Horváth, Ödön von (1901-1938).


Escritor austriaco, nacido en Su?ak / Fiume (hoy Rijeka) en 1901 y fallecido en París en 1938.

Hijo de un diplomático austrohúngaro y de madre húngaro-alemana, hija de un médico militar, Horváth se concibió siempre a sí mismo como resultado de una mezcla de nacionalidades y profesiones típicas austriacas. Muy variopinta fue también su vida durante sus primeros años: la familia emigró de Su?ak a Belgrado, más tarde a Budapest, y luego a Múnich. Vivió el final de la Primera Guerra Mundial en Budapest, y finalizó sus estudios de bachillerato en Múnich, ciudad donde posteriormente estudió también Dramaturgia. En 1924 se trasladó a Berlín, desde donde viajó constantemente al domicilio de sus padres en Murnau. Fue precisamente en Berlín donde Horváth escribió a partir de 1926 los guiones radiofónicos que le dieron fama, entre los que destaca sobre todo el conocido Geschichten aus dem Wiener Wald (Historias de los bosques de Viena, 1930). Esta obra satírica y mordaz, en la que ironiza el título del conocido vals de Strauß, recibió el Premio Heinrich von Kleist.

Pero el brillante comienzo de su carrera dramática se vio frenado de repente en 1933, cuando se prohibió la representación de Glaube Liebe Hoffnung (Fe, amor, esperanza, 1932). Horváth regresó a Viena, en 1934 volvió a Berlín y, posteriormente, residió en Austria, en Henndorf, una pequeña localidad cercana a Salzburgo. En 1938 emigró a París a través de Budapest y Praga, pero al poco tiempo de instalarse en esta ciudad una rama de un árbol acabó con su vida.

La obra de sus últimos años son una muestra de que el abandono de Alemania fue algo más que un simple cambio de lugar. Los personajes que aparecen ahora ya no son los pequeñoburgueses de antaño; el lenguaje y el tono se hacen cada vez más austriacos, los temas más autobiográficos, la historia y la literatura se convierten en sus fuentes de inspiración. Obras como Don Juan kommt aus dem Krieg (Don Juan viene de la guerra, 1937) o Figaro läßt sich scheiden (Fígaro se divorcia, 1937) son una buena prueba de esta evolución. Realizó también alguna incursión en el terreno de la prosa, como las novelas Der ewige Spießer (El eterno provinciano, 1930), Jugend ohne Gott (Juventud sin Dios, 1937) y Ein Kind unserer Zeit (Un hijo de nuestro tiempo, 1938).

Algunos decenios después de la muerte de Horváth, su obra sufrió una nueva revalorización coincidiendo con el auge de los movimientos regionalistas y, por consiguiente, de la literatura en dialecto durante los años 70, y sirvió de modelo a autores como P. Handke y F.X. Kroetz. En la actualidad se le considera como uno de los dramaturgos más significativos de las letras alemanas.