Pedro Díaz de Valdés (1740-1807). El prelado ilustrado que defendió la soberanía temporal y el bienestar del pueblo
Pedro Díaz de Valdés, nacido en Gijón en 1740 y fallecido en 1807, fue un destacado clérigo español cuya figura se inscribe de lleno en el contexto de la Ilustración. Obispo de Barcelona, polemista, pensador ilustrado y autor prolífico, firmó algunas de sus obras bajo el seudónimo Pedro Zadidalves. Su legado se cimenta tanto en sus esfuerzos eclesiásticos como en su defensa de ideas reformistas y en la publicación de escritos de carácter religioso, científico y político. Su vida y obra se entretejen con los debates fundamentales de su tiempo, marcando una impronta significativa en la historia del pensamiento español del siglo XVIII.
Orígenes y contexto histórico
Pedro Díaz de Valdés nació en Gijón en el seno de una sociedad aún profundamente anclada en los valores del Antiguo Régimen, pero que comenzaba a experimentar los vientos del cambio impulsados por la Ilustración. Desde temprana edad se inclinó por la vida eclesiástica, un camino que le permitió no solo alcanzar altas dignidades dentro de la Iglesia —llegando a ser obispo de Barcelona— sino también convertirse en un vehículo de difusión de ideas renovadoras.
El siglo XVIII fue un periodo clave en la historia española. A nivel político, la monarquía borbónica promovía reformas con la intención de modernizar el país, lo que implicaba también una redefinición del papel de la Iglesia. Fue un momento de debate entre tradición y modernidad, donde figuras como Campomanes o Jovellanos alentaban una regeneración del pensamiento español, apoyados por un creciente número de eclesiásticos ilustrados.
En este contexto se sitúa la figura de Díaz de Valdés, quien no solo compartió los ideales de progreso de la época, sino que también los tradujo en acción a través de sus publicaciones. Su uso del seudónimo Pedro Zadidalves revela una intención clara de comunicar ideas en un terreno donde lo político, lo social y lo religioso se encontraban en constante tensión.
Logros y contribuciones
La contribución de Pedro Díaz de Valdés se manifiesta en múltiples ámbitos: desde lo teológico y pastoral, hasta lo social, político y científico. Su producción escrita es especialmente representativa de esta diversidad de intereses y compromisos.
Una de sus obras más relevantes fue «Los soberanos sólo dependen de Dios en lo temporal», dirigida a Campomanes en 1777. Este tratado constituye una clara defensa de la independencia del poder civil frente a la Iglesia en materia temporal, alineándose con las ideas regalistas que tanto peso tuvieron durante el reinado de Carlos III. En este texto, Díaz de Valdés argumenta a favor de la legitimidad del poder real frente a las injerencias papales, en línea con el pensamiento ilustrado que defendía una soberanía racional y secular.
Otro escrito significativo es la «Noticia de la memoria sobre las felicidades físicas y morales que los Curas pueden procurar a los pueblos», una obra en la que se aboga por el papel social del clero. Para Díaz de Valdés, los curas no debían limitar su acción al ámbito espiritual, sino que tenían la responsabilidad de fomentar el bienestar físico y moral de sus comunidades. Este planteamiento muestra una visión moderna del sacerdocio como agente de transformación social, coherente con los ideales ilustrados de utilidad pública y mejora del pueblo.
En el terreno científico, su «Carta sobre los hongos y remedio de los venenosos» demuestra un interés por la medicina preventiva y por la divulgación de conocimientos útiles para la vida cotidiana. Esta faceta de su obra refleja una preocupación práctica por la salud pública, muy en sintonía con el espíritu enciclopedista de su tiempo.
Además, Pedro Díaz de Valdés fue autor de múltiples sermones y circulares pastorales, entre las que destaca especialmente la de 1802, titulada «Sobre la tranquilidad pública». En ella hace un llamado a la concordia y a la paz social, mostrando su compromiso con la estabilidad de la comunidad y la importancia del orden como condición para el desarrollo del bien común.
Momentos clave
A lo largo de su vida, varios momentos destacan como hitos fundamentales en la trayectoria de Pedro Díaz de Valdés:
-
1740: Nace en Gijón, en el seno de una sociedad profundamente católica pero a punto de entrar en una era de reformas.
-
1777: Publica su tratado «Los soberanos sólo dependen de Dios en lo temporal», posicionándose como defensor de la autoridad civil frente a la eclesiástica en asuntos temporales.
-
Siglo XVIII tardío: Utiliza el seudónimo Pedro Zadidalves en algunas de sus publicaciones, estrategia que le permitió abordar temas polémicos con mayor libertad.
-
1802: Difunde la circular «Sobre la tranquilidad pública», exhortando al mantenimiento del orden y la concordia social.
-
1807: Muere, dejando un legado intelectual comprometido con la reforma eclesiástica y la ilustración del pueblo.
Relevancia actual
La figura de Pedro Díaz de Valdés resulta de especial interés en el presente por su papel como puente entre la tradición y la modernidad. En un momento histórico en que el pensamiento ilustrado buscaba abrir paso a una sociedad más racional y justa, él representó un modelo de clérigo comprometido no solo con la fe, sino también con el progreso material y moral de su entorno.
Su defensa del regalismo y su visión pragmática del papel del clero resultan pioneras en el contexto eclesiástico español. En un mundo donde la Iglesia se encontraba a menudo enfrentada a las exigencias de renovación social, Díaz de Valdés abogó por una función pastoral más activa, orientada al bienestar integral del pueblo.
Su obra también ilustra la importancia del pensamiento crítico en el ámbito religioso. Lejos de limitarse a la repetición dogmática, exploró con valentía temas científicos, sociales y políticos, demostrando que el saber teológico podía dialogar fecundamente con otros campos del conocimiento.
En la actualidad, recuperar la figura de Pedro Díaz de Valdés permite entender mejor las tensiones y transformaciones de la España del siglo XVIII. Pero también ofrece modelos útiles para repensar el papel de las instituciones religiosas en la vida pública contemporánea, así como la relevancia del conocimiento multidisciplinar y comprometido.
Su producción escrita, aunque en gran parte olvidada, constituye un testimonio valioso de un tiempo en que las palabras podían ser instrumento de reforma. Su vida y obra siguen ofreciendo claves para interpretar las relaciones entre fe, razón y poder, y su legado merece ser redescubierto como parte de la rica herencia intelectual de la Ilustración española.
MCN Biografías, 2025. "Pedro Díaz de Valdés (1740-1807). El prelado ilustrado que defendió la soberanía temporal y el bienestar del pueblo". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/diaz-de-valdes-pedro [consulta: 30 de septiembre de 2025].