José Antonio de Gaztañeta e Iturribalzaga (1656–1728): El Visionario que Revolucionó la Construcción Naval Española
Orígenes y primeros años en Motrico
José Antonio de Gaztañeta e Iturribalzaga, nacido el 11 de agosto de 1656 en Motrico, Guipúzcoa, llegó al mundo en una región profundamente vinculada al mar. La tradición marinera de su familia marcó su destino desde el nacimiento. Motrico, un puerto activo en el Cantábrico, ofrecía un ambiente perfecto para que un joven se familiarizara con los barcos, el comercio marítimo y la navegación.
Desde niño, Gaztañeta respiró la atmósfera de astilleros, mareas y relatos de viajes transoceánicos. Con tan solo doce años, en 1668, inició su carrera embarcado a bordo de un galeón rumbo a las Indias, lo que supuso el primero de sus múltiples viajes que le llevarían a recorrer los principales puertos del Imperio español.
Primeros embarques: travesías a Indias desde los 12 años
Entre los 12 y 28 años, Gaztañeta realizó once travesías redondas —viajes de ida y vuelta a América— que lo llevaron a destinos como Buenos Aires, Tierra Firme y Nueva España. Cada travesía le proporcionó experiencia en navegación oceánica, comercio ultramarino y supervivencia en alta mar, habilidades esenciales para un futuro oficial de la Armada. Estas rutas transatlánticas eran extremadamente peligrosas debido a tormentas, ataques de corsarios y enfermedades, por lo que el éxito de cada misión aumentaba la reputación del joven marino.
Ascenso en la Armada y primeros logros
Nombramiento como piloto mayor y capitán de mar (1684)
En 1684, a los 28 años, su experiencia y pericia lo llevaron a recibir el prestigioso cargo de piloto mayor, una posición clave para la navegación y formación de pilotos en la Armada española. Además, obtuvo el grado de capitán de mar, rango militar que le confería autoridad sobre buques y tripulaciones.
Este mismo año se incorporó formalmente como piloto en la Armada del Mar Océano, la principal fuerza naval encargada de proteger los intereses españoles en el Atlántico. Su rápido ascenso evidenciaba su talento, disciplina y profundo conocimiento de las artes de la navegación.
En 1687, solo tres años después de su nombramiento, el gobierno real le encomendó un desafío mayor: la construcción de la nave capitana real en el astillero de Colindres (Santander), uno de los más importantes del norte de España. Allí se involucró directamente en los procesos de diseño, selección de maderas y ensamblaje de la nave, lo que despertó su interés por perfeccionar la arquitectura naval.
Este proyecto significó un punto de inflexión, pues Gaztañeta comprendió que la calidad y proporción de los barcos eran tan decisivas como el valor de sus tripulaciones. Desde entonces, dedicó parte de su carrera a estudiar y mejorar los métodos de construcción de navíos.
Durante su estancia en Cádiz, publicó en 1696 su primera gran obra, el Norte de Navegación hallado por el quadrante de reducción, redactada originalmente en 1692. Con esta publicación, introdujo en España el uso sistemático del cuadrante de reducción, un instrumento náutico que permitía medir la altura de los astros con mayor precisión para determinar la posición en alta mar.
Este avance facilitó la navegación en rutas transatlánticas y contribuyó a que los pilotos españoles mejoraran la seguridad y la eficiencia de los viajes. También fomentó el uso de la corredera ideada por el británico William Bourne, que ayudaba a calcular la velocidad del barco. Estas innovaciones convirtieron a Gaztañeta en un referente técnico en la navegación oceánica del siglo XVII.
Participación en campañas militares (1694-1701)
Campañas mediterráneas y en Canarias
Entre 1694 y 1695, Gaztañeta participó en campañas en el Mediterráneo, donde la Armada española defendía intereses frente a corsarios berberiscos y potencias rivales como Francia y el Imperio Otomano. Durante estos años, se consolidó como un oficial experimentado en maniobras navales y en el mando de escuadras.
En 1696, tomó parte en la campaña de Canarias, demostrando su capacidad para operar en distintos escenarios y climas. Esta misión reforzó la presencia española en las islas, un punto estratégico vital para el control de las rutas hacia América y África.
Entre 1700 y 1701, Gaztañeta viajó a la región del Darién, en el actual Panamá, participando en operaciones que buscaban consolidar la influencia española en el Caribe y América Central. Allí, adquirió experiencia en logística de grandes flotas y operaciones anfibias, habilidades que resultarían esenciales en sus futuras empresas.
El contexto político: la Guerra de Sucesión Española
Muerte de Carlos II y el conflicto dinástico
El 1 de noviembre de 1700, murió el rey Carlos II, último monarca de la Casa de Habsburgo en España. Antes de fallecer, había designado como sucesor a Felipe, duque de Anjou y nieto del rey francés Luis XIV, lo que desencadenó el conflicto dinástico que pasó a la historia como la Guerra de Sucesión Española (1702–1715). La proclamación de Felipe como Felipe V fue rechazada por el otro pretendiente, el archiduque Carlos de Austria, lo que llevó a una guerra que enfrentó a diversas potencias europeas en suelo español y en las posesiones ultramarinas.
Lealtad de Gaztañeta al Borbón Felipe V
Gaztañeta, fiel al testamento de Carlos II, apoyó al candidato borbónico Felipe V. Su lealtad no solo fue política, sino que se materializó en un intenso trabajo a favor de la causa borbónica, asegurando la supremacía naval española en el norte de la Península.
Superintendencia de los astilleros de Cantabria
En 1702, recién iniciada la guerra, Gaztañeta fue nombrado superintendente general de los astilleros de Cantabria, cargo clave para la estrategia de Felipe V, que necesitaba reconstruir y modernizar su flota para afrontar a enemigos como Inglaterra y Holanda. Gaztañeta reorganizó los astilleros de Guarnizo, Colindres y Pasajes, impulsando la estandarización de medidas, la mejora de la calidad de la madera y la optimización de los diseños de navíos de guerra.
Gracias a sus conocimientos prácticos y teóricos, modernizó los procesos de construcción naval, reduciendo costes y tiempos de entrega, lo que permitió al bando borbónico disponer de barcos mejor preparados para el conflicto.
Innovaciones técnicas y preparación de la flota para Felipe V
Durante su gestión, introdujo conceptos que rompían con las prácticas tradicionales basadas en la experiencia transmitida de maestro a aprendiz, para implementar un enfoque más científico. Aplicó proporciones exactas y cálculos geométricos al diseño de los cascos, lo que mejoró la maniobrabilidad, velocidad y resistencia de los barcos.
Este sistema, que recogía en sus obras técnicas, dotó a la Armada de Felipe V de embarcaciones que no solo igualaban, sino que en muchos casos superaban a las francesas e inglesas, sentando las bases para un nuevo modelo de construcción naval que perduraría en España varias décadas.
Conquista de Sicilia y desastre en Cabo Passaro
Formación de la gran escuadra para el marqués de Ledé
Tras su labor en los astilleros, en 1717 José Antonio de Gaztañeta fue asignado al mando de una gran escuadra compuesta por aproximadamente cuarenta buques de guerra y cerca de cuatrocientos barcos de transporte. Esta formidable flota tenía como misión transportar las tropas del marqués de Ledé para la conquista de Sicilia, en el marco del proceso histórico conocido como el “irredentismo borbónico”, cuyo objetivo era recuperar para España territorios italianos perdidos tras la Guerra de Sucesión.
Conquista inicial y emboscada británica sin declaración de guerra
El desembarco en Sicilia fue un éxito inicial para Gaztañeta y sus tropas. Sin embargo, en un episodio que evidenció la complejidad política y militar europea de la época, la escuadra española fue sorprendida por la armada británica al mando del almirante Byrg frente al cabo Passaro, el 11 de agosto de 1718. A pesar de no existir una declaración formal de guerra entre España y Gran Bretaña, los ingleses atacaron con contundencia, destruyendo casi toda la flota española en una acción rápida y devastadora.
Consecuencias del combate y heridas de Gaztañeta
Durante el combate, Gaztañeta resultó gravemente herido. Este golpe supuso una humillación para la Armada española y marcó el fin del dominio hispano en Sicilia, que quedó bajo control extranjero. Tras recuperarse de sus heridas, Gaztañeta decidió enfocar sus esfuerzos en la mejora técnica y científica de la construcción naval, consciente de que la superioridad en el mar dependía también del diseño y calidad de los barcos.
Últimos años de servicio y ascensos finales
Tras su recuperación, Gaztañeta volvió a sus responsabilidades en los astilleros y la construcción naval. Su experiencia en combate y mando le permitió comprender mejor las necesidades estratégicas de la flota, integrando este conocimiento en sus innovaciones técnicas.
Ascenso a teniente general en 1720
En 1720, en reconocimiento a su valiosa trayectoria, fue ascendido al grado de teniente general, equivalente a almirante. Esta posición le otorgó una autoridad aún mayor para dirigir asuntos navales y articular la política de construcción de la Armada española.
Última misión con la flota de Indias (1726-1727)
Entre 1726 y 1727, Gaztañeta fue destinado nuevamente a la flota de Indias, encargándose de misiones relacionadas con la protección y abastecimiento de las rutas transatlánticas que comunicaban España con sus colonias americanas, tarea vital para el sostenimiento del Imperio español.
De la tradición al método científico en el diseño de buques
Una de las aportaciones más destacadas de Gaztañeta fue la aplicación de un enfoque científico y racional a la construcción naval, en contraposición con las prácticas tradicionales basadas en la costumbre y la experiencia empírica sin fundamentación matemática. Este cambio metodológico permitió la estandarización y optimización de los barcos.
Arte de fabricar reales, Proporción de las medidas… y Proporciones de las medidas…
Gaztañeta plasmó sus conocimientos y métodos en tres obras fundamentales:
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Arte de fabricar reales (1687-1691): Primera exposición de sus ideas técnicas sobre la construcción de navíos bajo el reinado de Carlos II.
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Proporción de las medidas arregladas a la construcción de un bajel de guerra de sesenta codos de quilla (1712): Publicada durante el reinado de Felipe V, en esta obra expuso normas concretas de medidas y proporciones para la construcción de navíos de guerra estándar.
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Proporciones de las medidas más esenciales para la fábrica de navíos y fragatas (1720): Considerada la obra más importante, en la que definió las proporciones exactas para barcos de guerra y fragatas, combinando teoría y práctica. Esta publicación sirvió como base para una Real Orden que reguló la construcción naval española hasta 1752.
Las normas establecidas por Gaztañeta se aplicaron en la construcción de navíos en los astilleros de Pasajes y Guarnizo entre 1716 y 1717. Los barcos construidos bajo estas directrices tenían excelentes condiciones de navegabilidad, resistencia y capacidad bélica, demostrando la eficacia del método científico aplicado a la arquitectura naval.
Introducción del cuadrante de reducción en España
Además de su trabajo en la construcción naval, Gaztañeta revolucionó la navegación en España con la introducción del cuadrante de reducción, un instrumento que permitía mediciones astronómicas más precisas para determinar la posición en el mar.
Este método provenía de los avances del francés Blondel, quien detalló su uso en la obra Trésor de la Navigatión (1676). Gaztañeta fue responsable de popularizar esta técnica en España a través de su obra Norte de Navegación, facilitando la modernización de la navegación española en el siglo XVIII.
Contribución a las proyecciones esféricas cartográficas
En el campo de la cartografía, Gaztañeta también desarrolló una de las primeras proyecciones esféricas para representar la superficie terrestre, mejorando la precisión y utilidad de los mapas náuticos, un avance fundamental para la navegación transoceánica.
El legado de José Antonio de Gaztañeta
Su influencia en la Marina de la Ilustración
El legado de Gaztañeta trasciende su vida: fue un pionero que anticipó la Ilustración naval en España, conjugando la práctica con la ciencia y marcando un antes y un después en la Marina española.
Bajo las normas que estableció, se construyeron navíos emblemáticos como el San Phelipe (terminado en 1732), un coloso de tres puentes con 114 cañones que simbolizaba la culminación del sistema constructivo ideado por Gaztañeta.
La Real Orden basada en sus proporciones fue el modelo oficial para la construcción naval española hasta mediados del siglo XVIII, demostrando su eficacia y vigencia.
Relevancia histórica y científica para España y Europa
La obra y el método de José Antonio de Gaztañeta e Iturribalzaga posicionaron a España como un referente en la construcción naval durante el siglo XVIII. Su enfoque científico influyó en los métodos europeos, especialmente frente a las escuelas inglesa y francesa, y contribuyó a la recuperación y modernización del poder naval español en una etapa crucial de su historia.
MCN Biografías, 2025. "José Antonio de Gaztañeta e Iturribalzaga (1656–1728): El Visionario que Revolucionó la Construcción Naval Española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/gaztanneta-e-iturribalzaga-jose-antonio-de [consulta: 6 de agosto de 2025].
