Arturo Gordon Vargas (1883-1944). Un pintor chileno y su aporte trascendental al arte nacional

Arturo Gordon Vargas (1883-1944) fue un pintor chileno que dejó una huella imborrable en el desarrollo de las artes plásticas en su país. Reconocido por su talento y su participación activa en la vida artística nacional, Gordon Vargas se convirtió en una figura fundamental en la consolidación de la pintura chilena del siglo XX. Su obra, impregnada de sensibilidad y un profundo compromiso con la identidad de su tierra, lo ubica entre los grandes nombres de la pintura chilena.
Orígenes y contexto histórico
Arturo Gordon Vargas nació en 1883, hijo de Julio Gordón Fernández, ingeniero de profesión, y de Mercedes Vargas. A los ocho años se trasladó a Santiago de Chile, donde inició su educación formal en el Colegio San Agustín. Posteriormente, prosiguió sus estudios en el Liceo Miguel Luis Amunátegui, donde tuvo como profesor al reconocido artista Nicanor González Méndez.
Tras completar sus estudios humanísticos, ingresó en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile. Sin embargo, la pasión de Gordon Vargas por la pintura terminó imponiéndose, y decidió abandonar la carrera de arquitectura para dedicarse de lleno a su verdadera vocación.
En 1903, Gordon Vargas se matriculó en la Academia de Pintura en la Escuela de Bellas Artes, un centro clave para la formación de artistas en Chile. Allí contó con la tutela de destacados maestros: Cosme San Martín en Dibujo Elemental, y el célebre pintor Pedro Lira en Dibujo Superior y Pintura. Estos años de aprendizaje resultaron decisivos para su desarrollo artístico.
El joven Gordon Vargas también recibió influencias de otros artistas relevantes, como Juan Francisco González y Richón Brunet, quienes consolidaron en él un estilo personal, comprometido con el paisaje, las tradiciones y el acontecer de su tiempo.
Logros y contribuciones
La carrera de Arturo Gordon Vargas estuvo marcada por importantes logros y por una obra que retrató con sensibilidad las realidades de su país. En 1908, el pintor se conmovió profundamente por el terremoto que devastó la provincia de Valparaíso en 1906. Este acontecimiento quedó plasmado en su cuadro «Impresión de la noche del 16 de agosto de 1906», presentado en el Salón Oficial de Chile, donde obtuvo la tercera medalla, consolidándose como un artista de gran proyección.
Ese mismo año, la llegada a Chile del pintor español Álvarez de Sotomayor, quien asumió como profesor en la Escuela de Bellas Artes, impactó profundamente en la formación de Gordon Vargas. Junto a otros artistas como Exequiel Plaza, Laureano Guevara, Agustín Abarca, Enrique Bertrix y Pedro Luna, Gordon Vargas integró la Generación del 13, una destacada corriente artística que redefinió la pintura chilena.
En 1909, Gordon Vargas volvió a demostrar su talento al recibir la segunda medalla en el Salón Oficial con su obra «Nocturno», adquirida un año después por el Museo de Bellas Artes. Su consagración continuó en 1910, cuando participó en la Exposición Internacional de Buenos Aires con la pintura «La meica del barrio», elogiada por la crítica y adquirida por el Museo de Bellas Artes de la capital argentina.
A partir de 1913, Gordon Vargas amplió su contribución al arte chileno al colaborar con ilustraciones en revistas como Zig-Zag, Sucesos y más tarde en Pacífico Magazine, publicaciones que tuvieron un papel importante en la difusión de la cultura nacional.
Su consagración definitiva llegó en 1921, cuando participó nuevamente en el Salón Oficial con su obra «Un Sarao», obteniendo la primera medalla y el Premio de Historia Certamen Edwards. Este triunfo marcó el inicio de una etapa de madurez artística y reconocimiento público.
Momentos clave en su carrera
La trayectoria de Arturo Gordon Vargas estuvo jalonada por momentos trascendentales, que reflejan tanto su evolución artística como su profundo compromiso con la cultura chilena. A continuación, se destacan los hitos más relevantes de su carrera:
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1908: Presentación de «Impresión de la noche del 16 de agosto de 1906» en el Salón Oficial de Chile, donde obtuvo la tercera medalla.
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1909: Obtención de la segunda medalla en el Salón Oficial con «Nocturno».
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1910: Participación en la Exposición Internacional de Buenos Aires con «La meica del barrio», adquirida por el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires.
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1913: Colaboración en revistas culturales como Zig-Zag, Sucesos y Pacífico Magazine, difundiendo la literatura y el arte chilenos.
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1921: Primer premio y Premio de Historia Certamen Edwards por «Un Sarao».
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1922: Ingreso como profesor en la Academia de Bellas Artes de Valparaíso.
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1924: Participación en el Primer Salón de Primavera, organizado por la Federación de Estudiantes en la Biblioteca Severín.
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1925: Traslado a Santiago para trabajar en la decoración de la Biblioteca Nacional.
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1926: Obtención de la primera medalla en Pintura Decorativa.
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1929: Seleccionado por el gobierno chileno, junto a Laureano Guevara, para decorar el pabellón chileno en la Feria Internacional de Sevilla.
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1930: Encargo de la Dirección de Obras Públicas para decorar el Museo Histórico Nacional.
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1936-1944: Desempeño como profesor de pintura en la Academia de Bellas Artes de Viña del Mar.
Estos momentos no solo consolidaron a Arturo Gordon Vargas como uno de los pintores más importantes de su generación, sino que también evidenciaron su capacidad para dialogar con la historia y las inquietudes de su país a través del arte.
Relevancia actual
El legado de Arturo Gordon Vargas trasciende las décadas y continúa siendo objeto de admiración y estudio por parte de críticos, historiadores del arte y amantes de la cultura. Su obra, caracterizada por la riqueza expresiva y la atención al detalle, refleja la identidad chilena y la evolución de la pintura nacional a lo largo del siglo XX.
El aporte de Gordon Vargas como miembro de la Generación del 13 fue decisivo para consolidar un arte comprometido con las realidades sociales y la belleza de los paisajes chilenos. Sus cuadros, muchos de los cuales forman parte de colecciones públicas y privadas, siguen siendo testimonios valiosos del talento y la sensibilidad de este destacado pintor.
Su actividad docente también dejó una huella imborrable. Como profesor en la Academia de Bellas Artes de Viña del Mar, Gordon Vargas formó a generaciones de artistas que prolongaron y enriquecieron su visión artística. Así, su influencia se extendió más allá de su obra individual, configurando parte esencial del patrimonio cultural de Chile.
En la actualidad, el nombre de Arturo Gordon Vargas es sinónimo de pasión, creatividad y amor por el arte. Sus logros y su compromiso con la cultura nacional lo convierten en una figura emblemática que sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y continúa siendo un referente esencial para comprender la historia de la pintura chilena.
MCN Biografías, 2025. "Arturo Gordon Vargas (1883-1944). Un pintor chileno y su aporte trascendental al arte nacional". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/gordon-vargas-arturo [consulta: 28 de septiembre de 2025].