Diego Armando Maradona (1960–2020): El Genio Irreverente que Reinventó el Fútbol

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El contexto social de Villa Fiorito y la niñez del «Pelusa»

Argentina en los años 60: crisis, desigualdad y fútbol como escape popular

La Argentina de comienzos de la década de 1960 era un país convulso. Tras la caída de Juan Domingo Perón en 1955, el país vivía entre vaivenes políticos, crisis económicas y dictaduras militares intermitentes. La desigualdad social era pronunciada: las villas miseria crecían en las periferias urbanas mientras una clase media aspiracional comenzaba a expandirse. En ese contexto, el fútbol no era simplemente un deporte: era una pasión nacional, una herramienta de escape, un símbolo de identidad para millones de niños y adolescentes que, como Diego Armando Maradona, encontraban en la pelota su único horizonte.

La vida en los márgenes: pobreza y fútbol callejero en Fiorito

Villa Fiorito, en el partido bonaerense de Lanús, era un barrio marginal, de calles de tierra y viviendas precarias. Allí nació Maradona el 30 de octubre de 1960, el quinto hijo de una familia humilde liderada por Don Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, conocida como «Doña Tota». La precariedad era parte cotidiana: no había agua potable ni cloacas, y muchas veces la comida escaseaba. Sin embargo, en ese entorno áspero, Diego desarrolló un talento extraordinario. Su primera pelota fue un regalo de cumpleaños a los tres años, y desde entonces no se despegó de ella.

Apodado «El Pelusa» por su abundante cabellera rizada, Maradona pasaba horas en las canchas improvisadas del barrio, deslumbrando a vecinos y compañeros con su habilidad sobrenatural. Muy pronto, ese talento sería detectado por ojos expertos.

De Estrella Roja a la primera división: ascenso meteórico

El descubrimiento por Francisco Cornejo

A los nueve años, Maradona jugaba en un modesto equipo infantil de barrio llamado Estrella Roja. Fue allí donde lo vio Francisco Cornejo, entrenador de las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, quien no podía creer lo que observaba: un niño capaz de gambetear con precisión, mantener la pelota en el aire durante minutos y leer el juego con inteligencia inusual. Cornejo no dudó: lo incorporó a «Los Cebollitas», el equipo infantil del club, donde Maradona rápidamente se convirtió en la gran figura.

Argentinos Juniors: talento, goles y ascensos fulminantes

Con apenas 12 años, Maradona ya deslumbraba a propios y extraños en la novena división del club. En apenas dos años, ascendió vertiginosamente desde las categorías inferiores hasta la primera división, un hito inédito. Su debut en el fútbol profesional ocurrió el 20 de octubre de 1976, a los 15 años, frente a Talleres de Córdoba. Aquel día entró en el segundo tiempo, hizo un caño en su primera intervención y dejó al público atónito. A partir de entonces, Maradona se convirtió en el centro de atención del fútbol argentino.

Durante sus años en Argentinos Juniors, acumuló goles, jugadas memorables y premios individuales. Fue máximo goleador del campeonato argentino en cinco torneos consecutivos, algo que ningún juvenil había logrado. Su precoz dominio técnico y su capacidad de desequilibrio lo proyectaron como el sucesor natural de figuras como Pelé.

Debut internacional y consagración juvenil

Primeros minutos con la selección mayor

El 27 de febrero de 1977, apenas cuatro meses después de debutar en primera, Maradona fue convocado a la selección absoluta. En un amistoso contra Hungría jugó unos pocos minutos, pero ya mostraba la promesa de un crack en formación. Sin embargo, en un hecho muy debatido, fue excluido por César Luis Menotti del plantel que jugaría el Mundial de Argentina 1978, argumentando que aún era demasiado joven para una competición de tal exigencia. Esa decisión alimentó un fuego interno en Diego: la necesidad de demostrar que él estaba listo para la gloria.

Japón 1979: campeón mundial juvenil y mejor jugador

La revancha llegó pronto. En 1979, lideró a la selección juvenil argentina en el Mundial Sub-20 de Japón, donde desplegó un fútbol de altísimo nivel. Argentina ganó el torneo con una superioridad indiscutible y Maradona fue proclamado mejor jugador del campeonato. Aquella gesta no solo reivindicó su exclusión del Mundial de mayores, sino que lo consolidó como la gran esperanza del fútbol argentino.

Boca Juniors, pasión y gloria local

Traspaso entre rivales y consolidación como ídolo

El fútbol argentino vivía una puja por hacerse con los servicios del joven prodigio. Tanto River Plate como Boca Juniors buscaron ficharlo, pero fue finalmente Boca quien logró incorporarlo en 1981, en un traspaso que hizo historia. Para Maradona, hincha confeso de Boca desde niño, jugar en La Bombonera fue un sueño cumplido. Su llegada provocó una revolución mediática, económica y deportiva.

El título de liga y la «zurda de oro»

En su primer campeonato con Boca, el Torneo Metropolitano de 1981, Maradona deslumbró con su creatividad, precisión y goles memorables. Condujo al equipo al título, desplegando una versión brillante de sí mismo: asistencias quirúrgicas, tiros libres milimétricos y gambetas inolvidables. Su pie izquierdo fue bautizado como «la zurda de oro», capaz de hacer maravillas en cualquier rincón del campo.

Aquel año fue clave para consolidar su popularidad: Diego ya no era solo un futbolista talentoso, era un fenómeno social. Las tribunas lo ovacionaban, los medios lo perseguían y los rivales lo temían. En apenas unos años, el niño de Villa Fiorito se había convertido en el jugador más querido, admirado y polémico del país.

Estrella mundial, ídolo de Nápoles y campeón con Argentina

El salto a Europa: Barcelona y sus turbulencias

Contrato récord, lesiones y conflictos

En 1982, tras su participación en el Mundial de España, Diego Maradona firmó un contrato con el FC Barcelona por una cifra astronómica: 1.200 millones de pesetas, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del fútbol en ese momento. Su debut oficial se produjo el 5 de septiembre de ese mismo año contra el Valencia. La expectativa era inmensa y su rendimiento en la cancha comenzó a justificar la inversión.

Sin embargo, su paso por el club catalán estuvo marcado por la irregularidad. Lesiones serias, como la fractura de tobillo sufrida tras una brutal entrada de Andoni Goikoetxea, y enfermedades como la hepatitis mermaron su continuidad. A pesar de ello, jugó 39 partidos y marcó 27 goles, siendo el máximo goleador del equipo. Pero su relación con el entorno institucional del club se deterioró. Peleas internas, episodios de indisciplina y un clima tenso terminaron por sellar su salida anticipada del conjunto blaugrana.

Golazos, genialidades y primeros desencuentros con el sistema

Aun en medio de la polémica, Maradona dejó en Barcelona muestras de su genialidad. Regates endiablados, goles antológicos y una conexión eléctrica con el público hacían que cada aparición suya fuera un espectáculo. Pero también comenzaron a aflorar sus tensiones con el sistema, con la prensa y con la disciplina impuesta por los dirigentes. Su inconformismo con las estructuras de poder del fútbol fue una constante a lo largo de su carrera.

Nápoles: ciudad, revolución y leyenda

Recepción napolitana y promesa de redención

El 5 de julio de 1984, Maradona firmó con el Napoli por 1.300 millones de pesetas, iniciando una historia que cambiaría para siempre el destino del club y la ciudad. Su llegada fue un acto de devoción: más de 70.000 personas llenaron el estadio San Paolo solo para darle la bienvenida. Nápoles, una ciudad históricamente marginada del norte industrializado de Italia, encontró en Diego un símbolo de esperanza, identidad y orgullo.

Los comienzos no fueron fáciles: en sus dos primeras temporadas, el equipo no logró títulos. Pero la calidad de Maradona y su liderazgo dentro del campo eran incuestionables. Rápidamente se convirtió en el referente absoluto, dentro y fuera del campo.

El scudetto, la Copa, la UEFA y la idolatría napolitana

En la temporada 1986-87, el Napoli logró su primer título de liga en toda su historia, y además conquistó la Copa de Italia, coronando un doblete inolvidable. Maradona fue el alma del equipo, su director técnico en la cancha, y el ídolo indiscutido de los tifosi.

No fue un caso aislado: en 1989, el equipo ganó la Copa de la UEFA, primer trofeo internacional del club, y al año siguiente se alzó con su segundo scudetto. En 1990, también se adjudicaron la Supercopa de Italia. Durante esos años, Nápoles vivió una euforia colectiva: Diego era venerado como un santo, con murales, altares y cánticos dedicados a su nombre. Su figura trascendió el deporte: representaba la revancha del sur contra el norte, de los olvidados contra la élite.

México 1986: la cúspide de Maradona

Mano de Dios y Gol del Siglo contra Inglaterra

El Mundial de México 1986 representó el pináculo de la carrera de Maradona. Como capitán de la selección argentina, lideró al equipo con una maestría sin precedentes. En los cuartos de final contra Inglaterra protagonizó dos de los goles más famosos de la historia del fútbol.

El primero, con su polémica «Mano de Dios», fue una picardía tan criticada como defendida, que simbolizó una astuta venganza post-Guerra de las Malvinas. El segundo, apenas minutos después, fue un golazo extraordinario, en el que Maradona eludió a medio equipo inglés, corriendo más de 60 metros en lo que fue elegido por la FIFA como el Gol del Siglo.

Capitán, conductor y campeón del mundo

El torneo culminó con Argentina consagrándose campeón mundial tras vencer a Alemania en la final por 3-2. Maradona fue el mejor jugador del campeonato, con cinco goles, múltiples asistencias y una capacidad de liderazgo sin igual. Su influencia fue absoluta: cada jugada pasaba por sus pies, cada decisión era suya. Aquella copa no solo le dio la gloria eterna: lo convirtió en leyenda viviente.

Deterioro y escándalos

Positivo por cocaína, suspensión y detención en Buenos Aires

El inicio de los años 90 marcó un punto de quiebre. En 1991, Maradona dio positivo en un control antidopaje por consumo de cocaína tras un partido entre Napoli y Bari. La Federación Italiana de Fútbol lo suspendió durante 15 meses. Poco después, en Buenos Aires, fue detenido en una redada antidrogas, en un episodio mediático que evidenció su lucha contra las adicciones. La figura del ídolo comenzó a verse rodeada de escándalos, excesos y sombras.

Conflictos mediáticos, decadencia física y profesional

A pesar del castigo, el Napoli intentó mantenerlo en sus filas, pero la presión social y las tensiones internas precipitaron su salida. En 1992, tras largas negociaciones, fue traspasado al Sevilla FC por 7,5 millones de dólares. El 28 de septiembre de ese año debutó con el equipo andaluz en un amistoso ante el Bayern de Múnich. A pesar de mostrar destellos de calidad, su rendimiento ya no era el mismo.

En 1993 regresó brevemente a la selección argentina para un partido contra Brasil, y luego pasó al Newell’s Old Boys en Rosario. Sin embargo, su situación física era precaria. En el Mundial de Estados Unidos 1994, volvió a dar positivo en un control antidopaje, esta vez por efedrina, lo que le valió una nueva suspensión de 15 meses y una multa de la FIFA. Aquel episodio significó, en la práctica, el final de su carrera internacional.

Regresos, entrenamientos, legado y últimos años

El último Maradona jugador

Sevilla, Newell’s y retorno a Boca Juniors

Después de su paso por Europa, Diego Maradona regresó al fútbol argentino en noviembre de 1993, fichando por Newell’s Old Boys. Su estadía fue breve, marcada por la expectativa de su regreso, pero también por sus problemas físicos y su distancia con el entorno del club. Jugó apenas cinco partidos oficiales antes de desvincularse.

Tras cumplir su sanción impuesta por la FIFA, Maradona volvió a Boca Juniors el 30 de septiembre de 1995, en un regreso que despertó la pasión de sus hinchas. Aunque ya no era el jugador explosivo de los 80, su presencia mantenía un peso emocional y simbólico. Enfrentó altibajos futbolísticos y más de un test antidopaje positivo. Finalmente, el 30 de octubre de 1997, el día de su cumpleaños 37, anunció su retiro definitivo del fútbol profesional.

Último dopaje, retiro y homenajes

Su carrera terminó envuelta en el conflicto con las drogas y la presión mediática. En 1999, una crisis cardíaca relacionada con una sobredosis de cocaína lo llevó al borde de la muerte. Poco después, se trasladó a Cuba para iniciar un proceso de desintoxicación, ayudado por su amistad con Fidel Castro. A pesar de su retiro, el fútbol argentino le rindió un homenaje multitudinario el 10 de noviembre de 2001 en La Bombonera, donde se despidió formalmente de la selección nacional en un partido lleno de estrellas internacionales y una afición entregada.

Maradona entrenador: pasiones, frustraciones y polémicas

Primeros pasos con Mandiyú y Racing

En 1994, apenas retirado temporalmente del fútbol, Diego incursionó en la dirección técnica. Su debut fue con el Deportivo Mandiyú, un equipo en situación crítica, donde su paso fue breve y sin grandes resultados. Luego dirigió al Racing Club de Avellaneda, donde tampoco logró consolidarse. Estas primeras experiencias fueron más mediáticas que técnicas, y demostraron que su carisma no siempre podía trasladarse a la táctica.

Selección argentina: clasificación agónica y escándalos verbales

El 28 de octubre de 2008, la Asociación de Fútbol Argentino sorprendió al anunciarlo como nuevo seleccionador nacional, en reemplazo de Alfio Basile. Su designación causó furor, tanto por el simbolismo como por la incertidumbre táctica. Maradona convocó a viejos compañeros como Carlos Bilardo y pidió el ingreso de Oscar Ruggeri al cuerpo técnico, aunque con tensiones internas.

Su gestión fue irregular, marcada por decisiones polémicas y una relación conflictiva con la prensa. La clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010 se definió en el último partido, con una victoria agónica ante Uruguay. Luego del partido, en conferencia de prensa, profirió insultos hacia los periodistas, lo que le valió una suspensión de dos meses por parte de la FIFA. En el Mundial, Argentina llegó hasta cuartos de final, siendo eliminada con contundencia por Alemania. Pese a las críticas, su gestión reforzó su vínculo emocional con los hinchas.

Ícono mediático y sobreviviente

Rehabilitaciones, programas de TV y giras internacionales

Durante los años 2000, Maradona alternó rehabilitaciones con apariciones públicas explosivas. Su salud era inestable y su estado físico fluctuaba, pero nunca dejó de ser noticia. En 2005, sorprendió al mundo al aparecer delgado y con energía renovada, presentando su propio programa televisivo, “La noche del diez”, en la televisión argentina. Allí entrevistó a personalidades como Pelé, con quien tuvo una relación compleja, y Fidel Castro, con quien compartía afinidades políticas y personales.

Ese mismo año realizó una gira por Europa, visitando España y otros países, recibiendo homenajes y ofreciendo entrevistas. Parecía haber superado sus adicciones y se presentaba como un sobreviviente, alguien que había tocado fondo y había logrado resurgir, al menos parcialmente.

Relación con Fidel Castro y visibilidad política

La amistad con Fidel Castro marcó una etapa ideológica en la vida de Maradona. Admirador de la Revolución Cubana, también expresó públicamente su simpatía por líderes como Hugo Chávez y Evo Morales, lo que le valió críticas en sectores conservadores. Sus posturas políticas nunca fueron tibias: Maradona era, por naturaleza, irreverente y frontal, y eso lo convirtió también en un ícono político-cultural más allá del fútbol.

Familia, vida privada y últimos años

Matrimonio, hijas y nieto con el Kun Agüero

El 7 de noviembre de 1989, Diego se casó con Claudia Villafañe, con quien tuvo dos hijas: Dalma Nerea y Giannina. La relación con Claudia, aunque en un inicio fue fuerte y sólida, terminó con escándalos judiciales y mediáticos. En 2008, Giannina anunció que estaba embarazada de su pareja, el futbolista Sergio «el Kun» Agüero, lo que convirtió a Maradona en abuelo. El nacimiento de su nieto, Benjamín, fue cubierto con gran atención mediática.

Además, con el tiempo, Diego reconoció otros hijos extramatrimoniales, en una vida personal marcada por conflictos, reconciliaciones y muchas veces, exposición excesiva.

Retorno mediático, Boca Juniors y su fallecimiento

En sus últimos años, Maradona volvió a vincularse formalmente con el club de sus amores. Fue designado vicepresidente de Boca Juniors en 2005 y, más adelante, se lo vio con frecuencia en actos oficiales, homenajes y entrevistas. En 2019, fue nombrado director técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata, cargo que ocupó hasta pocos días antes de su fallecimiento.

El 25 de noviembre de 2020, Diego Armando Maradona murió en Dique Luján, provincia de Buenos Aires, a causa de un paro cardiorrespiratorio, tras haber sido operado semanas antes por un hematoma subdural. Su muerte generó una conmoción mundial. Argentina decretó duelo nacional y millones de personas lloraron la pérdida de un ídolo que trascendía generaciones y fronteras.

Huella eterna en el fútbol y la cultura popular

Reacciones mundiales a su muerte y legado simbólico

Las reacciones a su fallecimiento fueron unánimes y emotivas. Desde la FIFA hasta clubes de todo el mundo, desde políticos hasta artistas, todos despidieron al «10» con admiración. En Nápoles, miles de personas colmaron las calles para rendir homenaje a quien consideran un dios laico. El estadio San Paolo fue renombrado en su honor: Stadio Diego Armando Maradona.

En Argentina, la Casa Rosada albergó su velatorio, donde decenas de miles de personas desfilaron para despedirse. Murales, canciones, altares callejeros y tatuajes con su imagen se multiplicaron como símbolos de una devoción popular única.

Número 10, estatuas, canciones y un mito sin descanso

El número 10 quedó para siempre ligado a su figura. Muchos clubes, incluida la selección argentina, debatieron su retiro como homenaje. Canciones como “La Mano de Dios” de Rodrigo reflejaron el amor popular por su figura. En distintos lugares del mundo se erigieron estatuas y placas en su memoria.

Pero más allá de lo tangible, Maradona se transformó en un mito eterno. Un símbolo de genialidad e imperfección, de lucha contra el poder, de gloria y caída. Fue el artista del fútbol, el hombre que llevó el deporte a niveles de emoción e intensidad jamás vistos. Su legado vive en cada potrero, en cada gambeta imposible, en cada niño que sueña con ser el próximo Diego.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Diego Armando Maradona (1960–2020): El Genio Irreverente que Reinventó el Fútbol". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/maradona-diego-armando [consulta: 28 de septiembre de 2025].