Fabiola de Mora y Aragón, Reina de Bélgica (1928-2014): Una vida dedicada al servicio y la caridad

Fabiola de Mora y Aragón

Fabiola de Mora y Aragón, nacida en Madrid el 11 de junio de 1928 y fallecida en Bruselas el 5 de diciembre de 2014, fue una figura clave en la historia de Bélgica como Reina consorte del país. Su vida estuvo marcada por su profundo compromiso con la caridad, su defensa de los valores cristianos y su rol como compañera del rey Balduino I. Desde su infancia hasta su última etapa, Fabiola dejó una huella perdurable tanto en el ámbito de la realeza como en las causas humanitarias.

Orígenes y contexto histórico

Fabiola nació en el seno de una familia noble española. Hija del marqués de Casa Riera y conde de Mora, su vida comenzó en una época de gran agitación política. Debido a la inestabilidad política que vivía España con la proclamación de la Segunda República, la familia se vio obligada a desplazarse por diversas ciudades europeas. Inicialmente se establecieron en Anglés, Francia, y más tarde en París. Durante la Guerra Civil Española, Fabiola y su familia se trasladaron a Lausana, Suiza, donde continuaron con su vida.

Durante su infancia y adolescencia, Fabiola tuvo la oportunidad de formarse en diversas ciudades europeas, lo que le permitió dominar varios idiomas. Estudió en Roma y París, y regresó a España para realizar cursos de enfermería en la Sanidad Militar española. Su formación le brindó la oportunidad de colaborar en el hospital Gómez Ulla de Madrid, lo que marcó el inicio de su compromiso con las labores sociales y de ayuda humanitaria.

Fabiola también cultivó su faceta literaria y artística. Autora de varios cuentos infantiles, algunos de los cuales fueron publicados en revistas españolas como Tin, Tan, destacó con su obra Los doce cuentos maravillosos (1955), que fue un éxito tanto en España como en otros países.

Logros y contribuciones

El principal logro de Fabiola de Mora y Aragón fue su papel como Reina consorte de Bélgica tras su matrimonio con el rey Balduino I en 1960. Su llegada a la Casa Real belga fue un hito, ya que Fabiola no solo se integró con elegancia en la familia real, sino que también aportó un enfoque renovado y comprometido en diversas áreas sociales y culturales. La reina Fabiola fue conocida por su devoción a la caridad y por su interés en causas humanitarias, especialmente en lo que respecta a la lucha contra la pobreza y el apoyo al Tercer Mundo.

Uno de los aspectos más destacados de su reinado fue su profunda conexión con la Fundación Rey Balduino, que fue fundada en 1976 por el propio rey Balduino I. Fabiola asumió la dirección de la fundación, que tenía como misión combatir la pobreza, promover la ecología y apoyar el desarrollo en los países más necesitados. A través de su trabajo en esta fundación, Fabiola se ganó el respeto y el cariño de muchos, tanto en Bélgica como en el resto del mundo.

Además, la Reina Fabiola fue una firme defensora de los valores cristianos y de la moral católica, lo que tuvo un impacto significativo en las políticas de la familia real belga. En 1990, Fabiola y su esposo, el rey Balduino I, protagonizaron un acto que marcaría su reinado. Los reyes decidieron renunciar temporalmente al trono durante un día en protesta por una ley que permitía la interrupción del embarazo en Bélgica. Aunque el Parlamento aprobó la ley y los reyes pudieron retomar el trono al día siguiente, este acto subrayó las fuertes convicciones católicas de la monarquía belga durante esa época.

Momentos clave

La vida de Fabiola estuvo marcada por varios momentos clave que definieron su reinado y su legado. Entre ellos destacan:

  1. Matrimonio con el rey Balduino I (1960): Fabiola de Mora y Aragón se casó con el rey Balduino I de Bélgica en 1960. Este matrimonio, que unió a dos de las casas reales más importantes de Europa, consolidó a Fabiola como una figura central de la realeza belga.

  2. Fundación Rey Balduino (1976): La creación de la Fundación Rey Balduino fue un paso decisivo para la monarquía belga en la lucha contra la pobreza y el apoyo a proyectos de cooperación internacional. Fabiola asumió un papel crucial en su dirección, contribuyendo al desarrollo de programas que siguen siendo relevantes hoy en día.

  3. Renuncia temporal al trono (1990): En un acto simbólico, Fabiola y Balduino I decidieron renunciar al trono por un día en protesta contra la ley que aprobaba la interrupción del embarazo. Este acto fue un reflejo de las profundas creencias católicas que guiaban sus decisiones.

  4. Viudedad y transición en la monarquía (1993): La muerte de Balduino I en 1993 dejó a Fabiola viuda y, conforme a la Constitución de Bélgica, dejó de ser reina consorte. Su lugar fue ocupado por la esposa de su cuñado, Paola di Calabria, quien asumió el título de reina consorte junto al rey Alberto II.

Relevancia actual

Aunque Fabiola dejó de ser reina consorte tras la muerte de su esposo, su legado perdura en Bélgica y en otras partes del mundo. Su dedicación a la causa humanitaria, su liderazgo en la Fundación Rey Balduino y su apoyo incansable a las causas benéficas le aseguran un lugar destacado en la historia de la realeza europea. A lo largo de su vida, Fabiola se dedicó a mejorar la calidad de vida de aquellos menos favorecidos, especialmente en África, Asia y América Latina, convirtiéndose en un referente de la monarquía comprometida con las causas sociales.

Hoy en día, su memoria sigue viva en los proyectos sociales y humanitarios que apoyó, y en el cariño que la población belga y mundial sigue sintiendo por ella. En un contexto en el que la realeza se ve cada vez más vinculada a aspectos simbólicos y protocolares, la figura de la Reina Fabiola destaca por su autenticidad y su firme compromiso con los valores de justicia social y paz.

A lo largo de su vida, Fabiola se mantuvo al margen de las controversias políticas, dedicando su tiempo y energía a causas que trascendían las disputas internas. Este enfoque le permitió ganarse el respeto y la admiración de muchas generaciones, dejando un legado de bondad y servicio que perdura.

En cuanto a su esposo, el rey Balduino I, su figura continúa siendo recordada como la de un monarca que, al igual que Fabiola, trabajó incansablemente por el bienestar de su pueblo, especialmente en las cuestiones sociales y de desarrollo.

Fabiola de Mora y Aragón, Reina de Bélgica, sigue siendo un símbolo de dedicación al prójimo y de compromiso con los valores más elevados de la humanidad.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Fabiola de Mora y Aragón, Reina de Bélgica (1928-2014): Una vida dedicada al servicio y la caridad". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fabiola-de-mora-y-aragon-reina-de-belgica [consulta: 28 de septiembre de 2025].