Manuela Malasaña (1791-1808). La joven heroína del levantamiento de 1808
Manuela Malasaña, una joven española nacida el 10 de marzo de 1791 en Madrid, es recordada como una heroína del levantamiento popular contra las tropas napoleónicas en 1808. Su trágica muerte, ocurrida el 2 de mayo de ese mismo año, la convirtió en un símbolo de resistencia y valentía, un icono de la lucha por la independencia de España.
Orígenes y contexto histórico
Manuela Malasaña nació en un Madrid convulsionado por la invasión francesa, que marcó una de las etapas más oscuras de la historia de España. Su padre, Jean Malesange, era un panadero francés que, tras su llegada a España, vio su apellido españolizado a «Malasaña», mientras que su madre, Marcela Oñoro, era originaria de la ciudad. La joven vivió en la calle San Andrés, número 18, en el centro de Madrid, un lugar que pronto se vería marcado por los acontecimientos que cambiarían el curso de la historia española.
El contexto histórico de la época es fundamental para entender la importancia de la figura de Manuela. En 1808, las tropas napoleónicas invadían España bajo el mando de José Bonaparte, hermano de Napoleón Bonaparte, y la lucha por la independencia española comenzó a tomar forma con el levantamiento popular en Madrid. El 2 de mayo de 1808, los madrileños se alzaron contra los soldados franceses, dando inicio a una serie de confrontaciones sangrientas que perduraron durante años. La batalla fue brutal, pero también la chispa que encendió la lucha por la libertad en toda España.
Logros y contribuciones
A pesar de ser una joven sin una formación militar, Manuela Malasaña se unió al levantamiento del 2 de mayo con valentía y determinación. Su participación en la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, situado en la plaza que luego sería conocida como Plaza del 2 de Mayo, fue uno de los actos más destacados de su vida. Allí se encontraba al mando de los oficiales Luis Daoíz y Pedro Velarde, quienes lideraron a los madrileños en su lucha contra las fuerzas invasoras.
Manuela desempeñó un papel fundamental en el suministro de pólvora y municiones a los combatientes, lo que demuestra su valentía y compromiso con la causa. Este acto de resistencia se convirtió en un símbolo de la lucha popular contra la ocupación extranjera, y su figura fue posteriormente reconocida como un ejemplo de heroísmo. La valentía de Manuela y su implicación en los eventos del 2 de mayo de 1808 hicieron que su nombre se asociara con el levantamiento y la lucha por la libertad, marcando un hito en la historia de la Guerra de la Independencia Española.
Momentos clave
Aunque la versión más comúnmente aceptada sobre los eventos que condujeron a la muerte de Manuela Malasaña es la de su participación en la defensa del Parque de Artillería, existen otras versiones que sugieren circunstancias diferentes. Según una de las versiones más discutidas, Manuela no se encontraba en el centro de la lucha y fue sorprendida en su taller. Al salir de su casa, se encontró con una patrulla de soldados franceses, quienes la detuvieron para registrarla. En el registro, encontraron unas tijeras, que las tropas consideraron como un «arma de guerra», acusándola de colaborar con la resistencia. Esta versión sugiere que la joven pudo haber sido asesinada por su simple presencia en las calles, aunque no estuviera directamente involucrada en el enfrentamiento.
Sin importar cuál de las versiones sea la más precisa, lo cierto es que Manuela Malasaña fue ejecutada el 2 de mayo de 1808 y se convirtió en una de las 409 víctimas de esa jornada. Su cuerpo fue registrado con el número 74 entre las víctimas caídas, y su muerte dejó una profunda huella en la memoria colectiva de los españoles. La joven fue enterrada en el Hospital de la Buena Dicha, un lugar que se dedicaba a acoger a los pobres y a los heridos, y allí reposaron muchos de los combatientes que perdieron la vida en el levantamiento.
Relevancia actual
La figura de Manuela Malasaña ha perdurado a lo largo de los siglos, y su nombre se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad y la resistencia contra la opresión. El recuerdo de su valentía no solo ha sido honrado por los madrileños, sino que también ha trascendido a otras localidades como Móstoles, donde se le rinde homenaje con el nombre de una calle y una estación de Metro.
Además, el impacto de Manuela Malasaña en la historia de España ha sido tan grande que su figura se ha convertido en una referencia obligada dentro del contexto de la Guerra de la Independencia Española. En el Museo del Ejército, un retrato conmemorativo de Manuela se encuentra en la Sala de Heroínas, donde se rinde homenaje a todas aquellas mujeres que participaron en la defensa de la patria. Su memoria sigue viva en las calles de Madrid, y su nombre está grabado en el imaginario colectivo como uno de los grandes símbolos de la lucha por la independencia.
En la actualidad, Manuela Malasaña sigue siendo un ejemplo de resistencia, valentía y sacrificio. Su muerte, aunque trágica, permitió que su nombre se asociara para siempre con la causa de la libertad y con los ideales de lucha que marcaron el destino de España en el siglo XIX.
El barrio de Malasaña, uno de los más conocidos de Madrid, lleva su nombre como un reconocimiento a la heroína que, con tan solo 17 años, se enfrentó a un destino cruel para convertirse en un emblema del pueblo español.
MCN Biografías, 2025. "Manuela Malasaña (1791-1808). La joven heroína del levantamiento de 1808". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/malasanna-manuela [consulta: 17 de junio de 2025].