Laguna, Andrés (1499-1569).
Médico y naturalista español, nacido en Segovia hacia 1510, en el seno de una familia judeoconversa, y fallecido seguramente en Guadalajara en 1559. Estudió dos años de artes en Salamanca y hacia 1530 se trasladó a París, en cuya universidad se graduó en artes y cursó medicina. Se formó en idiomas clásicos con destacados helenistas y latinistas. Como médico, tuvo por maestros a Gunther von Andernach, Jacobus Sylvius y Jean de la Ruel, es decir, a los representantes más destacados del galenismo humanista parisino. Se integró, además, en los ambientes académicos interesados por la disección y publicó, como veremos, el primer texto anatómico impreso en París.
De regreso a España en 1536, estuvo en relación con la Universidad de Alcalá, aunque no fue titular de ninguna cátedra. En opinión de Alonso Muñoyerro y de Bataillon, dio solamente un curso extraordinario en torno a 1538. Parece ser que asistió en Toledo a la emperatriz Isabel, pero no entró al servicio de Carlos I. Viajó luego a Inglaterra; vivió algún tiempo en los Países Bajos y, desde 1540 hasta 1545, residió en Metz como médico contratado por la ciudad. Durante esta última etapa pronunció en el aula magna de la Universidad de Colonia su célebre discurso pacifista sobre Europa (1543). Entre 1545 y 1554 permaneció en Italia, y recibió en Roma diversos honores concedidos por los papas Paulo III y Julio III. También estuvo en Venecia, alojado en la casa del embajador Diego Hurtado de Mendoza, importante humanista y dueño de una de las mejores bibliotecas de la Europa de esta época. A mediados de 1554 se trasladó de nuevo a los Países Bajos, donde estuvo hasta finales de 1557, fecha en la que volvió a España. Falleció dos años más tarde.
Laguna publicó más de treinta obras, algunas de las cuales son de tema literario, histórico, filosófico y político. Bataillon ha aducido razones de peso para considerarlo el autor del famoso Viaje a Turquía, aunque esta adscripción ha sido criticada por Dubler y otros investigadores. Tradujo y comentó los ocho últimos libros de la agronomía atribuida a Constantino IV Pogonatos (1541), así como los textos aristotélicos De physiognomicis (1535), De mundo (1538) y De natura styrpium (1543). Pero la mayor parte de su producción científica -y la más importante- corresponde al campo de la medicina.
Como hemos adelantado, Laguna escribió un texto morfológico, que tituló Anatomica methodus (1535), cuando realizaba sus estudios en París. Bajo el influjo de las traducciones del griego al latín de las obras anatómicas de Galeno, la capital francesa se había convertido en el centro de la anatomía galénica pura. La enseñanza académica continuaba dándose a la usanza tradicional, pero al margen de la misma alcanzó gran importancia la práctica de disecciones privadas. Laguna fue, solo o en colaboración con Jean Tagault, uno de los primeros que realizó dichas disecciones.
La estructura general de su libro y la mayor parte de su contenido son estrictamente galénicos, lo que no impide que incluya los resultados de sus observaciones en cadáveres humanos. Entre ellos se encuentran algunos de cierta importancia, como la descripción de un riñón en herradura o la comprobación de la existencia de dos orificios en el ciego. Este último hallazgo había sido ya expuesto por Mondino de Luzzi, al que Laguna cita expresamente, y también por Berengario de Carpi. No obstante, la contribución de Laguna es muy anterior a las de Gaspard Bauhin, Guillaume Rondelet y otros autores, tan arbitrariamente considerados «descubridores de la válvula ileocecal», como Laguna lo fue por sus panegiristas españoles.
La Anatomica methodus no debe, sin embargo, su relieve histórico a la importancia de sus hallazgos, sino a la energía con la que criticó la forma tradicional de enseñar anatomía, que dejaba en manos de un barbero la práctica de la disección. Frente a ella, el médico español subrayó la necesidad de realizarla por uno mismo y de atenerse con rigor a los hechos cuidadosamente observados. Este es el aspecto que ha destacado O’Malley al hablar de la influencia de Laguna sobre Vesalio, contemporáneo suyo, algo más joven, que coincidió con él en París. Ello resulta coherente con el respeto que más tarde manifestó siempre Vesalio por el médico segoviano. Elogió su labor de comentarista de Galeno y su consejo fue decisivo para que Vesalio aceptara el tratamiento «suave» de las heridas por armas de fuego, una de las novedades más significativas del empirismo quirúrgico de la época.
Las publicaciones propiamente médicas de Laguna se centraron en la obra de Galeno desde los supuestos de la corriente humanística. Aunque tradujo al latín dos escritos galénicos, tras depurar el texto griego, su principal aportación en este sentido fue el Epitome omnium Galeni Pergameni operum (1548). Se trata de una exposición en tres volúmenes de las doctrinas del médico griego, resumiendo sus obras a partir de las traducciones latinas de Erasmo de Rotterdam, Thomas Linacre, Gunther von Andernach, Niccolo Leoniceno, etc. Fue muy apreciada en toda Europa y se reeditó un total de siete veces. En una carta dirigida a su cuñado Martinus Astriacus, Vesalio hizo un expresivo elogio de Laguna: «Vir graecis latinisque iuxta ac pari lege peritus«.
El libro incluye una Vita Galeni y fue ampliado notablemente por su autor en la reedición de 1555. Desde entonces se reimprimió unida a unas Annotationes in Galeni interpretes (1548), en las que Laguna critica los errores que, en su opinión, habían cometido los traductores y comentaristas anteriores. La transición al galenismo «hipocratista», que culminaría más tarde en figuras como Francisco Valles, se refleja en el libro que dedicó Laguna a los comentarios de Galeno a Hipócrates (1554), que lleva como apéndice un tratadito titulado Nonnulla Galeni Enantiomata, dedicado a glosar una veintena de contradicciones del médico de Pérgamo.
Laguna publicó, por otra parte, estudios sobre la peste (1542 y 1556) y sobre la gota (1551), tratados de dietética (1546 y 1547), un breve texto acerca de los pesos y medidas farmacéuticos y una monografía consagrada a las carúnculas uretrales (1551). Riera ha demostrado que esta última es la primera contribución al tema en Europa.
La obra más conocida del médico segoviano es, sin embargo, su traducción castellana con comentarios de la Materia medica de Dioscórides. No solamente se preocupó de establecer un texto griego lo más depurado posible, sino que comprobó las descripciones de Dioscórides, herborizando en numerosos lugares de Europa y en distintas zonas del Mediterráneo. La traducción es clara y precisa y los comentarios constituyen una riquísima fuente, no sólo para la botánica médica de la época, sino también para otras muchas actividades científicas y técnicas. Fue, además, uno de los textos científicos españoles de más prolongada pervivencia en esta época.
Impreso por vez primera en Amberes en 1555, se reeditó en veintidós ocasiones en España hasta finales del siglo XVIII. Conviene advertir, sin embargo, que su importancia en el contexto científico español de su tiempo ha resultado exagerada, en parte debido a dicha pervivencia y quizá también porque es uno de los textos mejor atendidos por la investigación histórica. Sus limitaciones son, en efecto, tan innegables como sus cualidades. Laguna se basó en buena parte en la traducción del libro de Dioscórides que había publicado el italiano Piero Andrea Mattioli (1544) y las ilustraciones que incluye proceden en casi su totalidad de la obra de este último. Por otra parte, ni por la novedad de sus materiales, ni por el detalle de sus descripciones, puede esta obra equipararse a los estudios sobre el Nuevo Mundo de los naturalistas españoles de la época.
Bibliografía.
Fuentes.
Anatomica Methodus, sive de sectione humani corporis contemplatio…, París: L. Cyaneus, 1535.Epitome Omnium Galeni Pergameni operum, Venecia: J. Scotus, 1548.De articulari morbo commentarius, Roma: V. y A. Dorici, 1551.Methodus cognoscendi extirpandique excrescentes in vesicae collo carunculas, Roma: V. y A. Dorici, 1551.Epitome omnium rerum et sententiarum quae annotatu dignae in commentariis Galeni in Hippocratem extant, Lyon: G. Roville, 1554.Pedacio Dioscorides Anazarbeo acerca de la materia medicinal y de los venenos mortíferos, Amberes: J. Latio, 1555. Esta última obra es la única que tiene ediciones modernas: una edición crítica de César E. Dubler (Barcelona: Tip. Emporius, 1953) y otra facsímil con introducción de Teófilo Hernando (Madrid: Instituto de España, 1968).
Estudios.
LÓPEZ PIÑERO, J. M. (et al.): Los impresos científicos españoles de los siglos XV y XVI. Inventario, bibliometría y thesaurus, Valencia: Cátedra de Historia de la Medicina, 1982.DUBLER, C. E.: D. Andrés de Laguna y su época, Barcelona: Tip. Emporius, 1955.BATAILLON, M.: «Le Docteur Laguna, auteur du Viaje a Turquie, à la lumière de recherches rècentes», en Bulletin Hispanique, 58, 1956, pp. 121-181.—: «Sur l’humanisme du Docteur Laguna (Deux petits livres latins de 1543)», en Romance Philology, 17, 1963, pp. 207-234.O’MALLEY, C. D.: «Andrés Laguna and his Anatomica Methodus«, en Physis, 5, 1963, pp. 65-69.RIERA, J.: «La obra urológica de Andrés Laguna», en Actas del Segundo Congreso Español de Historia de la Medicina, Salamanca, 1965, vol. I, pp. 129-135.HERNANDO, T.: «Introducción y comentarios», en Andrés Laguna: Pedacio Dioscórides Anazarbeo (1555). Ahora nuevamente publicado por el Instituto de España, Madrid, 1968, vol. I, pp. 19-60.LÓPEZ PIÑERO, J. M.: «La disección y el saber anatómico en la España de la primera mitad del siglo XVI», en Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 13, 1974, pp. 51-110.
José María LÓPEZ PIÑERO