Helvecio, Claude-Adrien o Helvetius (1715-1771).
Filósofo y literato francés de la Ilustración, más conocido como Helvetius, que fue amigo de Voltaire y de los demás enciclopedistas, partidario del empirismo lockiano y continuador de las teorías gnósticas de Condillac. Comenzó sus estudios en el colegio jesuita Louis-le-Grand, pero luego los abandonó para darse a la lectura de los moralistas, filósofos y científicos de la época. Sus obras principales: De l’esprit (1758) y De l’homme, de ses facultés intellectuelles et de son éducation (1772). Helvecio se preocupó especialmente de la ética, y menos de la ideología propiamente dicha. En sus obras distingue alma (principio de la vida, facultad de sentir) y espíritu (facultad de juzgar). La condición esencial del espíritu es la memoria.
Especial importancia otorga al estudio de las pasiones; en ellas pone el origen de las desigualdades de los hombres. En moral sólo nos da un naturalismo ético, basado en la búsqueda natural del placer y la fuga del dolor. Su argumento es el mismo que usan los hedonistas y utilitaristas: va contra la naturaleza y, por ende, es imposible, que el hombre no haga en un momento lo que le es posible y le proporcione placer. Pero el problema de la felicidad individual se prolonga en el problema de la felicidad de la nación. Por consiguiente, es necesario el sacrificio del interés particular, que produce una fusión de ambos intereses, pues la búsqueda y logro de lo uno va unido al otro. Este acuerdo o fusión armónica debe ser obra del Estado, y para lograrlo debe valerse de la legislación; especialmente de las leyes que conciernen a la educación, porque la corrupción de la sociedad y la ignorancia son causa de las conductas inmorales. Helvecio no es materialista, como a veces se le ha querido calificar, sino agnóstico.