Miguel I, Rey de Portugal (1802-1866). La historia del rey absolutista que desafió el liberalismo
Miguel I de Portugal, nacido el 26 de octubre de 1802 en la ciudad de Queluz, es una figura histórica que marca una de las épocas más turbulentas de la historia política portuguesa. Su reinado, que se extendió desde 1828 hasta 1834, fue el epicentro de un conflicto que definió la lucha entre el absolutismo y el liberalismo en el siglo XIX. Este artículo detalla su vida, sus logros y su legado.
Orígenes y contexto histórico
Miguel I nació en el seno de una familia real europea influyente. Hijo de Juan VI de Portugal y Carlota Joaquina, Miguel fue testigo de una época marcada por las invasiones napoleónicas que cambiaron por completo el panorama político de Portugal. La primera invasión de los ejércitos napoleónicos obligó a la familia real a exiliarse en Brasil cuando Miguel aún era un niño de solo cinco años. Este exilio, que duró varios años, tuvo un profundo impacto en su formación y en su visión del poder. En 1821, cuando se restauró la monarquía en Portugal, Miguel fue enviado a París para completar su formación académica, donde entró en contacto con las doctrinas liberales, aunque, al retornar a su país, se convertiría en uno de los más acérrimos opositores a este movimiento.
Logros y contribuciones
Tras la restauración de la monarquía en Portugal, Miguel I se alzó como líder de los movimientos antiliberales. Enfrentado a las ideas liberales que se imponían en Europa, se convirtió en un ferviente defensor del absolutismo y del orden tradicional. A partir de su regreso a Portugal en 1826, tras la muerte de su padre, Juan VI de Portugal, Miguel comenzó a trazar su camino hacia el trono.
En ese mismo año, su hermano Pedro I, que ya había sido proclamado emperador de Brasil, abdicó de la corona portuguesa en favor de su hija, la princesa María II. Como su sobrina era menor de edad, la regencia fue encomendada a la infanta Isabel María. Sin embargo, Miguel I, apoyado por sectores conservadores, pronto se vio en una posición de poder, tomando el control de la regencia en 1828 y proclamándose rey de Portugal. Este acto desencadenó el inicio de una guerra civil en Portugal, conocida como la Guerra Civil Portuguesa (1828-1834), en la que se enfrentaron los absolutistas y los liberales, con el futuro del país en juego.
Momentos clave de su reinado
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Ascenso al poder (1828): Miguel I fue proclamado rey de Portugal tras la abdicación de su hermano Pedro I. Este evento marcó el inicio del periodo conocido como el miguelismo, caracterizado por la defensa del absolutismo y el rechazo de las reformas liberales.
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La Guerra Civil Portuguesa (1828-1834): Durante su reinado, Miguel I se enfrentó a una fuerte oposición liberal. El conflicto estalló cuando Pedro I, con el apoyo de los liberales y de Gran Bretaña, regresó a Portugal para restaurar la monarquía constitucional y colocar a su hija María II en el trono.
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Exilio en Alemania (1834): Tras una larga y cruenta guerra, Miguel I fue derrotado por las fuerzas liberales en 1834 y se vio obligado a abandonar Portugal. Abandonó el país el 1 de junio de 1834 en un vapor inglés que lo trasladó a Génova, y se estableció en Alemania, donde vivió el resto de sus días.
Relevancia actual
Miguel I de Portugal es una figura controvertida en la historia del país. Su reinado absolutista, que se oponía férreamente a las reformas liberales, marcó una etapa de represión y persecución política. Bajo su gobierno, más de veintiséis mil personas fueron encarceladas por ser liberales o contrarias al régimen. A pesar de la resistencia interna y las luchas externas, su reinado dejó una huella profunda en la historia política de Portugal.
La Guerra Civil Portuguesa, que enfrentó a los absolutistas de Miguel I contra los liberales de su hermano Pedro I, no solo fue decisiva para la política de Portugal, sino también para la historia de Europa. El fin de su gobierno y la restauración de la monarquía constitucional representaron un paso importante en la evolución de Portugal hacia una monarquía moderna y liberal.
Resistencia liberal y exilio
En el exilio, Miguel I se mantuvo apartado de la política, aunque las ideas absolutistas que defendió durante su reinado continuaron influyendo en algunos sectores conservadores. En 1851, se casó con la princesa Adelaida Sofía de Loewestein-Rochefort, con quien tuvo siete hijos. Sin embargo, su nombre dejó de figurar en la escena política europea y su figura pasó al olvido, mientras el país continuaba su proceso de modernización bajo el régimen liberal.
Conclusión
El reinado de Miguel I de Portugal fue una de las etapas más oscuras de la historia de Portugal, marcada por la represión, la intolerancia y la lucha entre absolutistas y liberales. A pesar de las dificultades que enfrentó, su figura sigue siendo un referente en la historia del país, recordado como un monarca que defendió el orden tradicional en un momento en que Europa se encontraba en plena transformación. Aunque su reinado terminó en derrota y exilio, el legado de Miguel I perdura como un símbolo de resistencia al cambio en una época de profundos conflictos políticos.
Bibliografía
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MCN Biografías, 2025. "Miguel I, Rey de Portugal (1802-1866). La historia del rey absolutista que desafió el liberalismo". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/miguel-i-rey-de-portugal [consulta: 15 de junio de 2025].