Ferrant Llausás, Luis (1806-1868): Un pintor español cuya obra trascendió la corte de Isabel II
Luis Ferrant Llausás, pintor español de renombre, nació en Barcelona en 1806 y falleció en Madrid en 1868. A lo largo de su vida, alcanzó grandes logros en el campo artístico, consolidándose como una figura destacada dentro de la pintura española del siglo XIX. Su vida y obra, marcadas por el contexto histórico de su época, no solo lo vinculan a la corte de Isabel II, sino que lo posicionan como un maestro cuyo legado ha perdurado en el tiempo.
Orígenes y contexto histórico
Ferrant Llausás nació en una familia con tradición artística. Era hermano del pintor Fernando Ferrant y Llausás, lo que seguramente influyó en su desarrollo temprano como artista. Desde su juventud, mostró un gran talento que lo llevó a estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde tuvo como maestro a Juan Antonio de Ribera, una de las figuras más relevantes del arte español en esa época.
Durante su formación, Ferrant Llausás contó con el apoyo de figuras clave, como el infante don Sebastián Gabriel, quien le otorgó una beca para estudiar en Roma. En 1840, el pintor viajó a la Ciudad Eterna, llevando consigo a su hermano Fernando Ferrant, el cual, a pesar de su talento, no lograría completar su carrera debido a una prematura muerte. La estancia en Roma fue determinante para Ferrant, ya que, en 1842, tras pasar un par de años en la ciudad italiana, se trasladó a Nápoles, donde obtuvo el cargo de pintor del rey Fernando II.
Logros y contribuciones
La carrera de Luis Ferrant Llausás abarcó una amplia gama de géneros pictóricos. Su obra abarca desde temas religiosos hasta mitológicos, históricos y literarios. Entre sus trabajos más conocidos destacan los temas religiosos, como «La Virgen, San Juan y las Tres Marías al pie de la Cruz» o «San Sebastián». También abordó escenas bíblicas, como «Tobías y su padre con el ángel» y «Adán y Eva ante el cadáver de Abel».
Por otro lado, su faceta histórica se reflejó en obras como «Miguel Ángel y el papa Urbano» y «Cervantes hecho prisionero y conducido a Argel», mientras que su interés por la literatura lo llevó a pintar «Cervantes escribiendo el Quijote». También exploró temas mitológicos, entre los que destaca «Mercurio adormeciendo a Argos».
Ferrant también dejó una significativa producción de retratos, siendo el más famoso de ellos el de su sobrino Alejandro Ferrant, quien sería uno de sus discípulos más destacados. Su arte fue especialmente valorado en la corte de Isabel II, quien lo nombró pintor de cámara, un cargo que le permitió realizar una serie de retratos de la familia real y varios encargos en los Reales Sitios, como los cuadros que adornan el Palacio Real de Aranjuez.
La producción de Ferrant Llausás no se limitó a la corte, sino que también abarcó diversos encargos oficiales. En 1850, fue encargado de realizar los retratos de los reyes de Castilla, como parte de una serie solicitada por el Ministerio de Fomento. De manera similar, realizó la serie completa de los reyes de Navarra, encargada por la Diputación Provincial. Estas obras consolidaron su posición dentro del panorama artístico oficial.
Momentos clave en la vida de Ferrant Llausás
A continuación, se destacan algunos de los momentos más relevantes en la carrera de Luis Ferrant Llausás:
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1840: Viaja a Roma gracias a una beca otorgada por el infante Sebastián Gabriel, llevándose a su hermano Fernando, quien moriría poco tiempo después.
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1842: Se traslada a Nápoles y comienza a trabajar como pintor del rey Fernando II.
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1848: Regresa a España y comienza a enseñar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
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1854: Es nombrado profesor titular de la escuela elemental de la misma institución.
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1861: Es promovido a profesor superior de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
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1868: Su muerte coincide con el destronamiento de Isabel II, un hecho que ha sido interpretado como una curiosa casualidad dada su estrecha relación con la corte isabelina.
Relevancia actual
La figura de Luis Ferrant Llausás sigue siendo relevante hoy en día, especialmente en el ámbito del arte académico español. Su legado como profesor y pintor de cámara continúa siendo apreciado, y su obra es considerada una de las más representativas de la pintura realista e histórica del siglo XIX en España.
A través de su formación y enseñanza en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, Ferrant Llausás contribuyó a la formación de futuras generaciones de artistas, entre ellos su sobrino Alejandro Ferrant, quien lo reconoció como uno de sus más grandes maestros. Su influencia no solo se limita a su legado artístico, sino que también abarca su capacidad para establecer conexiones con figuras clave de la época, como Isabel II y el infante Sebastián Gabriel, quienes jugaron un papel importante en su carrera.
A pesar de su vinculación con el poder político y la corte, Ferrant Llausás siempre se mantuvo fiel a su vocación artística, priorizando su obra por encima de los cargos oficiales que ocupó. Esta dedicación a su arte le ha otorgado un lugar destacado en la historia del arte español.
El contexto histórico en el que vivió, marcado por los cambios políticos y sociales de la época isabelina, también tuvo un impacto en su obra. La transición entre el reinado de Isabel II y el destronamiento de la monarquía coincidió con su muerte, lo que, para algunos críticos, añade una capa de simbolismo a su legado. Sin embargo, su arte ha trascendido estas circunstancias y sigue siendo una referencia para los estudiosos del arte del siglo XIX en España.
Ferrant Llausás es un ejemplo de cómo la dedicación al arte y la capacidad para adaptarse a los cambios de la época pueden dejar una huella perdurable en la historia del arte. Su obra sigue siendo una fuente de inspiración y admiración, tanto en España como en el resto del mundo.
MCN Biografías, 2025. "Ferrant Llausás, Luis (1806-1868): Un pintor español cuya obra trascendió la corte de Isabel II". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ferrant-llausas-luis [consulta: 28 de septiembre de 2025].