Locke, Matthew (ca.1621-1677).
Compositor inglés nacido en la ciudad de Exeter en el año 1621 o 1622 y fallecido en Londres en el mes de Agosto de 1677. Su formación musical comenzó siendo niño cantor en el coro que dirigía Edward Gibbons, hermano del más célebre compositor Orlando Gibbons. A partir de 1634, pasó a formar parte del coro de la catedral de Exeter, donde tuvo la oportunidad de estudiar órgano. En 1651 se estableció en la ciudad de Londres, tras haber pasado algunos años en los Países Bajos, un territorio que, en la época, mantenía un fluido contacto con Italia, gracias al continuo tránsito de compositores entre los dos territorios. Durante estos años, Locke disfrutó de la oportunidad de conocer las composiciones italianas, un conocimiento del que se serviría a lo largo de toda su carrera en Inglaterra. En Londres, emprendió desde muy pronto la composición de masques, el género a medio camino entre lo dramático y lo musical en el que, siguiendo un argumento, se introducían números de baile, parlamentos y diversas composiciones musicales, tanto vocales como instrumentales. El género de la masque ha pasado a la historia como el antecedente más inmediato de la tradición operística inglesa, una tradición que no comenzaría hasta algunos años más tarde, gracias al trabajo de músicos como Henry Purcell. Tras la restauración monárquica que tuvo lugar en Inglaterra con el retorno de Carlos II, una vez finalizado el período de la Commonwealth, a Matthew Locke le fue otorgado el cargo de Composer in the private musick (Compositor de la capilla musical privada). De hecho, Locke fue el encargado de componer la música que sería interpretada durante la ceremonia de coronación de este rey en el año 1661. Carlos II, siempre preocupado por el restablecimiento de la salud artística y cultural de Inglaterra tras la opresión que habían impuesto los partidarios del puritanismo, terminaría premiando los servicios de su compositor de cámara otorgándole el cargo de Composer in the Ordinary (Compositor habitual). Matthew Locke asumió también el cargo de organista de la corte de la reina Catalina. Durante el tiempo en el que Locke desempeñó estos cargos, se convirtió, además, en uno de los compositores más apreciados de su época, tanto gracias a su producción de música religiosa como a sus obras instrumentales, pero, principalmente, a su música dramática. En las obras musicales de Locke puede apreciarse una cierta influencia de los modelos compositivos italianos que el compositor había tenido oportunidad de conocer durante su estancia en los Países Bajos. Incluso, en algunos de sus Anthems (himnos), queda patente la influencia de la tradición policoral característica del estilo de la polifonía sacra veneciana. Un buen ejemplo sería el del himno titulado The King shall rejoice. En todo caso, el compositor no se limitó a aplicar a sus obras su conocimiento del estilo compositivo italiano, sino que también la música francesa dejó una honda huella en sus composiciones y es que, precisamente en la época en la que Matthew Locke llevaba a cabo su actividad como compositor en la Inglaterra de la Restauración, el rey Carlos II, deslumbrado por la producción musical francesa que había tenido la oportunidad de admirar durante su estancia en Francia, así como por la infraestructura musical que se había desarrollado en este país bajo el reinado del Rey Sol, especialmente en lo que concernía a la producción de espectáculos dramáticos y musicales, intentaba atraer a Inglaterra al principal responsable de este florecimiento en Francia: Jean Baptiste Lully. Así pues, la Inglaterra en la que vivió y compuso sus obras Matthew Locke no era, en modo alguno, impermeable a la influencia musical francesa (véase «La ópera inglesa» en la voz ópera). De hecho, existen numerosos parentescos entre las tradiciones dramático-musicales del ballet de cour francés y la masque inglesa. Estas influencias francesas se aprecian, sobre todo, en las obras de Locke tituladas Cupid and Death (Cupido y la Muerte) y Psiche. Pero el compositor también dejaría patente su admiración por la música francesa en varias de sus obras de cámara, entre las que destacan sus suites para clave.
El prestigio alcanzado por Matthew Locke llegó a ser tal, que el mismo compositor Henry Purcell, el que pasa por ser el más prestigioso representante del primitivo género operístico en Inglaterra, reconoció su deuda con el músico componiendo una elegía musical en su honor con motivo de su muerte.
Bibliografía.
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DENT, E. J.: The Foundations of English Opera, Cambridge, 1928.
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NICOLL, A.: A History of Restoration Drama, 1600-1700, Cambridge, 1923.