Kylián, Jirí (1947-VVVV). El genio checo que revolucionó la danza contemporánea
Jirí Kylián, nacido en Praga el 21 de marzo de 1947, es uno de los coreógrafos y bailarines más influyentes de la danza contemporánea. Su carrera ha dejado una marca indeleble en el mundo de la danza, especialmente a través de su trabajo en el Nederlands Dans Theater, donde ocupó cargos clave como director artístico y coreógrafo. Su capacidad para combinar la técnica clásica con un estilo innovador y moderno lo ha convertido en una figura fundamental en el desarrollo de la danza del siglo XX y XXI.
Orígenes y contexto histórico
Kylián creció en la capital checa, Praga, donde desde joven mostró una profunda pasión por la danza. A los 15 años, comenzó sus estudios en el Conservatorio de Praga bajo la dirección de Zora Semberova. Esta formación inicial fue solo el comienzo de una trayectoria que lo llevaría a expandir sus horizontes tanto artística como geográficamente. En 1967, Kylián se trasladó a Londres para continuar sus estudios en la prestigiosa Escuela del Royal Ballet. Allí amplió su visión y técnica, lo que le permitió comprender la danza desde una perspectiva más global y enriquecedora.
En 1968, un año después de completar su formación en Londres, el famoso coreógrafo John Cranko lo contrató para el Ballet de Stuttgart. Este paso marcó el comienzo de una fructífera colaboración entre Kylián y el reconocido coreógrafo, quien más tarde se convertiría en una gran influencia en su carrera. En Stuttgart, Kylián comenzó a desarrollarse como coreógrafo, creando obras como Paradox en 1970, un trabajo que presentaba innovadoras ideas y perspectivas coreográficas.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, Kylián ha creado más de cuarenta obras coreográficas, muchas de ellas para el Nederlands Dans Theater, donde desempeñó el cargo de codirector artístico junto a Hans Knill en 1975. Fue en esta compañía donde realmente despegó su carrera como coreógrafo estable y director artístico desde 1977. Kylián fusionó la tradición clásica con la danza contemporánea, y sus creaciones a menudo exploraron temas profundos y complejos, utilizando música clásica y moderna como fondo sonoro para sus obras.
Entre las contribuciones más importantes de Kylián al repertorio de la danza contemporánea se encuentran algunas de sus piezas más emblemáticas, como Verklärte Nacht (1975), una obra que utilizaba la música de Arnold Schoenberg para explorar el tema de la metamorfosis. Esta pieza fue clave para establecer a Kylián como un innovador dentro del mundo de la danza moderna.
Otras de sus composiciones destacadas incluyen Symfonie in D (1976), basada en la obra de Joseph Haydn, y Sinfonietta (1978), que utilizó la música de Leoš Janácek para narrar una historia de transformación. Estas obras, junto con Psalmensymphonie (1978) de Igor Stravinsky y Msa Glagolskaja (1979), fueron fundamentales para el crecimiento artístico de la compañía y consolidaron a Kylián como una figura crucial en la danza moderna.
Uno de los aspectos más distintivos de las coreografías de Kylián es su capacidad para integrar movimientos fluidos y expresivos con una estructura rigurosa. Obras como Dreamtime (1983), que fue inspirada por su estancia en Australia, y Falling Angels (1989), continúan siendo estudiadas y representadas por numerosas compañías en todo el mundo. Su habilidad para explorar la conexión emocional entre los bailarines y la música es una de las características que lo define como coreógrafo.
Momentos clave en su carrera
La trayectoria de Jirí Kylián está llena de momentos clave que marcaron su carrera. A continuación, se destacan algunas de las obras más relevantes que definieron su legado:
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1970: Coreografía de Paradox, su primer trabajo como coreógrafo en el Ballet de Stuttgart.
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1975: Nombramiento como codirector artístico del Nederlands Dans Theater, junto a Hans Knill.
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1977: Comienza a crear una serie de coreografías para el Nederlands Dans Theater, consolidándose como un referente en la danza contemporánea.
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1981: Estreno de Nomaden, una obra inspirada por su experiencia en Australia.
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1982: Svadebka (Las Bodas), que utiliza la música de Stravinsky y se convierte en uno de los grandes logros de su carrera.
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1984: Creación de L’Enfant et les Sortilèges (Ravel), una pieza que le permitió explorar una faceta más lírica de su estilo coreográfico.
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1991: Petite Mort (Mozart), una de las obras más icónicas de Kylián, que explora la relación entre la vida y la muerte.
Durante estos años, Kylián continuó desafiando las convenciones de la danza contemporánea, combinando estilos y géneros musicales en obras que siempre apuntaban a un lenguaje de expresión más profundo y auténtico.
Relevancia actual
El legado de Jirí Kylián sigue siendo de gran relevancia en la danza contemporánea, y su trabajo sigue influyendo en coreógrafos y bailarines de todo el mundo. La continua representación de sus obras en compañías de todo el mundo demuestra la perdurabilidad de su estilo único. La coreografía de Kylián no solo es apreciada por su técnica, sino también por la profunda conexión emocional que logra establecer entre los bailarines y el público.
La obra Petite Mort sigue siendo un referente en el repertorio de las principales compañías de danza, y otras de sus creaciones como Falling Angels y Dreamtime siguen siendo parte esencial de las temporadas de danza en los principales teatros internacionales.
En el contexto actual, su visión sigue viva a través de los intérpretes que continúan presentando sus obras. A pesar de que Kylián ya no desempeña roles tan visibles en la danza, su impacto como director artístico y coreógrafo sigue vivo, y su influencia se sigue sintiendo en la danza contemporánea de hoy.
Algunas de sus principales obras:
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Blue Hant (Piel Azul, 1974)
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Forgotten Land (Britten, 1981)
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Stepping Stones (Cage y Weber, 1991)
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Dream Dances (Berio, 1979)
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Feldmesse (Martinů, 1980)
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Sweet Dreams (Webern, 1990)
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Arcimboldo (1995)
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Wings of Wax (1997)
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Indigo Rose (1998)
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Half Past (1999)
Las obras de Kylián, sin importar el tiempo transcurrido desde su creación, siguen siendo una parte fundamental de la formación de los nuevos bailarines y coreógrafos. De manera indiscutible, su legado sigue transformando la danza y mantiene su posición como una figura central en la historia de la danza contemporánea.
En resumen, Jirí Kylián no solo ha dejado una huella indeleble en la historia de la danza, sino que su visión artística sigue siendo una fuente de inspiración y aprendizaje para futuras generaciones de artistas. La danza contemporánea, tal como la conocemos hoy, no sería la misma sin su influencia y sus contribuciones a esta disciplina.
MCN Biografías, 2025. "Kylián, Jirí (1947-VVVV). El genio checo que revolucionó la danza contemporánea". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/kylian-jiri [consulta: 24 de junio de 2025].