Henri Laurens (1885-1954). El escultor cubista que transformó la escultura moderna
Henri Laurens (1885-1954), un destacado escultor cubista francés, dejó una huella indeleble en el desarrollo del arte moderno con su enfoque innovador hacia la escultura. Nacido en París el 18 de febrero de 1885 y fallecido en la misma ciudad el 5 de mayo de 1954, Laurens es reconocido principalmente por sus contribuciones al cubismo, movimiento artístico que rompió con las convenciones tradicionales y propuso una nueva forma de ver y representar el espacio. Su obra, influenciada por figuras como Rodin, Picasso y Braque, reflejó una evolución constante en su uso de las formas geométricas y la policromía, hasta consolidarse como uno de los grandes innovadores de su tiempo.
Orígenes y contexto histórico
Henri Laurens nació en un contexto de gran efervescencia artística en París, donde las primeras décadas del siglo XX fueron testigo de una profunda transformación en las artes visuales. Desde joven, mostró una inclinación hacia el dibujo y la escultura, y comenzó a estudiar estas disciplinas a finales del siglo XIX. En sus primeros años como escultor, Laurens fue influenciado por Auguste Rodin, cuyo estilo de trabajo en la modelación y el detalle anatómico marcó sus primeras obras. Sin embargo, pronto se apartaría de la tradición clásica para adentrarse en los movimientos vanguardistas que dominarían el arte europeo de la época.
La amistad de Laurens con Georges Braque, uno de los fundadores del cubismo, a partir de 1911 fue fundamental para su evolución artística. A través de esta relación, Laurens se adentró más profundamente en las ideas cubistas, que proponían una ruptura con la perspectiva tradicional y una representación del mundo en términos de formas geométricas y fragmentadas. Este cambio de enfoque marcó el inicio de una nueva etapa en la obra de Laurens, que sería crucial para su desarrollo como uno de los escultores más innovadores del siglo XX.
Logros y contribuciones
Durante su carrera, Henri Laurens destacó por su capacidad para fusionar la escultura tradicional con las nuevas formas cubistas, creando obras que desafiaban las percepciones convencionales del espacio y la forma. A lo largo de su trayectoria, Laurens experimentó con diversos materiales y técnicas, pero fue especialmente reconocido por su trabajo en escultura de bulto redondo y en bajorrelieves. Su habilidad para manipular las formas geométricas y los volúmenes con tal precisión le permitió crear esculturas que, a pesar de su aparente simplicidad, ofrecían una complejidad visual inesperada.
En sus primeras esculturas, Laurens se aproximó a las formas tradicionales, pero fue en su serie de bajorrelieves cuando comenzó a explorar con mayor ahínco los principios cubistas. Estos trabajos eran una reinterpretación de los elementos básicos de la escultura: el volumen, la línea y la textura. Su capacidad para crear obras que invitaban al espectador a experimentar la escultura desde diferentes puntos de vista fue uno de los logros más importantes de su carrera.
Una de sus obras más destacadas de este periodo fue Cabeza de Muchacha (1920), una escultura de bulto redondo que se aleja de las formas más abstractas del cubismo. En esta pieza, Laurens logra integrar superficies inclinadas y volúmenes geométricos, creando una forma compacta que se transformaba visualmente al ser observada desde diferentes ángulos. La obra es un claro ejemplo de cómo Laurens logró, a través de la geometría, ofrecer una experiencia visual única, en la que cada plano de la escultura cobra vida a través del color y las formas.
La relación con la policromía
Uno de los aspectos más distintivos de la obra de Laurens fue su uso del color en la escultura. Hacia los años veinte, Laurens comenzó a experimentar con la policromía, un recurso que consideraba fundamental para el desarrollo de sus piezas. A diferencia de otros artistas cubistas que mantenían un enfoque más austero en cuanto a la paleta cromática, Laurens adoptó una metodología racionalizada, asignando un color específico a cada plano de la escultura. Esta técnica no solo enfatizaba la separación de los diferentes volúmenes de la obra, sino que también aportaba una nueva dimensión visual a sus piezas. Laurens veía la policromía como una «luz interior» de la escultura, una forma de dar vida a las formas geométricas y hacer que cada una de ellas tuviera una presencia única y autónoma.
Momentos clave en su carrera
Henri Laurens tuvo una carrera llena de logros y momentos decisivos que marcaron su evolución artística. A continuación se enumeran algunos de los hitos más relevantes de su trayectoria:
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1913: Laurens participa por primera vez en el Salón de los Independientes de París, lo que marca el inicio de su carrera profesional como escultor.
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1911-1913: Establece una amistad clave con Georges Braque, lo que le acerca al cubismo y le permite explorar nuevas formas y estilos.
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1916: Inicia la creación de collages y composiciones cubistas, además de ilustrar poemas del poeta Guillaume Apollinaire.
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1917: Realiza su primera exposición individual en la Galería L’Effort Moderne de París.
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1920: Crea Cabeza de Muchacha, una de sus esculturas más representativas de bulto redondo.
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1937: Participa de forma destacada en la Exposición Internacional de las Artes de París.
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1938: Exhibe sus obras junto a Braque y Picasso en una muestra itinerante por Oslo, Estocolmo y Copenhague.
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1951: Se celebra una gran retrospectiva de su obra en el Museo Nacional de Arte Moderno de París.
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1953: Recibe el prestigioso premio de la Bienal de Sao Paulo, consolidando su reputación internacional.
Relevancia actual
El legado de Henri Laurens sigue vivo en la actualidad, tanto en el ámbito de la escultura como en el arte en general. Su influencia es claramente perceptible en las generaciones posteriores de escultores que adoptaron el cubismo y la abstracción como bases de su trabajo. La forma en que Laurens fusionó la tradición escultórica con las nuevas tendencias vanguardistas dejó un impacto duradero, especialmente en su tratamiento del volumen, la luz y el color.
A través de sus participaciones en importantes exposiciones y bienales internacionales, Laurens logró llevar su arte a una audiencia global. A pesar de que su obra fue un reflejo de su tiempo, el enfoque innovador que adoptó le permitió trascender las limitaciones de las corrientes artísticas de su época. Hoy en día, sus esculturas se encuentran en importantes museos y colecciones alrededor del mundo, y su técnica sigue siendo estudiada y admirada por su capacidad para transformar la escultura en una experiencia visual dinámica y multifacética.
El trabajo de Henri Laurens sigue siendo un referente para artistas, historiadores del arte y coleccionistas, y su impacto en la escultura moderna es indiscutible.
Bibliografía
FLINT, Lucy, La Collezione Peggy Guggenheim, Nueva York, 1983.
MCN Biografías, 2025. "Henri Laurens (1885-1954). El escultor cubista que transformó la escultura moderna". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/laurens-henri [consulta: 28 de septiembre de 2025].