William Keighley (1889-1984): El director que transformó el cine de aventuras y gángsters

William Keighley (1889-1984) fue un director de cine estadounidense cuyo trabajo marcó una época dorada en Hollywood. Nacido en Filadelfia el 4 de agosto de 1889, Keighley comenzó su carrera en el teatro, lo que le permitió hacer la transición al cine sonoro con gran destreza. Su legado en la historia del cine abarca desde películas de gángsters hasta aventuras épicas, destacándose especialmente en los géneros bélico, comedia y western. A lo largo de su carrera, Keighley trabajó en algunas de las producciones más emblemáticas de la Warner Bros. y dejó una huella indeleble en la industria cinematográfica.
Orígenes y contexto histórico
William Keighley nació en una época en la que la industria cinematográfica estaba en pleno auge, pero aún lejos de alcanzar su apogeo. Aunque se formó como actor y director de escena en Nueva York, su verdadero destino lo llevaría a Hollywood. En los primeros años de la década de 1930, Keighley emigró a California, donde se sumergió de lleno en el mundo del cine sonoro, un medio que empezaba a consolidarse con gran fuerza. A pesar de que Keighley no era un completo desconocido en el ámbito teatral, fue en Hollywood donde su carrera alcanzaría la fama.
En sus primeros trabajos, Keighley se dedicó a la dirección de diálogos y como ayudante de dirección, lo que le permitió aprender las complejidades del cine sonoro. Su debut como director llegó en 1932 con El rey de los fósforos (codirigida junto a Howard Bretherton), una película que marcó su entrada en el cine de Hollywood. Este fue solo el comienzo de una prolífica carrera que lo llevó a convertirse en uno de los directores más versátiles de su tiempo.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, Keighley trabajó para la Warner Bros. y estuvo involucrado en una amplia gama de géneros, desde el cine de gángsters hasta la comedia, pasando por el cine bélico y el western. Uno de sus logros más significativos fue su habilidad para adaptar y trasladar a la pantalla historias clásicas y contemporáneas con un estilo único. Su capacidad para manejar el ritmo y la acción fue clave para que sus películas fueran un éxito tanto en taquilla como en crítica.
Películas emblemáticas
El rey de los fósforos (1932) fue la primera muestra del talento de Keighley en el cine de aventuras. Al año siguiente, con Ladies They Talk About (1933), continuó explorando el cine de género, destacándose también en la comedia, como lo haría más adelante con la adaptación de la obra The Man Who Came to Dinner (1941), escrita por George S. Kaufman y Moss Hart.
En 1936, Keighley co-dirigió The Green Pastures, una interpretación de la Biblia vista desde los ojos de unos niños negros. Basada en la obra de Marc Connelly, la película fue un éxito de crítica y recibió elogios por su sensibilidad y enfoque innovador. Otro gran hito en su carrera fue The Fighting 69th (1940), una película bélica con James Cagney y Pat O’Brien que se convirtió en un clásico del cine de guerra.
Keighley también se destacó en el género de aventuras. Su versión de The Prince and the Pauper (1937), basada en la obra de Mark Twain, es considerada una de las mejores adaptaciones de la novela. Con Errol Flynn como protagonista, Keighley entregó una película llena de emoción y comedia, un testamento de su habilidad para manejar tanto el drama como la ligereza.
Otro de sus logros más destacados fue Robín de los Bosques (1938), en la que compartió la dirección con Michael Curtiz. La película, protagonizada por Flynn y Olivia de Havilland, se ha mantenido como un referente en el cine de aventuras.
El cine negro y el thriller
La habilidad de Keighley para contar historias de crimen y suspenso lo llevó a ser uno de los grandes exponentes del cine negro. En Contra el imperio del crimen (1935), dirigida por Keighley y con una fotografía de Sol Polito, el director nos presentó un joven que, a pesar de haber sido criado por un gángster, se une al F.B.I. tras el asesinato de su amigo. Este filme le permitió a Keighley consolidar su reputación dentro del cine de gángsters, género que dominaría en los años siguientes con otras obras como Bullets or Ballots (1936) y Each Dawn I Die (1939), en las cuales también participó James Cagney.
Últimos años y legado
La producción de Keighley disminuyó notablemente a partir de 1942, aunque no mermó la calidad de su trabajo. En 1948, presentó La calle sin nombre, un regreso al cine negro con la interpretación de Richard Widmark. Su última película, El señor de Balantry (1953), adaptaba la obra de Stevenson, cerrando su carrera con una historia que ponía de manifiesto su maestría en la dirección.
Ya en su vejez, Keighley se retiró a París, donde vivió una vida tranquila acompañado de su esposa, la actriz Genevieve Tobin. Aunque su producción en el cine disminuyó en sus últimos años, su legado perdura en el cine clásico de Hollywood.
Momentos clave en la carrera de William Keighley
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1932: El rey de los fósforos (codirigida) marca el debut de Keighley como director en Hollywood.
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1936: The Green Pastures es un gran éxito de crítica, destacando por su enfoque único sobre la Biblia.
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1937: The Prince and the Pauper (con Errol Flynn) se convierte en un clásico de las aventuras.
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1938: Robín de los Bosques, con Flynn y Olivia de Havilland, una obra maestra de la acción y la emoción.
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1940: The Fighting 69th se convierte en uno de los grandes éxitos bélicos de la época.
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1942-1953: A pesar de una disminución en la producción, Keighley sigue demostrando su talento con películas como La calle sin nombre (1948) y El señor de Balantry (1953).
Relevancia actual
El trabajo de William Keighley sigue siendo estudiado y admirado por cinéfilos y expertos en cine. Su capacidad para abordar diferentes géneros y su enfoque en el ritmo y la acción le permitieron crear una obra cinematográfica rica y variada. Aunque su producción fue menos prolífica en sus últimos años, su influencia sigue presente en el cine contemporáneo, especialmente en el tratamiento de los géneros de aventura y cine negro.
En resumen, William Keighley fue un director que dejó una huella indeleble en el cine de Hollywood. Su dominio de la acción, el ritmo y su habilidad para trabajar en diversos géneros lo convierten en una figura clave en la historia del cine estadounidense.
MCN Biografías, 2025. "William Keighley (1889-1984): El director que transformó el cine de aventuras y gángsters". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/keighley-william [consulta: 28 de septiembre de 2025].