Mata Domínguez, Pedro (1875-1946).
Poeta, narrador, dramaturgo y periodista español, nacido en Madrid en 1875 y fallecido en su ciudad natal el 27 de diciembre de 1946. Cultivador de todos los géneros literarios que estuvieron en boga en su tiempo, sobresalió por encima de todo por un conjunto de brillantes narraciones que le convirtieron en uno de los novelistas españoles más leídos entre 1916 y 1936. A pesar de este éxito, en la actualidad su obra ha caído prácticamente en el olvido.
Si el origen de una persona puede determinar su vocación y condicionar la suma de las actividades profesionales que habrá de realizar a lo largo de su vida, no es de extrañar que el joven Pedro Mata Domínguez sintiera desde su temprana infancia el deseo de ser escritor, habida cuenta de que su nacimiento se produjo en una casa madrileña sita en el número 2 de la actual calle de Cervantes, edificación levantada sobre los restos de la que había ocupado a comienzos del siglo XVII, durante sus últimos años de existencia, el inmortal autor del Quijote.
Con el firme propósito de consagrarse plenamente a la creación literaria, Pedro Mata Domínguez irrumpió en los cenáculos literarios de la capital de España con una serie de composiciones poéticas que, agrupadas en un volumen titulado Para ella, para ellas, no lograron reportarle el reconocimiento literario a que aspiraba el animoso autor novel. Lejos de desmoronarse ante este fracaso poético, Mata Domínguez probó fortuna poco después como autor teatral, pero tampoco mereció el aplauso unánime de los aficionados al Arte de Talía, ni mucho menos el elogio de la crítica especializada. Así las cosas, y decidido a ganarse la vida por medio de su pluma fuera en el género que fuera, el joven escritor madrileño volvió sus ojos hacia la actividad periodística, que a la sazón constituía una notable ayuda para los escritores que no lograban vivir del producto de las ventas de sus obras creativas.
En esta nueva ocupación, la fortuna comenzó a sonreír a Pedro Mata, quien pronto se convirtió en uno de los articulistas más conocidos del país. Desde entonces, ya nunca habría de abandonar sus labores de redactor, desempeñadas, a lo largo de su fecunda trayectoria periodística, en algunos de los principales rotativos y revistas del país, como El Español, El Nacional, El Diluvio, La Correspondencia de España, ABC, etc.
Simultáneamente, su indoblegable vocación literaria le impulsó a buscar el reconocimiento de críticos y lectores a través del cultivo del género narrativo, en el que ya había logrado un primer éxito en 1902 con su novela titulada Ganarás el pan…, obra premiada en un certamen literario que, bajo el patrocinio de La Ilustración Española, contaba con un jurado compuesto por autores de la talla de Benito Pérez Galdós, Ramiro de Maeztu, Urbano González Serrano y, entre otros, Eduardo Gómez de Baquero. Casi tres lustros después de haber recibido este primer galardón, Pedro Mata Domínguez volvió a ser premiado por una nueva entrega novelesca, Corazones sin rumbo (1916), obra que se alzó con la palma del prestigioso certamen convocado por Círculo de Bellas Artes, que también reconoció –ex aequo– los méritos literarios de Volvoreta, de Wenceslao Fernández Flórez, y de El pecado de San Jesusito, de Francisco Camba.
Este sonoro éxito, abonado por la extraordinaria difusión que recibieron las tres obras galardonadas, animó a Pedro Mata a desarrollar una fecunda producción novelística en la que sobresalen, por la buena acogida que recibieron entre los lectores contemporáneos, las tituladas La catorce (1913), El misterio de los ojos claros, Cuesta abajo, Muñecos (1920) y El hombre que se reía del amor (1924). Ya lanzado de lleno por la pendiente de la fama literaria, el escritor madrileño publicó muchos de sus relatos y narraciones cortas dentro de las colecciones de narrativa más difundidas en su época, como «El Cuento Semanal», «Los Contemporáneos», «El Libro Popular», «La Novela de Bolsillo», etc. Fruto de las modas que intentaban agasajar los gustos literarios del lector medio español de las primeras décadas del siglo XX, estos cuentos y novelas de Pedro Mata Domínguez se caracterizan -en lo referente a su organización estructural- por su claridad en la exposición narrada de los hechos, y -en su aspecto temático- por su predilección por los asuntos amorosos tratados desde la desinhibida perspectiva del naturalismo erótico.