Manasés Ben Israel (1604-1657). El líder sefardí que buscó el retorno mesiánico de Israel

Manasés Ben Israel, uno de los rabinos más influyentes de su época, nació en 1604, en lo que parece ser Lisboa, Portugal, bajo el nombre de Manoel Dias Soeiro. Hijo de un hombre que pasó por las terribles persecuciones de la Inquisición por ser un judaizante, su historia está marcada por la lucha por preservar la fe y la identidad judía en tiempos de grandes adversidades. A lo largo de su vida, se dedicó al estudio profundo de la tradición judía y a la divulgación de sus ideas a través de su obra literaria, que dejó una huella profunda en la cultura sefardí y en la historia del pensamiento judío.

Orígenes y contexto histórico

La historia de Manasés Ben Israel se inserta en un contexto histórico de tensiones religiosas y políticas en Europa. En el siglo XVII, la Inquisición todavía perseguía ferozmente a aquellos que practicaban el judaísmo o cualquier forma de «herejía», y muchas familias judías sefardíes se vieron obligadas a esconder su fe para sobrevivir. En este contexto, Manasés Ben Israel nació en una familia que había pasado por estas pruebas. A raíz de las persecuciones, su familia emigró a Amsterdam, que en ese momento se había convertido en un refugio seguro para muchos judíos sefardíes provenientes de España, Portugal y otros lugares de Europa.

En Amsterdam, Manasés creció rodeado de una comunidad judía que había encontrado un lugar en el que vivir su fe con relativa libertad. Fue en esta ciudad donde recibió su educación judía, que le permitió convertirse en una de las figuras más destacadas del judaísmo sefardí. Con el tiempo, se convirtió en el rabino más famoso de la ciudad, además de un importante comerciante de libros y fundador de una imprenta. Esta imprenta fue fundamental para la difusión de sus escritos, muchos de los cuales fueron publicados en hebreo y en castellano, acercando las enseñanzas del judaísmo a un público más amplio.

Logros y contribuciones

Manasés Ben Israel no solo fue un rabino destacado, sino también un prolífico escritor que contribuyó significativamente al pensamiento religioso y filosófico del judaísmo. Entre sus obras más importantes se encuentran El Conciliador (1632), De la resurrección de los muertos (1636) y De la fragilidad humana (1642), en las que abordó cuestiones de gran relevancia para la comunidad judía y también para los cristianos que intentaban entender las complejidades del judaísmo.

Uno de sus logros más trascendentales fue su obra Esperança de Israel (1650), que se convirtió en su trabajo más famoso. En este relato, Manasés presenta la historia de Antonio de Montezinos, un viajero judío que había regresado de América con la afirmación de haber encontrado a descendientes de las «diez tribus perdidas» del pueblo de Israel. Según Montezinos, estos descendientes vivían entre los pueblos indígenas de América, y continuaban practicando el judaísmo, rezando en hebreo. Esta obra, llena de fervor mesiánico y esperanza, promovía la idea de que el retorno del pueblo judío a su tierra prometida estaba cerca, anunciando el cumplimiento de las profecías mesiánicas.

La obra de Manasés Ben Israel también incluyó un profundo análisis sobre la resurrección y el libre albedrío, con escritos como De la resurrección de los muertos y De la fragilidad humana, que reflejaron su capacidad para abordar cuestiones teológicas complejas y su interés por demostrar la compatibilidad entre el judaísmo y las creencias cristianas. Además de estos textos filosóficos y teológicos, Manasés Ben Israel escribió en hebreo Nismat hayyim («El aliento vital»), una obra que también dejó una importante marca en el pensamiento judío.

Momentos clave

A lo largo de su vida, Manasés Ben Israel vivió una serie de momentos claves que reflejan tanto la evolución de su pensamiento como el impacto que tuvo en su comunidad y en el mundo judío en general:

  1. Emigración a Amsterdam: La mudanza a Amsterdam representó un cambio crucial en la vida de Manasés, ya que le permitió escapar de las persecuciones religiosas y encontrar un entorno propicio para el estudio y la práctica del judaísmo.

  2. La fundación de una imprenta: La creación de su imprenta fue un paso importante en su vida. A través de ella, pudo difundir sus escritos en hebreo y castellano, contribuyendo a la educación religiosa y filosófica de su comunidad.

  3. La publicación de Esperança de Israel: Esta obra marcó un hito en la literatura sefardí y reflejó su fervor mesiánico, además de tener un impacto en la percepción del pueblo judío entre los cristianos.

  4. Su influencia en el judaísmo sefardí: Como rabino y pensador, Manasés Ben Israel fue un referente para los judíos sefardíes, no solo en Amsterdam, sino también en otras partes del mundo, gracias a sus escritos y su labor como líder espiritual.

Relevancia actual

Aunque Manasés Ben Israel vivió hace más de 350 años, su legado sigue siendo relevante en la actualidad. Su obra continúa siendo estudiada por historiadores, filósofos y teólogos que buscan comprender la complejidad del pensamiento judío en el siglo XVII. Su visión mesiánica, reflejada en Esperança de Israel, aún es considerada una pieza importante de la literatura judía que influenció el pensamiento sobre el retorno del pueblo judío a la Tierra de Israel, un tema que cobró una nueva dimensión con la creación del Estado de Israel en el siglo XX.

Además, su trabajo sobre la resurrección y el libre albedrío sigue siendo un punto de referencia para los estudiosos del judaísmo y la filosofía religiosa. Manasés Ben Israel logró combinar la profundidad teológica con la accesibilidad a través de sus escritos, lo que permitió que su obra llegara tanto a judíos como a cristianos interesados en el diálogo interreligioso.

Bibliografía

  • DEN BOER, Harm, La literatura sefardí de Amsterdam, Alcalá, Univ. de Alcalá, 1996.

  • DÍAZ ESTEBAN, F. (ed.), Los judaizantes en Europa y la Literatura Castellana del Siglo de Oro, Madrid, Letrúmero, 1994.

  • MÉCHOULAN, H., (ed.), Los judíos de España. Historia de una diáspora. 1492-1992, Madrid, Trotta, 1993.