Fejos, Paul (1897-1963): Un director húngaro que dejó su huella en el cine de Hollywood

Fejos

Paul Fejos (1897-1963) fue uno de los cineastas más influyentes y experimentales de su tiempo, reconocido tanto por su trabajo en el cine mudo como en el sonoro. Su legado ha quedado marcado en la historia del cine no solo por sus innovaciones técnicas, sino también por su capacidad para contar historias que exploraban lo emocional y lo psicológico de manera única. A lo largo de su carrera, Fejos fusionó su formación científica con su pasión por el cine, lo que le permitió desarrollar un estilo visualmente impresionante y narrativamente profundo. Desde su nacimiento en Budapest hasta su muerte en Nueva York, su vida estuvo llena de giros inesperados, cambios de rumbo y desafíos dentro de la industria cinematográfica.

Orígenes y contexto histórico

Nacido el 24 de enero de 1897 en Budapest, Hungría, bajo el nombre de Pál Fejös, Paul Fejos era hijo de un farmacéutico que falleció cuando él era aún un niño. Esta temprana pérdida tuvo una gran influencia en su vida y en la manera en que enfrentó los desafíos futuros. Durante la Primera Guerra Mundial, interrumpió sus estudios de Medicina para participar activamente en el conflicto, organizando representaciones teatrales en el frente. Esta experiencia le dio las primeras nociones sobre la dirección de espectáculos, algo que marcaría su futuro en el cine.

Al finalizar la guerra, Fejos se adentró en la naciente industria cinematográfica húngara, donde dirigió sus primeras siete películas. Su visión artística y su interés por la experimentación pronto lo llevaron a buscar nuevas oportunidades en el extranjero. En 1921, emigró a Estados Unidos con la intención de completar sus estudios, pero su destino en Hollywood fue marcado por un camino poco convencional.

Logros y contribuciones

De Budapest a Nueva York: El inicio de una carrera cinematográfica

Una vez en Nueva York, Fejos comenzó a trabajar como asistente de investigación en el Rockefeller Institute, mientras que paralelamente colaboraba con el Theatre Guild en asesorías sobre obras de «atmósfera húngara». Aunque su carrera científica parecía prometedora, pronto abandonó este camino para seguir su verdadera pasión: el cine. Tras vender algunos guiones a productores modestos y con la ambición de abrirse camino, Fejos dio el salto a Hollywood en busca de fortuna.

Uno de sus primeros proyectos importantes fue Magia roja (1927), una película muda que, a pesar de ser modesta en su producción, le permitió demostrar su capacidad narrativa y técnica. La historia trataba sobre un mago, interpretado por Conrad Veidt, quien planea una venganza sangrienta al enamorarse de una joven que se enamora de otro hombre. Esta obra fue una de las primeras en integrar la técnica de los diálogos sonoros después de la filmación, lo que representaba una transición hacia el cine sonoro que marcaría la industria en los años venideros.

The Last Moment y Soledad: Obras maestras de la experimentación

En 1928, con el apoyo económico de un amigo, Fejos dirigió The Last Moment en menos de un mes. Este filme se destacó por ser la primera película experimental de largometraje realizada en Estados Unidos, en la que un suicida a punto de morir revive su vida a través de una serie de visiones. La película captó la atención de la Universal, especialmente de Carl Laemle Jr., hijo del fundador del estudio. Fejos fue contratado para dirigir su gran obra maestra: Soledad (1929).

Soledad es, sin lugar a dudas, una de las joyas del cine mudo. Un drama romántico que gira en torno a un hombre y una mujer que se conocen en un parque y experimentan un fugaz encuentro que da sentido a sus vidas. La película es un excelente ejemplo de la habilidad de Fejos para mezclar el drama humano con un alto nivel técnico, utilizando los avances de la Universal para crear una atmósfera emocionalmente poderosa. Fue, sin duda, el punto culminante de su etapa en Hollywood y consolidó su nombre como uno de los grandes directores del cine mudo estadounidense.

Broadway y la experimentación en el cine

En 1929, Fejos emprendió uno de sus proyectos más ambiciosos: Broadway. Adaptación de un exitoso teatro de George Abbott y Phillip Dunning, Fejos quiso llevar la película más allá de los límites tradicionales. En este sentido, utilizó una enorme grúa para grabar los números musicales, lo que representaba una innovación técnica que nunca antes se había visto en Hollywood. Sin embargo, a pesar de la espectacularidad técnica, el público no reaccionó como se esperaba, y Broadway no tuvo el éxito comercial deseado.

La experiencia de Fejos con esta película mostró la división entre sus innovaciones técnicas y las expectativas comerciales de la industria. Tras este relativo fracaso, se embarcó en un proyecto más ambicioso aún: La Marsellesa, una epopeya sobre la Revolución Francesa. Sin embargo, su estilo experimental le pasó factura, y fue despedido tras cuatro semanas de rodaje, siendo reemplazado por John S. Robertson, quien se acreditó como el único director en los títulos de crédito.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de su carrera, Fejos experimentó con diversos géneros y formatos. Su obra fue reconocida tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque sus proyectos más personales no siempre tuvieron el éxito que merecían. Entre los momentos clave de su carrera se encuentran:

  • Magia roja (1927): Primer gran proyecto como director en Hollywood.

  • The Last Moment (1928): Primera película experimental de largometraje en Estados Unidos.

  • Soledad (1929): Su obra maestra del cine mudo.

  • Broadway (1929): Un ambicioso intento por revolucionar el cine musical.

  • Captain of the Guard (1930): Su última película importante en Hollywood.

  • Fantomas (1931): El regreso de Fejos al cine europeo, marcando su éxito en Francia.

Relevancia actual

Aunque la carrera de Fejos tuvo altibajos, su impacto en el cine fue significativo. Su estilo visual y narrativo influyó en generaciones de cineastas y sigue siendo estudiado hoy en día por su enfoque experimental y su capacidad para innovar en un momento crucial en la transición del cine mudo al sonoro. A pesar de que muchos de sus proyectos no fueron éxitos comerciales, el trabajo de Fejos sigue siendo apreciado en círculos cinematográficos, especialmente por su habilidad para crear atmósferas únicas y explorar el alma humana a través de la lente de la cámara.

Su enfoque técnico y experimental fue clave en la creación de nuevas formas de narración cinematográfica, lo que permitió que directores posteriores como Alexander Korda y otros pioneros del cine se vieran influenciados por su trabajo. Su legado es particularmente relevante para los estudiosos del cine mudo y de los primeros días del cine sonoro.

Filmografía destacada

Fejos dejó un legado cinematográfico que abarca una amplia gama de géneros y estilos. A continuación, se destacan algunas de sus obras más relevantes:

Cortometrajes

  • Danstavlingen i esira (1935)

  • Havets djavul (1936)

  • Tambora (1938)

Largometrajes

  • Magia roja (1927)

  • The Last Moment (1928)

  • Soledad (1929)

  • Broadway (1929)

  • Fantomas (1931)

Otras colaboraciones

  • The Land of the Lawless (1927) – Guionista

  • L’amour à l’américaine (1931) – Supervisor

Conclusión

Paul Fejos fue un director que, a pesar de los fracasos comerciales, marcó un antes y un después en la historia del cine. Su capacidad para experimentar con nuevas formas narrativas y su técnica innovadora lo consolidan como uno de los cineastas más interesantes del cine mudo y de la transición al cine sonoro. Hoy en día, su legado sigue vivo, y su obra sigue siendo un referente para los estudiosos del cine experimental.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Fejos, Paul (1897-1963): Un director húngaro que dejó su huella en el cine de Hollywood". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fejos-paul [consulta: 28 de septiembre de 2025].