José Antonio de Donostia (1886-1956). El religioso y compositor que inmortalizó el folclore vasco

José Antonio de Donostia (1886-1956). El religioso y compositor que inmortalizó el folclore vasco

José Antonio de Donostia (1886-1956) es uno de los grandes referentes de la música y el folclore vasco. Nacido en San Sebastián, Guipúzcoa, el 10 de enero de 1886, su legado se extiende más allá de su faceta como religioso, convirtiéndose en un compositor y folclorista que jugó un papel crucial en la conservación y difusión de la música popular del País Vasco. Su vida estuvo marcada por su devoción religiosa y su pasión por la música, dos pilares que lo impulsaron a desarrollar una obra que perdura hasta nuestros días.

Orígenes y contexto histórico

José Antonio de Donostia nació con el nombre de José Gonzalo Zulaica Arregui, en una familia profundamente religiosa de San Sebastián. Desde temprana edad, mostró inclinaciones artísticas, particularmente hacia la música. A los diez años, ingresó en el colegio capuchino de Lecároz, en Navarra, donde inició sus estudios básicos y dio sus primeros pasos en la vida religiosa. Fue allí donde adoptó el hábito capuchino, iniciando su formación eclesiástica.

En 1908, tras finalizar su formación académica y religiosa, se ordenó sacerdote y adoptó el nombre de José Antonio de San Sebastián, que más tarde cambiaría por Donostia. Esta etapa de su vida estuvo profundamente influenciada por el contexto histórico y social de principios del siglo XX en España. Durante este periodo, el País Vasco vivía una importante efervescencia cultural, marcada por un renovado interés por la música tradicional y folclórica, así como por una consolidación del nacionalismo vasco.

Logros y contribuciones

El compositor religioso y folclorista

Desde muy joven, José Antonio de Donostia mostró un profundo amor por la música. Sus primeras composiciones datan de 1908, y desde entonces su obra no ha dejado de crecer. A pesar de su vocación religiosa, encontró tiempo para cultivar su talento musical. A lo largo de su vida, su labor de recopilación y composición musical fue incesante, y sus contribuciones son fundamentales para la comprensión de la música tradicional vasca.

En 1911, Donostia inició su labor como folclorista, dedicándose a recoger canciones del pueblo vasco. Este trabajo culminó en la publicación de su Cancionero vasco en 1922, que se convirtió en una referencia indispensable para el estudio de la música popular de la región. A través de esta obra, Donostia no solo recopiló las canciones más representativas del folclore vasco, sino que también las preservó para las generaciones futuras.

Además de su faceta como folclorista, Donostia destacó como compositor religioso. Entre sus obras más conocidas se encuentran su Misa de Réquiem y el Poema de la Pasión, que han sido interpretadas por diversas agrupaciones corales a lo largo de los años. Su música religiosa se distingue por su profunda emotividad y por una combinación de elementos de la música litúrgica tradicional y su propio estilo compositivo.

Su legado musical

La obra completa de Donostia está reunida en los doce volúmenes que conforman sus Obras Completas. De estos, cinco se centran en su música religiosa, con piezas destacadas como la mencionada Misa de Réquiem. Cuatro volúmenes recogen su música coral, influenciada por el folclore vasco, y tres volúmenes están dedicados a la música instrumental. Esta vasta producción no solo demuestra su habilidad como compositor, sino también su profundo compromiso con la preservación de las tradiciones musicales vascas.

Momentos clave

La vida y la obra de José Antonio de Donostia estuvieron marcadas por varios momentos clave que definieron su carrera:

  1. Ingreso al seminario de Lecároz (1896): En esta etapa temprana, Donostia se inició tanto en la vida religiosa como en sus estudios musicales.

  2. Ordenación sacerdotal (1908): Después de completar sus estudios en el seminario, fue ordenado sacerdote, adoptando el nombre de José Antonio de San Sebastián, y comenzó su formación musical en serio.

  3. Estudios en París (1920-1921): En la capital francesa, estudió armonía, contrapunto, fuga y composición con el maestro Eugenio Cools, perfeccionando sus habilidades musicales.

  4. Guerra Civil Española y exilio en Francia: Durante la guerra, Donostia se vio obligado a exiliarse en Francia, donde continuó su labor como compositor y folclorista. A pesar de las dificultades del exilio, siguió siendo una figura relevante en la música.

  5. Establecimiento en Barcelona: Tras regresar de su exilio, Donostia se estableció en Barcelona, donde se integró en el Instituto Español de Musicología, representando a España en congresos internacionales de folclore.

Relevancia actual

Hoy en día, el legado de José Antonio de Donostia sigue vivo en la música vasca. Su labor como recopilador y compositor ha permitido que la riqueza del folclore vasco se conserve y continúe siendo una fuente de inspiración para músicos y compositores contemporáneos. Además, su trabajo como miembro de varias instituciones culturales, como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Sociedad Vascongada de los Amigos del País y la Euskalzaindia (Academia de la Lengua Vasca), lo coloca como una figura clave en la cultura vasca.

La Cancionero vasco, sus Obras Completas y su implicación en el folclore continúan siendo estudiados por musicólogos y músicos, y su influencia se refleja en la música que sigue siendo interpretada en todo el mundo. La figura de Donostia no solo es clave en la historia de la música vasca, sino también en el ámbito internacional, ya que representó a España en importantes congresos de folclore, como los de Londres y Basilea.

Reconocimientos

A lo largo de su vida, José Antonio de Donostia recibió numerosos reconocimientos y distinciones por su trabajo y contribuciones. Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y socio de número de la Real Sociedad Vascongada de los Amigos del País, entre otros. Además, su rol como presidente de la Sección de Música de la Eusko Ikaskuntza consolidó aún más su estatus como uno de los más importantes músicos y folcloristas de su tiempo.

La contribución de Donostia al patrimonio musical vasco sigue viva, no solo en sus composiciones, sino también en su trabajo de recopilación, que ha asegurado que las futuras generaciones puedan conocer y disfrutar del rico folclore de su tierra. Su pasión por la música, su dedicación a su fe y su amor por las tradiciones de su pueblo lo han convertido en una figura insustituible en la historia de la música española.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "José Antonio de Donostia (1886-1956). El religioso y compositor que inmortalizó el folclore vasco". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/donostia-jose-antonio-de [consulta: 28 de septiembre de 2025].