Méndez de Segura, Diego (1472-1536).


Conquistador español nacido en 1472, probablemente en Zamora, y muerto el 8 de diciembre de 1536 en Valladolid. Participó en el cuarto viaje colombino y realizó la increíble proeza de pasar en una canoa desde Jamaica hasta Santo Domingo para comunicar al Gobernador Ovando que el Almirante había naufragado y se encontraba aislado, sin posibilidad de regresar. Posteriormente fue secretario de Diego Colón.

Cuando era niño marchó a Portugal con su padre y se educó en la casa del conde de Penamacor. En 1484 regresó a España con dicho Conde al que acompañó posteriormente por Francia, Inglaterra, Flandes, Noruega y Dinamarca. Entre 1492 y 1494 estuvo en Barcelona, donde falleció el Conde en el último de dichos años. En 1502 participó en el cuarto viaje colombino como Escribano Mayor de la Armada. Prestó importantes servicios al Almirante durante la arribada al río Belén y a Veragua, como señaló en su testamento en el se atribuye el haber salvado la vida del propio Colón.

Su acción más notable es la que realizó posteriormente, a raíz del naufragio de la armadilla del Almirante en la bahía de Santa Ana (Jamaica). Los españoles quedaron aislados y Cristóbal Colón pidió a Méndez y a Bartolomé Flisco que tomaran dos canoas indígenas y trataran de alcanzar Santo Domingo para informar del naufragio y comprar una nave de socorro con la que poder salir de Jamaica. Para ello apresaron dos canoas indígenas, en cada una de las cuales irían seis españoles y diez indios remeros y se trasladaron a la punta más oriental de Jamaica, con objeto de acortar la travesía marítima. Méndez escribió en su relación que “yo puse mi canoa a monte y le eché una quilla postiza, y le di su vela y sebo, y en la popa y proa clavéle algunas tablas para defensa de la mar, que no se me entrase, como hiciera siendo rasa; y púsele un mástil y su vela”. Los comisionados esperaron que la mar estuviera en calma e hicieron una primera tentativa que resultó frustrada, pues los indios atacaron las embarcaciones y tuvieron que regresar. Méndez preparó otra salida con más refuerzo de indios, barriles de agua y comida (cazabe y ají) y en 1503 se embarcó en su canoa para cruzar las 34 leguas que le separaban de Santo Domingo. La travesía fue espantosa (murieron de sed y agotamiento casi todos los indios) y duró cinco días y cuatro noches, al cabo de los cuales alcanzaron la isleta de Navasa, situada a ocho leguas de la Española. Desde allí pasó a Cabo Tiburón y luego Méndez se dirigió a pie hacia Santo Domingo y encontró al Gobernador Ovando en la península de Jaraguá. El Gobernador no se apresuró a ayudarle, contra lo que era de esperar, pues temió que se tratara de una argucia de Colón para ir a la isla Española, que tenía prohibido tocar, pero convencido al fin de la situación real, autorizó a Méndez para ir a la capital. Allí compró la nave para socorrer al Almirante (1504), a quien afortunadamente había ayudado ya Ovando.

Méndez fue armado Caballero de la Espuela Dorada por Fernando el Católico el año 1508 en la villa de Fuente de Cantos (Badajoz). Volvió a las Indias al año siguiente y esta vez como Secretario y Contador del segundo almirante, don Diego Colón. En 1510 obtuvo una encomienda de 80 indios y en 1514 consiguió otro repartimiento de naturales. Fue siempre un criado fiel a la familia Colón. En 1517 se casó con Francisca de Ribera, que le dio dos hijos. Ese mismo año visitó la corte de Carlos I en Flandes para tratar algunos asuntos colombinos. Finalmente, en 1522 alcanzó su sueño de ser nombrado Alguacil mayor de La Española. Enfermó e hizo testamento el 6 de junio de 1536 en Valladolid, ciudad en la que falleció el 8 de diciembre siguiente. Dispuso que en su sepultura se colocase una leyenda con sus servicios y “En medio de la dicha piedra se haga una canoa, que es un madero cavado en que los indios navegan, porque en otra tal navegó 300 leguas, y encima pongan unas letras que digan: canoa”

Diego Méndez dejó a sus herederos un arca con sus escritos, que se han perdido. Hernando Colón afirmó que hizo una relación de su viaje y el P. Bartolomé de Las Casas dio fe de que así fue en efecto. El religioso anotó que iba dirigida al monarca y añadió en su obra “cuyo treslado yo tengo al presente”.

Bibliografía

  • FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín. Obras de… El testamento de Méndez, vol. I, p. 240-248 (Madrid; Atlas, 1954).

  • FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo. Historia General y natural de las Indias, vol. I (Madrid; Atlas, 1959).

  • LAS CASAS, Bartolomé. «Historia de las Indias», en vol. II de las Obras completas de…, (Madrid; Atlas, 1961).

MLS