Errázuriz Ossa, Francisco Javier (1933-VVVV).


Religioso chileno nacido el 5 de septiembre de 1933. Arzobispo de Santiago de Chile. Es el segundo de los seis hijos del matrimonio compuesto por Pedro Errázuriz Larraín y de Marta Ossa Ruiz.

Su educación primaria y secundaria la realizó en el Liceo Alemán de Santiago de Chile, donde destacó tanto en su interés por los estudios como en la faceta atlética, en la cual llegó a conseguir varios premios en campeonatos estudiantiles de nivel nacional. En 1951 ingresó en la facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de donde salió como bachiller en matemáticas superiores. Durante sus años universitarios formó parte del Centro de Alumnos y de la Federación de Estudiantes, y se integró en el incipiente movimiento apostólico mariano conocido como Schönstatt. Finalizados sus estudios viajó a Europa y entre 1956 y 1958 cursó estudios de filosofía en la Universidad Estatal de Friburgo, en Suiza. En 1958 dejó la filosofía e inició estudios de teología en la misma Universidad, de los cuales obtuvo la licenciatura en 1962.

El 16 de julio de 1961 fue ordenado sacerdote en Friburgo, junto con otros diez diáconos de la comunidad fundada por San Vicente Pallotti conocida como los palotinos. Monseñor Manuel Larraín, primer presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), fue el encargado de la ceremonia de ordenación. En octubre de 1962 tuvo una serie de encuentros con José Kentenich, el fundador del movimiento Schönstatt, lo que influirá decisivamente en sus ideas cristianas.

En 1963 regresó a Chile, y desde esta fecha y hasta 1965 se encargó de asesorar a las comunidades católicas estudiantiles del país. En 1965 fue nombrado superior regional de Chile del Instituto Secular de los Padres de Schönstatt, que en aquellos años estaba aún en proceso de fundación. Ocupó este cargo hasta 1971, y en él dirigió las comunidades hispanoamericanas del Movimiento, que en aquellos años se localizaban en España y en Ecuador. Como superior regional se integró en la Conferencia de Religiosos chilenos, de la cual fue elegido su vicepresidente. En aquellos primeros años del Instituto Secular, trabó amistad con el cardenal Raúl Silva Henríquez, ya que ambos colaboraban estrechamente al estar ubicado el Instituto en la archidiócesis del cardenal.

En 1971 dejó su cargo al ser llamado a Alemania para formar parte del Consejo General de la Comunidad. Tres años más tarde, en 1974, fue elegido superior general del Instituto por un período de seis años. A este cargo iban unidas las funciones de presidente del Consejo Internacional de la Obra de Schönstatt. Cuando en 1980 finalizó su mandato como superior general, fue reelegido, y ocupó el puesto hasta 1990. En su labor tanto al frente del Instituto como de la presidencia del Consejo Internacional de la Obra de Schönstatt, realizó una serie de importantes viajes pastorales por Europa, América, África y Australia.

El 22 de diciembre de 1990 fue nombrado arzobispo secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. El 6 de enero de 1991 fue ordenado obispo por Juan Pablo II, la basílica de San Pedro de Roma. Tomó por lema la cita bíblica (Juan 10,3): Nominatim proprias vocat (‘A los suyos los llama por su nombre’). Fue nombrado arzobispo titular. En Roma trabajó como consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y formó parte del Pontificio Consejo para los Laicos, de la Pontificia Comisión para América Latina, del Pontificio Consejo Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, del Pontificio Consejo para los Operadores Sanitarios y de la Asamblea del Sínodo de Obispos sobre la Vida Consagrada.

El 24 de septiembre de 1996 fue nombrado obispo de la diócesis de Valparaíso, por lo que se traslada de nuevo a Chile para tomar posesión del cargo. Asume como nuevo lema la cita bíblica (Juan 10,10): Ut vitam habeant (‘Para que tengan vida’). En 1997 regresó de nuevo a Roma para participar en el Sínodo de los Obispos de América.

El 24 de abril de 1998 fue nombrado arzobispo de Santiago de Chile por Juan Pablo II. El 20 de noviembre de 1998 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Chile por un período de tres años. Por último, el 13 de mayo de 1999 fue elegido como primer vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Ha sabido aprovechar su influencia como arzobispo de Chile para llevar a cabo una importante labor en beneficio de la reconciliación del pueblo chileno tras la dura dictadura del general Augusto Pinochet, para lo cual ha usado sus homilías en la catedral de Santiago como vehículo para transmitir a la ciudadanía su mensaje reconciliados, que ha tenido una importante repercusión en la clase política chilena. En estos años al frente del arzobispado de Santiago sus discursos han tenido una gran influencia sobre todos los sectores de la sociedad chilena, también ha realizado una importante labor en favor de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Uno de las actuaciones más destacadas de monseñor Errázuriz tuvo lugar en la convocatoria de la ceremonia denominada Purificación de la memoria, en la que la iglesia chilena pidió perdón por los errores de la Iglesia a lo largo de la historia de Chile y en especial por los sucesos de la dictadura de Pinochet.

JACJ