista fecundo y polifacético, atento -en su vasta curiosidad intelectual y su ingente capacidad laboral- a las más variadas disciplinas del saber humano, ha desempeñado una espléndida labor en el ámbito de la salud pública de su nación, al tiempo que ha ido dejando impresos diferentes escritos que, desde la creación poética hasta el ensayo de investigación científica, le convierten en una de las figuras cimeras de la intelectualidad panameña del siglo XX.
Hijo de Heraclio Moreno López y Juana Pascal Malax, el pequeño Francisco Moreno Pascal cursó sus primeros estudios en la isla de Taboga, donde estaba afincado el hogar familiar. Cuando apenas contaba cinco años de edad, el repentino fallecimiento de su padre (acaecido en 1934) puso a Heliodoro, su hermano mayor, al frente de las responsabilidades familiares, circunstancia que redundó en provecho del pequeño Francisco, ya que su inesperado tutor era un joven de gran sensibilidad e inteligencia innata que le hacían valorar, por encima de todo, la preparación cultural de su familia. Así las cosas, Francisco se acostumbró desde niño a frecuentar la lectura de los libros que le entregaba su hermano Heliodoro, así como a escuchar música clásica y a contemplar la obra plástica de los grandes artistas universales. Todo ello, sumado a las evidentes dotes intelectuales de que hizo gala Francisco Moreno Pascal desde su temprana infancia, propiciaron su abandono de la isla de Taboga con tan sólo doce años de edad, para instalarse en la capital del país y acceder desde allí a la formación académica que exigía su extraordinaria preparación.
A partir pues de 1941, ya afincado en la ciudad de Panamá, el todavía niño Francisco Moreno Pascal emprendió sus estudios de enseñanza secundaria en el celebérrimo Instituto Nacional de Panamá, institución que dejó una profunda huella -y no meramente académica- en varias generaciones de panameños (entre ellos, el futuro médico y escritor de Taboga, quien al cabo de los años habría de recordarlo en su obra literaria en estos elogiosos términos: «Semillero fecundo de la patria, escuela sagrada de la democracia y bastión inexpugnable del conocimiento«). Tras un brillante y provechoso proceso de aprendizaje en el que, a pesar de sus aficiones humanísticas, optó por inclinarse hacia el rigor de las disciplinas científicas, en 1948 Francisco Moreno Pascal se graduó de Bachiller en Ciencias con las mejores calificaciones de su promoción, y dejó entre sus profesores la impresión de que estaba llamado a protagonizar una de las trayectorias científicas más singulares de su país.
En efecto, en 1952 egresó de la facultad de Ciencias de la Universidad de Panamá con un título de licenciado en Biología y unas calificaciones en las que se le rendían los máximos honores como estudiante. Al cabo de cuatro años, esa misma institución expidió a su nombre el título de doctor en Medicina, después de que el tribunal que juzgara su tesis le reconociera tal grado «cum laude«. Pasó, a raíz de la obtención de este título, a realizar -como era preceptivo- sus dos años de internado médico en el Hospital Santo Tomás y, poco después, en el Centro Especializado Antituberculoso Mastellari; pero, al término de este obligado período de rodaje dentro de la profesión facultativa, Moreno Pascal, consciente de que ya había adquirido todos los conocimientos que sobre la materia médica podían ofrecerle en su país natal, renunció a las ventajosas propuesta laborales que le llegaban de diferentes centros de salud y decidió ampliar su formación en los Estados Unidos de América.
Contó para este desplazamiento a Norteamérica con una beca otorgada por la Fundación Kellogg, que le permitió especializarse en medicina interna y neumología, primero en la Universidad de Cornel y, más tarde, en la universidad del Estado de Nueva York. A comienzos de los años sesenta, con este impresionante bagaje formativo a las espaldas, regresó a su Panamá natal y comenzó a desplegar allí una intensa labor como especialista médico y, sobre todo, como promotor e impulsor de los organismos, instituciones y centros sanitarios que estaba requiriendo la salud pública de su nación. Así, Moreno Pascal fue el fundador del departamento de neumología del Hospital Santo Tomás -cuya dirección asumió en sus primeros compases-, y el responsable de la actualización del departamento de medicina de dicho hospital. Además, desde su máxima responsabilidad al frente de la Dirección General de la Organización Panameña contra la Tuberculosis -en la que ha pasado gran parte de su vida profesional-, se convirtió en el principal luchador contra esta penosa enfermedad, y llegó a lograr que su incidencia en el país centroamericano -verdaderamente preocupante para las autoridades sanitarias de todos los gobiernos panameños- se redujera considerablemente.
Posteriormente, gran parte de los esfuerzos de Francisco Moreno Pascal dentro de la administración sanitaria de Panamá se orientaron hacia la lucha contra una de las grandes lacras sociales del siglo XX, la drogadicción, a la que quiso atajar tanto en el terreno de la prevención como en el campo del tratamiento destinado a los ya afectados. Son dignas de destacar en esta parcela de su trabajo como facultativo sus labores como médico adiccionólogo en la Cruz Blanca Panameña y sus aportaciones a algunas de las principales asociaciones de medicina de la adicción de Panamá y de otras naciones del continente americano.
Lógicamente, esta intensa actividad al servicio del ejercicio de la medicina y de la investigación médica la ha dado pie para escribir y publicar numerosos estudios de carácter científico, así como dos libros de amplia difusión en la comunidad médica internacional: Mensaje de salud (1985) y La comunidad organizada contra enfermedades pulmonares (1989). Entre sus obras inéditas relacionadas con el ámbito de la salud figura también un libro sobre el tratamiento de la drogadicción, titulado Una luz de esperanza.
Además, Moreno Pascal es autor de varios ensayos sobre educación y política educativa, así como de un gran número de poemas que, o bien permanecen inéditos, o bien han visto la luz entre las páginas de algunas revistas literarias de su entorno geocultural. Los lectores de la prensa panameña actual pueden seguirle también a través de la columna fija que bajo el título de «Ensayos Libres» mantiene desde hace tiempo en el rotativo El Siglo.
J. R. Fernández de Cano.