Etelredo II, Rey anglosajón (968-1016): Un monarca en tiempos de invasiones vikingas

Etelredo II, conocido como el Rey anglosajón, nació alrededor del año 968 y falleció en el 1016. Su reinado se enmarca en una época de constantes conflictos con invasores vikingos, particularmente daneses y noruegos, lo que definió su mandato y su legado. Era hijo del rey Edgar y de la reina Elfrida, y sucedió a su hermano Eduardo el Mártir en el trono de Inglaterra. Su reinado estuvo marcado por decisiones difíciles, una constante lucha por defender su territorio y una serie de pagos que, lejos de solucionar los problemas, parecían más bien agravar la situación.

Orígenes y contexto histórico

El reinado de Etelredo II se desarrolló en un periodo crucial de la historia de Inglaterra. En aquellos años, el reino anglosajón se encontraba bajo la amenaza constante de las incursiones vikingas, especialmente de los daneses, quienes habían estado atacando las costas británicas desde el siglo IX. El contexto político era tenso: la unificación de Inglaterra bajo los reyes anglosajones era aún reciente, y la resistencia interna frente a las invasiones exteriores era un desafío permanente.

Etelredo ascendió al trono en un momento complicado, tras la muerte de su hermano Eduardo el Mártir. La situación del reino era frágil, y la presencia de una gran diversidad de pueblos nórdicos en las Islas Británicas complicaba aún más las relaciones internas y externas de los anglosajones.

Logros y contribuciones

Aunque el reinado de Etelredo estuvo marcado por los conflictos bélicos y las invasiones vikingas, también es necesario destacar ciertos aspectos de su gobierno que contribuyeron al fortalecimiento de la monarquía anglosajona, aunque no siempre con éxito. Uno de los puntos más relevantes de su mandato fue su estrategia de pagos a los invasores. A lo largo de los años, Etelredo utilizó el oro como principal arma frente a las incursiones de los daneses y noruegos, una táctica que a la larga demostró ser ineficaz para mantener la paz en el reino.

El rey también trató de consolidar su poder a través de alianzas y acuerdos con otros reinos, aunque las continuas traiciones y la constante invasión de fuerzas externas minaron su capacidad de gobernar con eficacia.

Momentos clave en el reinado de Etelredo II

1. Las invasiones de los vikingos (980-994)

Desde el año 980, Etelredo enfrentó las invasiones de los vikingos. En lugar de luchar de manera directa, optó por pagar grandes sumas de dinero para disuadir a los invasores. Esta estrategia de pagos, conocida como «danegeld», resultó ser una solución temporal que no logró evitar los ataques continuos. Los pagos aumentaron año tras año, alcanzando su punto máximo en 991 y 994, aunque en el segundo de estos ataques, los noruegos, que se habían convertido al cristianismo, se retiraron. Sin embargo, los daneses continuaron sus ataques de forma ininterrumpida.

2. El asesinato de los daneses en 1003

Uno de los momentos más controvertidos del reinado de Etelredo tuvo lugar en el año 1003, cuando, cansado de las incursiones vikingas, ordenó la masacre de todos los daneses que residían en sus dominios. Este acto de violencia masiva, conocido como la «Masacre de San Brice», no solo desató la furia de los invasores, sino que también empeoró la relación entre los anglosajones y los daneses, prolongando los conflictos.

3. La guerra constante con los daneses (1003-1006)

Tras la masacre, los daneses emprendieron una serie de ataques implacables. Entre los años 1003 y 1006, las batallas y asedios fueron constantes. En este período, Etelredo recurrió nuevamente a los pagos para intentar frenar la agresión danesa, aunque estos acuerdos solo proporcionaron treguas temporales, sin conseguir una paz duradera.

4. El saqueo de Oxford y Canterbury (1010-1013)

En 1010, los daneses rompieron una tregua que se había mantenido durante algunos años, arrasando importantes ciudades como Oxford y Canterbury. La caída de Canterbury fue un golpe significativo para el rey anglosajón, ya que se trataba de una de las principales ciudades del reino. Nuevamente, Etelredo pagó un alto precio por la paz, pero solo fue una pausa temporal antes de que las hostilidades resurgieran.

5. La rebelión danesa y la proclamación de un nuevo rey (1013)

En 1013, el líder danés Sweyn Forkbeard se proclamó rey de Inglaterra, una humillación para Etelredo II. Sweyn había aprovechado el caos reinante y la inestabilidad del reino anglosajón para lograr su objetivo. Aunque este periodo de dominio danés fue breve, fue un golpe devastador para el liderazgo de Etelredo.

6. El regreso al trono (1015)

La muerte de Sweyn Forkbeard en 1015 ofreció una nueva oportunidad a Etelredo, quien logró recuperar el trono. Sin embargo, su reinado sería efímero, pues en 1016, a tan solo un año de haber recuperado el poder, fallecería, dejando el trono a su hijo Edmundo.

Relevancia actual

El legado de Etelredo II es ambiguo, ya que su reinado estuvo marcado por los fracasos en la defensa del reino frente a las invasiones danesas. La estrategia de pagos no logró evitar la caída de importantes territorios, y la masacre de los daneses en 1003 solo intensificó los conflictos. A pesar de esto, su figura sigue siendo un ejemplo de las complejas decisiones que los monarcas anglosajones tuvieron que tomar para intentar mantener su soberanía en tiempos de invasiones extranjeras.

Hoy en día, Etelredo II es recordado principalmente por su incapacidad para frenar la amenaza vikinga y por la controvertida masacre de los daneses. Sin embargo, su reinado ofrece valiosas lecciones sobre las dificultades del liderazgo en tiempos de guerra y la complejidad de las relaciones internacionales en la Edad Media.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Etelredo II, Rey anglosajón (968-1016): Un monarca en tiempos de invasiones vikingas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/etelredo-ii-rey-anglosajon [consulta: 29 de septiembre de 2025].