Nicolás Fernández de Moratín (1737-1780): El neoclásico que dejó su huella en la literatura española
Nicolás Fernández de Moratín (1737-1780) fue uno de los escritores más representativos de la transición entre el Barroco y el Neoclasicismo en España. Nacido en Madrid, su obra abarcó diversos géneros, destacándose en la poesía y el teatro. Su estilo, influenciado por las ideas de la Ilustración y el clasicismo europeo, le permitió abordar tanto temas tradicionales como innovadores, dejando un legado literario que perduró a lo largo del tiempo. En este artículo, exploraremos su vida, su obra, los momentos clave de su carrera y su relevancia actual.
Orígenes y contexto histórico
Nicolás Fernández de Moratín nació en Madrid el 20 de julio de 1737, en el seno de una familia acomodada. Su padre, también llamado Nicolás Fernández de Moratín, desempeñaba un importante cargo en la Corte, lo que le permitió a Nicolás recibir una educación de alta calidad. Estudió en La Granja (Segovia) y en Calatayud (Zaragoza), y completó la carrera de Derecho en Valladolid. Esta formación académica fue fundamental para el desarrollo de su pensamiento crítico y literario.
El siglo XVIII fue una época de grandes transformaciones en Europa, marcada por el auge de la Ilustración y la llegada de nuevas corrientes filosóficas que promovían la razón y el conocimiento. En España, el Neoclasicismo se fue consolidando como la principal corriente artística, influenciada por los ideales franceses y por el rescate de los modelos literarios de la Grecia y Roma antiguas. Moratín, aunque en sus primeros años estuvo vinculado a la tradición barroca, se sumó con fuerza a la corriente neoclásica, destacándose en la poesía y el teatro.
Logros y contribuciones
Poesía tradicional y neoclásica
Aunque es más conocido por su teatro, la poesía de Nicolás Fernández de Moratín también es un aspecto importante de su legado literario. Su obra poética abarca una amplia variedad de géneros, desde los líricos hasta los narrativos, y su estilo refleja tanto la herencia barroca como la influencia de la nueva estética neoclásica.
Sus primeros poemas fueron muy influenciados por los modelos barrocos, especialmente en los temas amorosos, en los que sus composiciones eran similares a las de los poetas del Siglo de Oro español. Sin embargo, con el tiempo, Moratín fue incorporando elementos más ligeros y frescos, alineándose con los gustos neoclásicos de la época.
Uno de sus poemas más conocidos es el narrativo «Tarde de toros en Madrid», en el que mezcla historia, leyenda y tradición. En este poema, Moratín imagina que el Cid, el héroe medieval, baja hasta Madrid, que en ese momento estaba ocupada por musulmanes, para intervenir en un festejo taurino. La obra resalta la riqueza cultural de la época y la fascinación de Moratín por las tradiciones españolas, como la fiesta de los toros.
Otro poema importante en su repertorio es «La Diana o el arte de la caza», una composición didáctica en la que Moratín ofrece sus reflexiones sobre la caza, una de sus aficiones personales. Además, escribió epigramas, que son poemas festivos y jocosos, entre los que destaca el conocido «Saber sin estudiar», en el que aborda de manera irónica las nociones de sabiduría y erudición.
El teatro neoclásico de Moratín
En cuanto al teatro, Nicolás Fernández de Moratín es considerado un exponente clave del Neoclasicismo en España. Su obra teatral se caracteriza por seguir estrictamente las tres unidades de la dramaturgia neoclásica: unidad de tiempo (una acción que ocurre en un solo día), unidad de lugar (una única localización) y unidad de acción (una trama sin subtramas).
Las obras teatrales de Moratín tuvieron una gran aceptación en su época, y algunas de ellas se consideran hoy clásicos del teatro español. Entre las más destacadas se encuentran «La petimetra» (1762), «Lucrecia» (1764) y «Hormesinda» (1770). A pesar de que hoy en día su estilo pueda parecer algo rígido y artificioso, en su tiempo sus obras fueron muy populares debido a la claridad y la moralidad de los mensajes que transmitían.
En sus piezas teatrales, Moratín abordó temas como la moralidad, el respeto a las normas y la crítica a los vicios de la sociedad. Sus personajes suelen ser tipos de la sociedad de la época, y las situaciones dramáticas que plantea se desarrollan dentro de un marco de valores ilustrados. Su enfoque en la razón y la lógica, características del Neoclasicismo, le permitió expresar de manera eficaz las preocupaciones de la Ilustración.
Momentos clave en la carrera de Moratín
A lo largo de su vida, Nicolás Fernández de Moratín vivió algunos momentos clave que marcaron tanto su carrera como su influencia en la cultura española. Uno de los momentos más importantes fue la fundación de su propio periódico «El Poeta», donde defendió las ideas de la Ilustración y promovió la corriente neoclásica. A través de este medio, Moratín tuvo una plataforma para exponer sus puntos de vista sobre la literatura, la ciencia y el arte, y para influir en la opinión pública de su tiempo.
Además, Moratín formó parte de una de las tertulias literarias más importantes de Madrid: la tertulia de la Fonda de San Sebastián. Este grupo de intelectuales y escritores se reunía para debatir sobre literatura, política y cultura, y fue fundamental para el desarrollo del Neoclasicismo en España.
La polémica sobre la fiesta de los toros
Un aspecto interesante de la obra de Moratín es su Carta histórica sobre la fiesta de los toros (1777), en la que se aborda una de las tradiciones más polémicas de la época: la tauromaquia. A través de esta obra, Moratín mostró la complejidad de su pensamiento y la contradicción que existía en su generación: aunque apoyaba las nuevas ideas ilustradas y el pensamiento racional, no dejaba de venerar las costumbres populares, como las corridas de toros, que formaban parte del imaginario colectivo español.
Relevancia actual
La figura de Nicolás Fernández de Moratín sigue siendo relevante hoy en día, especialmente en el estudio de la literatura española del Siglo XVIII. Su obra, aunque a veces subestimada, ofrece una visión profunda de los cambios culturales y sociales que se produjeron durante la Ilustración. Su compromiso con la razón y el progreso es un reflejo de los valores que impulsaron a la sociedad española hacia la modernidad.
Moratín no solo influyó en sus contemporáneos, sino que también dejó un legado en escritores posteriores, como su propio hijo, Leandro Fernández de Moratín, quien siguió de manera más estricta los principios del Neoclasicismo. A pesar de las críticas que a veces recibe por su estilo teatral y poético, su capacidad para capturar los dilemas y las contradicciones de su tiempo sigue siendo un punto de referencia en la historia literaria de España.
Hoy, la obra de Nicolás Fernández de Moratín es estudiada no solo por su valor literario, sino también por su aporte al entendimiento de la transición de España hacia una época más racional y moderna. Su capacidad para integrar lo antiguo con lo nuevo lo convierte en una figura clave para comprender el cambio cultural de su época.
MCN Biografías, 2025. "Nicolás Fernández de Moratín (1737-1780): El neoclásico que dejó su huella en la literatura española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fernandez-de-moratin-nicolas [consulta: 29 de septiembre de 2025].