Dora Gómez Bueno de Acuña (1903-1987). La poeta paraguaya que dejó huella en la lírica nacional

Dora Gómez Bueno de Acuña (1903-1987) fue una de las figuras más destacadas de la literatura paraguaya del siglo XX. Reconocida no solo por su vasta producción poética, sino también por su labor como educadora, periodista y actriz radiofónica, su nombre permanece en la memoria colectiva del Paraguay gracias a su incansable dedicación a las Humanidades y su especial enfoque en la creación literaria.

Orígenes y contexto histórico

Nacida en Luque, un pequeño municipio en el departamento Central del Paraguay, Dora Gómez Bueno de Acuña fue testigo del crecimiento cultural y social de su país en el contexto del siglo XX, un periodo marcado por la consolidación del Estado paraguayo tras décadas de inestabilidad política. Criada en un ambiente que valoraba la educación y el arte, desde temprana edad mostró una clara inclinación hacia las Humanidades. Esta vocación se vio reflejada en su vida adulta, donde desempeñó múltiples roles, desde educadora hasta comunicadora. Su formación le permitió, además, adentrarse en la poesía y en otros campos creativos, lo que la consolidó como una de las poetas más importantes de Paraguay.

Logros y contribuciones

A lo largo de su vida, Dora Gómez Bueno de Acuña no solo se dedicó a la escritura, sino que también fue una mujer integralmente involucrada en el desarrollo social y cultural del Paraguay. Como maestra de enseñanza primaria, se dedicó a la educación, orientando su trabajo hacia los más jóvenes y marcando una huella profunda en la formación de varias generaciones. Su labor educativa la llevó a vincularse con la radio, donde trabajó durante años en programas destinados al público infantil. De esta manera, combinó su pasión por la enseñanza con la creación literaria, creando un puente entre la literatura y los niños, una labor esencial para la transmisión de la cultura a nuevas generaciones.

No obstante, la mayor parte de su relevancia histórica reside en su producción poética, la cual la posiciona como una de las figuras clave de la lírica nacional escrita por mujeres. Su primer libro, Flor de caña (1940), fue una obra revolucionaria para la literatura paraguaya, marcada por una voz innovadora que, según los críticos, lo convierte en el primer poemario erótico de las Letras paraguayas. Esta obra la destacó en la escena literaria no solo de Paraguay, sino también a nivel internacional, dada su frescura y su capacidad para abordar temas hasta entonces poco explorados en la poesía nacional.

La crítica literaria y la historiografía cultural paraguaya han subrayado la importancia de Dora Gómez Bueno dentro del canon literario del país. Su enfoque sincero, directo y a menudo emocional, rescató la realidad de las mujeres, explorando aspectos como la pasión, la sensualidad y la búsqueda de la identidad. En palabras de la escritora y profesora Josefina Pla, Dora Gómez Bueno es considerada la «única representante caracterizada» de la vertiente erótica en la literatura femenina paraguaya, una faceta clave de su estilo que marca una diferencia frente a otras autoras de la época.

Momentos clave en su carrera literaria

La carrera literaria de Dora Gómez Bueno se destacó por su evolución constante y su capacidad para experimentar con distintos estilos y temáticas. A continuación, se presentan algunos de los hitos más relevantes de su trayectoria:

  1. Flor de caña (1940): Su primer libro, que marcó un antes y un después en la poesía paraguaya al introducir una voz nueva, sincera y desinhibida.

  2. Barro celeste (1943): Un libro que sigue la línea de su primera obra y que profundiza en la exploración de los sentimientos humanos más profundos.

  3. Luz en el abismo (1954): Publicación que consolida a Gómez Bueno como una de las grandes poetas de su tiempo, abordando temas de introspección y existencialismo.

  4. Vivir es decir (1977): Una obra madura que reflexiona sobre la vida, la muerte y la permanencia de las palabras a través del tiempo.

  5. Antología (1985): Un resumen de su vasta trayectoria literaria, que recoge lo mejor de su producción poética.

Relevancia actual

El legado de Dora Gómez Bueno de Acuña sigue vigente en la literatura paraguaya y en la cultura nacional. Su obra poética ha sido objeto de estudio en diversas universidades, y su figura es ahora considerada un emblema de la lucha por la visibilidad de las mujeres en la literatura paraguaya. A pesar de que su vida y su obra se desarrollaron en un contexto histórico en el que las mujeres enfrentaban muchos obstáculos para acceder a los espacios de poder y cultura, Gómez Bueno logró consolidarse como una de las figuras más respetadas de su época, siendo recordada por su valentía literaria y por la capacidad de su obra para abordar temas profundos y universales.

La reivindicación de la voz femenina en la literatura paraguaya es uno de los legados más importantes de Dora Gómez Bueno, una mujer que, a pesar de las dificultades de su tiempo, se mantuvo firme en su vocación literaria y educativa. Hoy en día, su poesía sigue siendo leída, analizada y admirada tanto por estudiosos como por lectores, quienes encuentran en su obra un reflejo auténtico de la realidad emocional y existencial humana.

Obras de Dora Gómez Bueno

La producción literaria de Dora Gómez Bueno es vasta y diversa, abarcando desde el erotismo hasta la reflexión filosófica sobre la vida y la muerte. Algunas de sus obras más destacadas incluyen:

  • Flor de caña (1940)

  • Barro celeste (1943)

  • Luz en el abismo (1954)

  • Vivir es decir (1977)

  • Antología (1985)

Estas obras, que marcan diferentes etapas de su vida y carrera, continúan siendo un referente indispensable para aquellos interesados en la poesía paraguaya y en la historia de la literatura de mujeres en América Latina.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Dora Gómez Bueno de Acuña (1903-1987). La poeta paraguaya que dejó huella en la lírica nacional". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/gomez-bueno-de-acunna-dora [consulta: 28 de septiembre de 2025].