Marco Gómez, Jaime, o «el Choni» (1920-VVVV): El aguerrido matador valenciano que conquistó plazas internacionales

Marco Gómez, conocido artísticamente como «el Choni», nació el 20 de noviembre de 1920 en Valencia, España. A lo largo de su carrera, se ganó un lugar destacado en el mundo del toreo, destacándose por su valentía, su destreza con los toros y su dedicación al arte taurino. Su historia, llena de momentos clave, ha trascendido tanto en España como en otros países, especialmente en América Latina, donde se hizo un nombre durante las décadas de los 40 y 50. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes de su vida y carrera, que lo han convertido en una figura imprescindible en la historia del toreo.

Orígenes y contexto histórico

El camino de Marco Gómez hacia el estrellato taurino comenzó en Barcelona, donde, en 1940, inició su carrera como parte del número cómico de El Empastre. A pesar de que este espectáculo era conocido por su tono humorístico y burlesco, el joven valenciano se encargaba de la parte seria, demostrando ya desde sus inicios su destreza y pasión por el toreo. El paso por este tipo de eventos fue crucial para su desarrollo como torero, pues le permitió demostrar su capacidad técnica y su valentía frente a los animales, características que serían la base de su futura carrera profesional.

En 1941, con solo 21 años, hizo su debut en una novillada picada en la plaza de Las Arenas de Barcelona, donde alternó con los jóvenes novilleros Arana y Valenciano. Esta primera actuación marcó el inicio de una serie de presentaciones que consolidaron su figura en el panorama taurino. A lo largo de 1942, «el Choni» se hizo un nombre en plazas relevantes como Barcelona, Valencia y Zaragoza, donde sus actuaciones fueron muy bien recibidas, lo que le permitió dar el siguiente paso en su carrera: la alternativa.

Logros y contribuciones al toreo

El 15 de octubre de 1944, Marco Gómez recibió la alternativa en su tierra natal, en la plaza de Valencia, de manos de Manuel Rodríguez Sánchez (conocido como «Manolete»), uno de los matadores más famosos de la historia del toreo. En este día tan especial, “el Choni” se enfrentó a un toro de la ganadería de Escudero Calvo, llamado Tendero, que simbolizó el inicio de una nueva etapa en su carrera. El padrino Manuel Álvarez Pruaño (también conocido como «el Andaluz») fue el testigo de esta histórica ceremonia, que marcó su consagración como matador de toros.

La confirmación de su alternativa llegó poco después, en la plaza de Las Ventas de Madrid, el 6 de mayo de 1945. Acompañado por José Mejías Jiménez («Pepe Bienvenida») como padrino y Ignacio Rafael García Escudero («Rafael Albaicín») como testigo, Marco Gómez logró cortar una oreja tras lidiar un toro de la ganadería de Garci-Grande, llamado Comadrito. Este triunfo le permitió regresar a la plaza venteña en otras cuatro ocasiones durante la temporada de 1945, lo que consolidó su presencia en el circuito taurino de élite.

Momentos clave en su carrera

A lo largo de su carrera, Marco Gómez vivió diversos momentos clave que marcaron su trayectoria. Durante la temporada de 1946, su carrera se vio interrumpida por una grave cornada sufrida en la plaza de Zaragoza durante la Feria del Pilar, el 13 de octubre. A pesar de la seriedad de la lesión, el torero valenciano volvió a la arena con renovado vigor en 1947, enfrentándose a un toro que le causó otra grave herida en Madrid el 22 de mayo de ese mismo año. Pese a estos contratiempos, “el Choni” no abandonó los ruedos y siguió cosechando éxitos.

Uno de los mayores logros de su carrera ocurrió en la temporada de 1947, cuando se presentó en la Maestranza de Sevilla el 22 de abril. En esta corrida, logró un gran triunfo al desorejar a un toro de la ganadería de Manolo González. A lo largo de esa temporada, toreo 43 corridas, consolidándose como uno de los toreros más destacados de su época.

En 1948, Marco Gómez cruzó por primera vez el Atlántico para torear en América, especialmente en México, donde alcanzó un gran éxito. En el país azteca, se ganó la admiración del público y comenzó a forjar una segunda etapa en su carrera, que lo llevaría a residir allí en los años posteriores. También realizó destacadas actuaciones en plazas de Francia y Portugal, especialmente en el periodo de 1947-1949, cuando se encontraba en la cima de su carrera.

El declive y la retirada

A pesar de los grandes logros de los primeros años, la carrera de Marco Gómez sufrió un notable descenso a partir de finales de la década de 1940. En 1949, después de una cornada grave en Marsella, se vio obligado a reducir significativamente su presencia en los ruedos. De hecho, durante la temporada de 1950, solo toreó en México y Colombia. El agotamiento físico y las lesiones acumuladas comenzaron a pasar factura, lo que hizo que su presencia en las plazas españolas fuera cada vez más esporádica.

En 1952, aunque intentó recuperar la forma en España, sus actuaciones no fueron tan exitosas. A pesar de este retorno a los ruedos, la disminución de su popularidad y la falta de oportunidades de trabajo lo llevaron a una retirada definitiva en 1953, después de tan solo cuatro apariciones. No obstante, su tenacidad y amor por el toreo lo llevaron a seguir involucrado en el mundo taurino, aunque fuera desde un segundo plano.

En 1958, Marco Gómez volvió a vestir el traje de luces, esta vez en calidad de apoderado, y fue el encargado de dar la alternativa al torero alicantino Francisco Antón Marín, conocido como “Pacorro”. Sin embargo, después de este evento, no volvió a torear oficialmente.

Relevancia actual

A pesar de su retirada y de su distanciamiento de los ruedos en las últimas décadas, el legado de Marco Gómez sigue vigente en el mundo del toreo. Su estilo, valiente y lleno de entrega, dejó una huella profunda en aquellos que lo vieron torear en su mejor momento. Su figura es recordada como la de un torero íntegro, que nunca se rindió frente a las adversidades y siempre luchó por mantenerse relevante en un mundo tan competitivo como el de los toros.

Su carrera está marcada por el esfuerzo y la dedicación, que lo llevaron a estar en la cúspide de la tauromaquia durante los años 40 y 50. Hoy en día, es considerado una figura fundamental en la historia del toreo, especialmente por su contribución al desarrollo del toreo de valor y su afán por destacar en un mundo donde la competencia era feroz.

Lista de momentos clave en la carrera de Marco Gómez, «el Choni»:

  1. 1941: Debut en la plaza de Las Arenas de Barcelona en una novillada picada.

  2. 15 de octubre de 1944: Toma de alternativa en Valencia, apadrinado por Manuel Rodríguez Sánchez («Manolete»).

  3. 6 de mayo de 1945: Confirmación de alternativa en Las Ventas de Madrid, con José Mejías Jiménez («Pepe Bienvenida») como padrino.

  4. 22 de abril de 1947: Gran triunfo en la Maestranza de Sevilla, donde desoreja a un toro de la ganadería de Manolo González.

  5. 1947-1949: Temporada exitosa en América Latina, especialmente en México, donde consolidó su nombre.

  6. 1953: Retiro definitivo de los ruedos, después de cuatro apariciones.

A lo largo de su carrera, Marco Gómez dejó una huella indeleble en el mundo taurino, siendo recordado no solo por su destreza y valentía, sino también por su integridad y dedicación al arte del toreo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Marco Gómez, Jaime, o «el Choni» (1920-VVVV): El aguerrido matador valenciano que conquistó plazas internacionales". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/marco-gomez-jaime [consulta: 11 de julio de 2025].