María Luisa Gabriela de Saboya (1688-1714): La Reina de España que marcó la historia
María Luisa Gabriela de Saboya, nacida en Turín en 1688, fue una figura clave en la historia de España, no solo por su rol como reina consorte, sino también por su valentía y determinación al ejercer funciones de regencia durante los momentos más difíciles de la guerra de sucesión española. Hija del duque de Saboya, Víctor Amadeo II, su vida estuvo marcada por un matrimonio que consolidó la relación entre la Casa de Borbón y Saboya, lo que tuvo repercusiones cruciales en la política europea de la época. A continuación, exploraremos su vida, logros y relevancia histórica.
Orígenes y contexto histórico
María Luisa Gabriela de Saboya nació en una época convulsa de Europa, en el contexto de las luchas dinásticas que involucraban a los grandes poderes del continente. Su padre, Víctor Amadeo II, fue el duque de Saboya y desempeñó un papel importante en los asuntos políticos europeos, especialmente en Italia. La posición estratégica de los dominios del duque hizo que la política de alianzas fuera esencial para asegurar la influencia en la región.
Cuando la guerra de sucesión española estalló, el reino de España se encontraba en una situación de gran inestabilidad, especialmente debido a la disputa por el trono entre los partidarios de los Habsburgo y los Borbones. Fue en este contexto cuando María Luisa, con solo 13 años, se casó con Felipe V, el nuevo rey de España, para fortalecer la causa de los Borbones. Este matrimonio fue promovido por Luis XIV de Francia, quien vio en la unión entre Felipe V y la duquesa de Saboya una oportunidad para ganar influencia en el sur de Europa, especialmente en Italia.
El matrimonio se celebró en 1701, y rápidamente María Luisa abandonó su hogar en Turín para trasladarse a España, acompañada de su camarera mayor, la princesa de los Ursinos. En este ambiente, la joven reina se vio sometida a la influencia de personajes como el cardenal Portocarrero, cuyo poder en la corte española fue significativo.
Logros y contribuciones
A pesar de su corta edad, María Luisa Gabriela de Saboya demostró ser una mujer de gran carácter y determinación. En 1702, cuando Felipe V tuvo que marcharse a Italia debido a las circunstancias de la guerra de sucesión española, la joven reina asumió la regencia y se convirtió en la lugarteniente del reino. Este rol le permitió gobernar en ausencia de su esposo, una responsabilidad que ejerció con notable valentía.
Durante su tiempo como regente, María Luisa se ganó el cariño y el respeto de los españoles gracias a su bondad y sentido de justicia. Era conocida por su sentimiento caritativo y por la cercanía con la que se relacionaba con el pueblo. Uno de los momentos más emblemáticos de su regencia ocurrió cuando, desde el balcón del palacio, leía los partes de guerra a los madrileños, comunicando los avances de las tropas españolas y de su esposo, Felipe V. Esta escena de solidaridad con el pueblo de Madrid no solo mostró su fortaleza, sino que la convirtió en una figura popular, cercana y querida por su pueblo.
La gente de Madrid, consciente del sacrificio y la dedicación de la reina, creó una copla que reflejaba su admiración hacia María Luisa:
«Yo no soy la Reina; soy mujer de un soldado que va a la guerra.»
Este sencillo verso refleja la imagen de la reina como una mujer fuerte y decidida, que, lejos de ser una figura distante, compartía el destino de su marido y de su nación.
Momentos clave
Durante su vida, María Luisa Gabriela de Saboya atravesó varios momentos trascendentales que definieron su legado. A continuación, destacamos algunos de los más importantes:
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Matrimonio con Felipe V (1701): La unión de María Luisa con Felipe V fue un acontecimiento clave para la política de la época, dado que contribuyó al fortalecimiento de la causa borbónica durante la guerra de sucesión española.
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Regencia de 1702: Durante la ausencia de Felipe V, María Luisa asumió la regencia, demostrando una gran capacidad para gobernar y enfrentarse a los desafíos que se presentaban durante el conflicto bélico.
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Colaboración en la guerra: A su regreso, Felipe V retomó su puesto como monarca de España, pero María Luisa continuó apoyando a su esposo en la guerra. Esta colaboración estrecha entre los dos monarcas fue un pilar para la continuidad del reino borbónico en medio de los problemas bélicos.
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Fallecimiento prematuro (1714): Trágicamente, María Luisa Gabriela de Saboya falleció el 14 de febrero de 1714 a los 25 años, víctima de una tisis galopante. Su muerte prematura dejó un vacío significativo en la corte española, y a tres de sus hijos les tocó crecer huérfanos de su amor y cuidados: Luis I, Felipe y Fernando VI.
Relevancia actual
Aunque su vida fue corta, la figura de María Luisa Gabriela de Saboya sigue siendo un referente de fortaleza, compasión y dedicación al servicio de su país. En su tiempo, fue conocida y admirada por su cercanía con el pueblo y por la manera en que manejó las difíciles circunstancias que le tocó vivir. Su contribución al fortalecimiento de la monarquía borbónica y su valioso apoyo a su esposo, Felipe V, en tiempos de guerra, marcaron el rumbo de la historia de España.
Hoy, su legado perdura en la memoria histórica del país, como un símbolo de sacrificio y determinación. Su corta pero significativa existencia sigue siendo objeto de estudio y admiración, especialmente por su capacidad para manejar las riendas del poder con una madurez que superaba su edad.
Hijos y su legado en la dinastía española
De su matrimonio con Felipe V, María Luisa dejó tres hijos que tuvieron un impacto considerable en la historia de España:
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Luis I: El primogénito de la pareja, quien, aunque fue rey durante un breve período, también forma parte importante de la historia de la monarquía española.
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Felipe: Segundo hijo de los monarcas, también conocido por su relevancia en los eventos políticos de la época.
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Fernando VI: El último de los hijos de María Luisa, quien llegaría a reinar en España tras la muerte de su hermano, Luis I.
A través de estos tres hijos, el legado de María Luisa Gabriela de Saboya perduró en la monarquía española, dejando su huella en la historia del país.
Conclusión
María Luisa Gabriela de Saboya fue mucho más que una reina consorte de Felipe V. A lo largo de su corta vida, demostró ser una mujer excepcionalmente capaz, comprometida y decidida a contribuir al bienestar de su país. Desde su regencia hasta su prematuro fallecimiento, su figura estuvo marcada por la dedicación, el sacrificio y el amor a España, lo que le ha asegurado un lugar importante en la historia de la monarquía española.
Su vida y legado siguen siendo recordados no solo por sus vínculos con los grandes monarcas de su época, sino también por su humanidad y la influencia que tuvo sobre el pueblo español.
MCN Biografías, 2025. "María Luisa Gabriela de Saboya (1688-1714): La Reina de España que marcó la historia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/maria-luisa-gabriela-de-saboya-reina-de-espanna [consulta: 15 de octubre de 2025].