Genthe, Arnold (1869-1942).
Fotógrafo alemán nacido en Berlín en 1869 y fallecido en New Milford (Connecticut, Estados Unidos) en 1942. Alemán de origen y estudiante de Filología, viajó a Estados Unidos con la única pretensión de pasar dos años en la ciudad de San Francisco como profesor particular de Lengua. No tenía intención de establecerse allí y tampoco, en principio, ningún interés por la fotografía. Sin embargo, la ciudad de San Francisco le cautivó, particularmente la agitación del barrio chino donde fijó su residencia, por lo que decidió adquirir una cámara y registrar esas imágenes que tanto le impresionaban. Así fue como realizó una serie de fotografías que presentó en diversas salas de la costa oeste con gran éxito. Ello le motivó a instalarse en 1897 como fotógrafo por cuenta propia y a abrir un taller en San Francisco que se convirtió en lugar de paso obligado para numerosas personalidades de la vida pública. Poco a poco, Arnold Genthe consolidó una brillante reputación como fotógrafo retratista excelente.
Como consecuencia del terremoto que sacudió San Francisco en 1906, Genthe perdió todos sus bienes (tan sólo se salvaron los negativos de la serie de China Town, que había depositado en la caja fuerte de un banco); pero, una vez recuperado, adquirió una nueva cámara y registró todo el dolor y la destrucción resultantes del terrible seísmo. El valor de estas imágenes como documento y la citada serie de fotografías del barrio chino son dos de los principales motivos de la alta consideración en que se tiene a este fotógrafo.
Dos años después abandonó San Francisco para instalarse en Nueva York; allí se inició en una nueva técnica, la fotografía de danza. Retrató a bailarinas famosas de la talla de Anna Pavlova e Isadora Duncan, al tiempo que recuperaba su antigua reputación como maestro del retrato. En este sentido, es brillante la fotografía de la actriz Greta Garbo, a cuyo descubrimiento como estrella se dice que contribuyó con sus tomas. Su imagen de la Garbo no es, sin embargo, ésa a la que el público está acostumbrado. El retrato de Genthe muestra a una preciosa mujer de perfil, sin apenas maquillaje, con expresión tranquila e ingenua, con la mano apoyada en el pecho y sin grandes contrastes lumínicos, mientras un ligero flou envuelve la toma en una suave dulzura que a la Garbo, en palabras de sus biógrafos, no parecía sobrarle.
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