Emma, Santa (s. XI).


Reina de Inglaterra, hija de Ricardo I, casada en 1002 con Etelredo II, de quien tuvo dos hijos, Alfredo y Eduardo. Habiendo enviudado, se volvió a casar con Canuto el Grande, rey de Dinamarca, que había conquistado Inglaterra, y tuvo de él a Canuto, que sucedió a su padre en el trono de Dinamarca. Haraldo I, hijo de Canuto y de otra mujer, recibió el de Inglaterra, pero Emma quería reemplazarle con los hijos de su primer matrimonio Alfredo y Eduardo, y dio parte del proyecto a Goodwin, gobernador de Wessex, que fingiendo aprobarle, hizo asesinar a Alfredo. Emma huyó a Flandes con Eduardo, y persuadió a Canuto II de apoderarse de la corona de Inglaterra, lo cual fue fácil por haber muerto Haraldo durante estas cuestiones. Muerto Canuto en 1042, pudo al fin sucederle Eduardo sin dificultad, pero entonces Goodwin indispuso al hijo con la madre, acusando a ésta de varios crímenes, imputaciones de que ella salió victoriosa por medio de la prueba del fuego. En sus últimos años se retiró a un monasterio, en Winchester. Su fiesta se celebra el día 29 de febrero, en los años bisiestos.