Gregorio Rocasolano, Antonio de (1873-1941). El científico que contribuyó al avance de la bioquímica y la química de los coloides

Gregorio Rocasolano

Gregorio Rocasolano, nacido en Zaragoza en 1873 y fallecido en esa misma ciudad en 1941, fue una figura clave en la ciencia española del siglo XIX y principios del XX. Reconocido por su notable trabajo en el campo de la química, Rocasolano desarrolló investigaciones fundamentales en bioquímica y en la química de los coloides, dos áreas que marcaron su carrera científica. A lo largo de su vida, Rocasolano dejó un legado de importantes descubrimientos, contribuciones al ámbito académico y una profunda dedicación por la educación en su tierra natal.

Orígenes y contexto histórico

La vida de Gregorio Rocasolano estuvo marcada por su amor a su ciudad natal, Zaragoza, y por su empeño en avanzar la ciencia española, a pesar de las dificultades y limitaciones del contexto histórico y político de la época. Nació en una España que vivía las tensiones de los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX, una época en la que la ciencia española aún buscaba su consolidación frente a las grandes potencias científicas de Europa. Sin embargo, Rocasolano logró abrirse paso en el campo de la química y la bioquímica, campos que en ese momento estaban en pleno desarrollo.

Realizó sus estudios de bachillerato en Zaragoza, donde también completó la licenciatura en ciencias físicoquímicas en 1892. Posteriormente, se trasladó a la Universidad de Madrid para cursar el doctorado, obteniendo su título en 1897. Su formación continuó en París, donde asistió al Instituto Agronómico y participó en un curso de microbiología impartido por Emile Duclaux, además de realizar prácticas en el laboratorio de fermentación. Estos estudios en el extranjero le permitieron profundizar en áreas clave que influirían en su futura carrera científica.

Logros y contribuciones

El principal legado de Gregorio Rocasolano radica en sus estudios pioneros sobre los coloides y la bioquímica. A lo largo de su carrera, Rocasolano acumuló un total de 87 publicaciones, de las cuales 32 se centraron en los coloides, 22 en bioquímica agrícola y 16 en bioquímica médica. Los coloides fueron, sin duda, la pasión de Rocasolano, y sus investigaciones en este campo le permitieron obtener reconocimiento internacional.

En particular, sus estudios sobre la cinética de los coloides y el movimiento browniano fueron innovadores. Además, sus investigaciones sobre el poder catalítico de los catalizadores coloidales abrieron nuevos horizontes en la comprensión de los procesos químicos a nivel microscópico. Su trabajo en esta área fue tan significativo que sus publicaciones se difundieron en revistas científicas de todo el mundo, consolidando su prestigio como un referente en el estudio de los coloides.

Rocasolano también realizó importantes investigaciones en bioquímica agrícola. En particular, se interesó por el problema del nitrógeno en los suelos y desarrolló la idea de que la actividad bacteriana en los suelos podría ser incrementada mediante el uso de catalizadores coloidales, como el lignito coloidal activado. Esta investigación fue relevante no solo para la ciencia, sino también para la economía de su región, ya que buscaba mejorar la fertilidad de los suelos y la producción agrícola, en especial en las zonas vinícolas de Aragón.

Otro aspecto destacado de la labor de Rocasolano fue su contribución a la bioquímica médica. Durante sus últimos años, se dedicó al estudio del envejecimiento humano y la alimentación. Estas investigaciones no solo ampliaron los horizontes de la bioquímica, sino que también demostraron la aplicabilidad de la ciencia para mejorar la salud humana y la calidad de vida.

Momentos clave

A lo largo de su vida, Gregorio Rocasolano experimentó varios momentos clave que marcaron su carrera científica. Uno de los más destacados fue la obtención de la cátedra de química general en la Universidad de Barcelona en 1902, un cargo que dejó para regresar a Zaragoza, su ciudad natal, en 1902 tras obtener la permuta de su cátedra. Para él, regresar a Zaragoza y tomar el relevo de su maestro, Bruno Solano Torres, fue una de las mayores satisfacciones de su vida.

En 1918, su labor científica recibió un importante respaldo con la creación del laboratorio de Investigaciones Bioquímicas, lo que permitió a Rocasolano contar con mejores instalaciones y medios para continuar su trabajo. Este laboratorio se convirtió en un centro de investigación clave en la química y la bioquímica, lo que consolidó aún más su influencia en el ámbito científico español.

Además de sus investigaciones en la química y la bioquímica, Rocasolano también se dedicó a la divulgación científica. Escribió varios textos que se convirtieron en obras de referencia, como su tratado de química, publicado en 1924, y su tratado de bioquímica de 1928. Estos trabajos no solo eran útiles para los científicos de su tiempo, sino que también influenciaron a futuras generaciones de químicos y bioquímicos.

Relevancia actual

Hoy en día, la figura de Gregorio Rocasolano sigue siendo relevante en el ámbito científico, especialmente en las áreas de la bioquímica y la química de los coloides. Aunque su figura no ha alcanzado el nivel de reconocimiento internacional de otros científicos contemporáneos, sus investigaciones sobre los coloides y la bioquímica agrícola continúan siendo una referencia en el estudio de estos campos. Sus estudios sobre la cinética de los coloides y el uso de catalizadores coloidales en la agricultura sentaron las bases para futuras investigaciones en química física y biotecnología.

Además, la creación del laboratorio de Investigaciones Bioquímicas en Zaragoza es un testimonio del impacto duradero de su labor. Este laboratorio contribuyó significativamente al desarrollo de la investigación en España, especialmente en la década de 1920, cuando la ciencia española aún estaba luchando por ganar visibilidad en el contexto internacional.

Las contribuciones de Rocasolano a la bioquímica médica también siguen siendo de actualidad. Su trabajo sobre el envejecimiento humano y la alimentación ha sido precursor de estudios más modernos sobre los mecanismos biológicos del envejecimiento y la relación entre la nutrición y la salud. Hoy en día, estas áreas siguen siendo fundamentales en la investigación médica y en la búsqueda de soluciones para mejorar la calidad de vida.

Bibliografía

  • La Escuela de Química de Zaragoza. Universidad, 13 (1936), 254-287.

  • Cómo actúan los abonos catalíticos. Barbastro, Imp. Moderna, 1924.

  • Estudios químico-físicos sobre la materia viva, 2.ª ed. Zaragoza, Gregorio Casañal, 1917.

  • Tratado de bioquímica, Zaragoza, Gambón, 1928.

  • Tratado de química. Zaragoza, Gambón, 1924. En colaboración con F. Lavilla Llorens.

Fuentes de estudio:

  • SOLA, I. y LÓPEZ, T. Ciencia y fe en el bioquímico Antonio de Gregorio Rocasolano. Razón y Fe, 123 (1941), 310-317.

  • LACRUÉ, M. Rocasolano, Trabajos de Laboratorio de Bioquímica Aplicada. Vol. II y III, serie II (1941), páginas 7-22.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Gregorio Rocasolano, Antonio de (1873-1941). El científico que contribuyó al avance de la bioquímica y la química de los coloides". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/gregorio-rocasolano-antonio-de [consulta: 28 de septiembre de 2025].