Enríquez de Almansa, Martín (1511-1583). El legado de un virrey español que marcó la historia de América
Martín Enríquez de Almansa (1511-1583) es una figura clave en la historia de la administración colonial española en América, destacándose por su trabajo como IV Virrey de Nueva España (1568-1580) y VI Virrey del Perú (1581-1583). Nacido en Castilla, España, Martín fue un político y administrador cuya gestión dejó huellas indelebles en la evolución de las colonias españolas, especialmente en el ámbito de la política, la economía y la infraestructura. Durante su mandato, enfrentó desafíos complejos, desde enfrentamientos con el clero y piratas hasta la administración de las minas de Potosí, pasando por las crisis sanitarias y los desastres naturales que marcaron la región.
Orígenes y contexto histórico
Martín Enríquez de Almansa nació en 1511 en un lugar no precisado de Castilla, España, como segundo hijo de Francisco Enríquez de Almansa, primer marqués de Alcañices, y de Isabel de Ulloa. Desde sus primeros años, su linaje lo vinculó con la nobleza y la política, una herencia que, sin duda, influiría en su futura carrera como virrey. Su ascenso en la administración colonial española fue sostenido por la influencia de su familia y su dedicación al servicio de la Corona.
En 1568, fue designado Virrey de Nueva España por el rey Felipe II. En este momento, la Nueva España, que abarcaba lo que hoy son México y varios territorios de América Central, se encontraba en un periodo de expansión y consolidación. Martín llegó a una región marcada por las tensiones internas y externas, con amenazas de piratas y conflictos territoriales. Sin embargo, su mandato sería conocido por su habilidad para afrontar estos retos y manejar con astucia las tensiones que surgieron en su gobierno.
Logros y contribuciones
Uno de los logros más notables de Martín Enríquez de Almansa fue su actuación frente a los piratas ingleses que, durante la época, ponían en peligro las rutas comerciales y las poblaciones costeras del Imperio Español. Una de sus primeras acciones como virrey de Nueva España fue desalojar a los piratas establecidos en la isla de Sacrificios, un conflicto que terminó consolidando su reputación como un líder capaz de mantener el orden y la seguridad en un territorio tan vasto y lleno de amenazas externas.
En el ámbito religioso, Enríquez de Almansa también dejó su marca. En 1571, bajo su mandato, llegó el primer inquisidor a la región, Pedro Moya de Contreras. La labor de la Inquisición en la Nueva España durante su gestión fue notable, ya que en 1574 se efectuó el primer auto de fe en Ciudad de México, donde 63 penitentes fueron castigados. Además, se promovieron la llegada de nuevas órdenes religiosas, como los Hospitalarios de San Hipólito y la Compañía de Jesús, que jugaron un papel importante en la evangelización de los pueblos indígenas y en la consolidación del control de la Iglesia sobre las colonias.
Enríquez de Almansa también contribuyó a la infraestructura de la Nueva España, siendo responsable de la construcción de la catedral de Ciudad de México, iniciada en 1573, y otras edificaciones religiosas y sociales. A su vez, ordenó que se construyeran obras defensivas para mitigar las constantes inundaciones en el Valle de México, producto del desbordamiento de los ríos locales durante la temporada de lluvias.
La gestión del virrey también incluyó una serie de reformas en el ámbito económico. Durante su administración, se fundaron nuevos presidios y se realizaron campañas militares contra las tribus indígenas hostiles, como los huachichiles, que ponían en peligro los centros mineros en Querétaro. La actividad minera fue vital para la economía de la Nueva España, y bajo su mando, se tomaron medidas para garantizar su protección.
Momentos clave de su administración
1. Desalojo de los piratas ingleses (1568)
La amenaza de los piratas ingleses en el Caribe y en la costa de México fue una de las primeras pruebas de la autoridad de Enríquez de Almansa como virrey. La exitosa acción militar en la isla de Sacrificios consolidó su imagen como un defensor de los intereses de la Corona en las Américas.
2. Conflicto religioso con los franciscanos (1569)
En uno de los conflictos más complejos de su mandato, Enríquez de Almansa tuvo que mediar entre el clero regular y los frailes franciscanos, quienes amenazaron con abandonar Ciudad de México ante las tensiones con el virrey. El conflicto se resolvió con concesiones que permitieron la estabilidad religiosa en la capital.
3. Fundación de nuevas ciudades y presidios (1570-1574)
A medida que las tensiones con los pueblos indígenas aumentaban, Enríquez de Almansa organizó expediciones militares que resultaron en la fundación de nuevos presidios en regiones estratégicas como Zacatecas y Guanajuato. Estas medidas reforzaron la presencia española y garantizaron la seguridad de las minas y los centros urbanos.
4. Epidemia de viruela (1576)
La viruela causó una devastadora epidemia entre la población indígena de la Nueva España, provocando miles de muertes. El virrey tomó medidas para construir hospitales y garantizar la atención a los enfermos, lo que refleja su capacidad para gestionar crisis de salud pública.
5. Expedición al Perú (1581)
En 1581, Enríquez de Almansa fue nombrado Virrey del Perú por Felipe II. Durante su mandato, se concentró en mejorar el sistema de trabajo en las minas, especialmente en las de Potosí y Huancavelica, y en la administración de la mita, el sistema laboral que involucraba a los indígenas.
Relevancia actual
El legado de Martín Enríquez de Almansa se extiende más allá de su mandato como virrey. Su habilidad para manejar los conflictos internos y externos, así como su contribución al desarrollo de la infraestructura y la economía de las colonias españolas, lo han convertido en una figura fundamental en la historia colonial de América. Su administración fue crucial para consolidar el dominio español en vastas regiones del continente, y su trabajo en la construcción de edificaciones religiosas y la gestión de los recursos naturales sigue siendo un hito en la historia del virreinato.
En el Perú, su influencia perdura en la administración de la mita y las reformas en la minería, un sector vital para la economía del virreinato. Además, su intervención en la educación y la evangelización de los indígenas dejó un legado en las instituciones educativas y religiosas de la época.
En resumen, Martín Enríquez de Almansa es recordado como un virrey que supo equilibrar la gestión de la política, la economía y las relaciones religiosas de las vastas regiones que gobernó. Su nombre sigue presente en los estudios históricos de los virreinatos de América, y su impacto en la historia colonial española es indiscutible.
Momentos clave de su vida y gestión:
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1568: Asume como Virrey de Nueva España.
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1571: Llega el primer inquisidor a la Nueva España.
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1573: Comienza la construcción de la catedral de Ciudad de México.
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1576: Se produce la epidemia de viruela.
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1581: Nombrado Virrey del Perú.
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1583: Fallece en Lima.
El virrey Martín Enríquez de Almansa es una figura cuya gestión se extendió más allá de los límites de su época, dejando una marca indeleble en la historia de los virreinatos de América.
MCN Biografías, 2025. "Enríquez de Almansa, Martín (1511-1583). El legado de un virrey español que marcó la historia de América". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/enriquez-de-almansa-martin [consulta: 18 de octubre de 2025].