Fernández de Alderete, Juan (ca. 1503-1572). El conquistador que forjó su destino en los confines de América
Juan Fernández de Alderete, nacido alrededor de 1503 en Toro, España, y fallecido en 1572 en Santiago de Chile, fue un destacado conquistador y religioso que participó activamente en la colonización de América. Su vida estuvo marcada por una serie de peripecias que lo llevaron a ser testigo de algunos de los eventos más relevantes de la historia de la conquista de América, desde la búsqueda del mito del Dorado en Venezuela hasta su papel en la fundación de Santiago de Chile. Aunque su vida estuvo llena de altibajos y momentos azarosos, terminó sus días como religioso franciscano, dejando un legado importante en la historia de Chile.
Orígenes y contexto histórico
El nacimiento de Juan Fernández de Alderete en Toro, España, ocurrió en una época de grandes transformaciones para el mundo europeo. A comienzos del siglo XVI, la expansión colonial española estaba en su apogeo, y la búsqueda de nuevas tierras y riquezas se convirtió en una de las principales motivaciones para los aventureros y conquistadores. En este contexto, el joven Alderete se unió a las expediciones que se dirigían a América, donde sus acciones y decisiones lo llevarían a involucrarse en algunos de los momentos más cruciales de la historia de la conquista.
A pesar de que poco se sabe acerca de su vida antes de 1534, se sabe que fue pariente de Jerónimo de Alderete, un destacado compañero de Pedro de Valdivia en la conquista de Chile, aunque se ha producido cierta confusión entre ambos debido a su similitud de apellidos.
La participación en la conquista de Venezuela
La vida de Fernández de Alderete dio un giro importante en 1534 cuando se unió a la expedición dirigida por Gerónimo de Ortal, quien se dirigía hacia la gobernación de Paria, con la esperanza de llegar al río Meta en busca del Dorado, el mítico reino de oro que había cautivado a tantos exploradores. Alderete comenzó su viaje como parte de la hueste de Ortal, pero la expedición sufrió varios contratiempos que marcarían el inicio de su azarosa travesía.
El primer hito importante en su carrera ocurrió cuando Ortál decidió abandonar la expedición desde San Lúcar, lo que obligó a Fernández de Alderete a continuar solo en una nave separada, que transportaba un refuerzo de 100 hombres. El grupo llegó a la isla Cubagua en noviembre de 1534, donde se reunieron nuevamente con Ortal y prosiguieron hacia Tierra Firme, fundando la ciudad de San Miguel de Neveri en 1535.
Durante este periodo, Fernández de Alderete luchó a las órdenes de Ortal contra los pueblos indígenas y se enfrentó incluso a otros españoles que, enviados desde Trinidad por Sedeño, intentaban arrebatarles sus conquistas. Sin embargo, el conflicto entre los miembros de la expedición pronto estalló. En febrero de 1535, la hueste pasó hacia los llanos en busca del río Meta, pero la situación culminó en una revuelta contra Ortál, y Fernández de Alderete se vio obligado a asumir el liderazgo de los rebeldes, acompañado por otro capitán llamado Martín Nieto.
Conquistar el territorio y su papel en la lucha por el Dorado
Fernández de Alderete, como líder de los rebeldes, se dirigió hacia el oeste, donde encontró las avanzadillas de la hueste de Nicolás de Féderman en las regiones de Tocuyo y Carora. Ambos grupos se unieron y propusieron organizar una expedición conjunta desde Coro. Sin embargo, la relación entre los dos grupos no prosperó, ya que Féderman decidió apresar a Fernández de Alderete y a su grupo, confiscándoles los botines de oro obtenidos durante la expedición. Después de escapar y llegar a Santo Domingo en 1537, Fernández de Alderete presentó una relación detallada de los acontecimientos ocurridos durante la expedición y acusó a los Welzer.
Este episodio fue un punto de inflexión en su vida, ya que, después de sus problemas con Féderman, Fernández de Alderete se dirigió al Perú, y luego a Chile, donde cambiaría su destino para siempre.
La llegada a Chile y el legado en la fundación de Santiago
En 1538, Juan Fernández de Alderete llegó al Perú, y desde allí partió hacia Chile, uniéndose a Pedro de Valdivia en Tarapacá. Valdivia, quien ya había comenzado la conquista del territorio chileno, reconoció la valía de Fernández de Alderete y lo nombró regidor del primer cabildo de Santiago en 1541. Además, le otorgó una encomienda de indios en el río Mapocho, lo que le permitió establecerse como uno de los hombres clave en la fundación de Santiago, la actual capital de Chile.
A lo largo de los años, Fernández de Alderete fue un actor principal en el desarrollo de la nueva ciudad. Su labor no se limitó a su puesto de regidor, sino que alternó también con otros cargos, como alcalde, entre 1541 y 1557, y tenedor de bienes de difuntos, en 1549. En 1559, se le otorgó el título de alférez real, un cargo honorífico que consolidó aún más su influencia en la administración colonial.
Retiro religioso y legado en Chile
A pesar de su éxito como conquistador y administrador, Fernández de Alderete decidió retirarse de la vida pública y dedicarse a la vida religiosa. En 1561, ingresó en la Orden Franciscana, un paso que marcaría el fin de su carrera como funcionario colonial. Su vida religiosa también estuvo vinculada con la ciudad de Santiago, pues fue el encargado de donar el terreno donde se construyó el convento de San Francisco del Sagrario, un lugar que sería testigo de su muerte en 1572.
Este retiro religioso de Fernández de Alderete no restó importancia a su legado, ya que, a lo largo de su vida, participó en eventos cruciales que contribuyeron al establecimiento de la colonia en Chile y a la consolidación del poder español en la región.
Momentos clave en la vida de Juan Fernández de Alderete
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1534: Se une a la expedición de Gerónimo de Ortal hacia Venezuela en busca del Dorado.
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1535: Participa en la fundación de San Miguel de Neveri.
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1535: Se subleva contra Ortál en Chapaure y se convierte en líder de los rebeldes.
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1537: Escapa a Santo Domingo tras un enfrentamiento con Nicolás de Féderman.
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1538: Llega a Chile y se une a Pedro de Valdivia.
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1541: Es nombrado regidor del primer cabildo de Santiago.
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1561: Ingresa a la Orden Franciscana y comienza su retiro religioso.
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1572: Fallece en Santiago de Chile, dejando un legado en la historia del país.
Relevancia actual
La figura de Juan Fernández de Alderete sigue siendo relevante en la historia de Chile, no solo por su participación en la conquista, sino también por su contribución al establecimiento de la estructura política y administrativa de la colonia. Su labor como regidor y alcalde de Santiago le permitió dejar una huella duradera en la ciudad, mientras que su transición a la vida religiosa resalta su compleja personalidad, marcada tanto por su ambición de conquista como por su búsqueda de paz espiritual.
Su legado también se refleja en las relaciones entre las figuras que formaron parte de la conquista de Chile, como Pedro de Valdivia y Jerónimo de Alderete, quienes jugaron roles complementarios en la consolidación de la colonia. Además, su vida ofrece una perspectiva única sobre los conflictos internos que surgieron durante la conquista y el proceso de colonización, desde la lucha contra los indígenas hasta las disputas entre los propios conquistadores.
Con su muerte en 1572, Fernández de Alderete cerró un capítulo en la historia de Chile, pero su influencia perduró como parte integral de los primeros años de la colonia. A través de su valentía, sus decisiones y su vida transformadora, contribuyó a la construcción de un nuevo mundo en el extremo sur del continente americano.
MCN Biografías, 2025. "Fernández de Alderete, Juan (ca. 1503-1572). El conquistador que forjó su destino en los confines de América". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fernandez-de-alderete-juan [consulta: 28 de septiembre de 2025].