Edgar Degas (1834-1917). El maestro francés que revolucionó la pintura con bailarinas, escultura y luz
Edgar Degas fue una de las figuras más influyentes en el arte del siglo XIX. Nacido en París el 19 de julio de 1834 y fallecido el 27 de septiembre de 1917, Degas no solo destacó por su pintura, sino también por su incursión en la escultura y la fotografía. Aunque a menudo se le asocia con el Impresionismo, su estilo personal, su pasión por el dibujo y su mirada innovadora lo convierten en un artista único. Su legado se mantiene vigente por la potencia expresiva de sus obras y su inquebrantable búsqueda de nuevas formas de representar la realidad.
Orígenes y contexto histórico
Hijo de una familia acomodada, Edgar Degas comenzó estudiando Derecho en su ciudad natal antes de volcarse completamente al arte. Su formación artística se consolidó en la Escuela Superior de Bellas Artes de París, donde fue discípulo de Louis Lamothe, un seguidor del neoclasicismo. Durante sus viajes a Italia, Degas profundizó en el estudio de los grandes maestros del Renacimiento, lo que marcó profundamente su estilo.
En esta etapa inicial, su pintura reflejaba una clara influencia de Ingres y de Puvis, dos exponentes del clasicismo francés. Sin embargo, su obra comenzó a adquirir una personalidad propia, visible en composiciones como Familia Bellelli y Semíramis construyendo una ciudad, donde ya se aprecia su búsqueda por capturar la psicología de los personajes y una narrativa compleja.
Logros y contribuciones
La carrera artística de Degas dio un giro decisivo al relacionarse con figuras como Manet, Morisot, Mallarmé y Valéry, quienes formaban parte del núcleo intelectual y artístico del París de finales del siglo XIX.
En 1872, viajó a Estados Unidos, donde pintó Factoría de algodón en Nueva Orleans, una obra que muestra su atención por las escenas cotidianas y el detalle en la composición. Su participación en la primera exposición impresionista de 1874, junto a artistas como Cézanne, Pissarro, Sisley y Monet, consolidó su presencia en el movimiento, aunque su estilo no siempre fue comprendido por la crítica de la época.
Degas priorizaba el dibujo sobre el color, afirmando que el dibujo era la manera de comprender la forma, más allá de su representación visual. Este enfoque lo llevó a perfeccionar la línea como recurso expresivo, dotando a sus obras de una estructura firme y vibrante al mismo tiempo.
Momentos clave en su trayectoria artística
A lo largo de su carrera, Degas abordó múltiples temas, pero se destacó especialmente en la representación del cuerpo humano en movimiento, particularmente en el entorno del ballet y la ópera. Su fascinación por el dinamismo lo llevó a crear una iconografía única de bailarinas y escenas teatrales.
Obras clave en la trayectoria de Degas:
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La planchadora
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Enfado
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La violación
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Ajenjo
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Mlle. Fiocre en el ballet de la fuente
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Ballet de Roberto el Diablo
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Lección de danza
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Miss Lala en el circo Fernando
Estas composiciones se caracterizan por un uso innovador del espacio y una observación minuciosa del gesto corporal, captando la fugacidad del instante.
En sus últimos años, cuando su vista comenzó a deteriorarse, Degas recurrió al uso del pastel, técnica con la cual alcanzó una expresividad inusitada en sus obras de desnudos femeninos. Al no poder pintar, se volcó también a la escultura, produciendo más de 150 piezas que fueron descubiertas en su taller tras su muerte. Entre ellas destacan las figuras de bailarinas y caballos, moldeadas con una sensibilidad única.
Relevancia actual
Edgar Degas no solo dejó una profunda huella en la pintura francesa, sino que su influencia se extendió a generaciones posteriores. Artistas como Toulouse-Lautrec, Suzanne Valadon y Vuillard encontraron en su obra una fuente de inspiración tanto por su enfoque formal como por su capacidad de innovación.
Degas también se adentró en el campo de la fotografía, una faceta menos conocida pero igualmente relevante. En este medio, experimentó con retratos bajo luz artificial y largos tiempos de exposición, mostrando una vez más su interés por los desafíos técnicos y estéticos.
En 1999, una exposición en la Biblioteca Nacional de París rescató esta faceta del artista, revelando la profundidad de su mirada fotográfica. Asimismo, una gran muestra organizada en octubre de 2004 en el Museo del Vittoriano de Roma reunió más de 200 piezas, incluyendo pinturas, esculturas y fotografías que recorren todas las etapas de su carrera.
La innovación formal, la búsqueda de lo efímero en el movimiento y su aproximación analítica al arte siguen siendo objeto de estudio en academias y museos de todo el mundo. Degas no solo fue un observador de su tiempo, sino un renovador que anticipó muchas de las preocupaciones del arte moderno.
Degas en la actualidad
La vigencia de Degas se manifiesta no solo en las constantes exposiciones internacionales que celebran su legado, sino también en la presencia de sus obras en museos clave como el Musée d’Orsay de París, que alberga algunas de sus composiciones más emblemáticas como Lección de danza (1872).
Su capacidad para plasmar la vida cotidiana con una mirada profunda y estética, su maestría técnica y su impulso por explorar nuevas formas de expresión lo consolidan como una figura esencial en la historia del arte. Edgar Degas transformó la manera de ver y representar el mundo, y por ello sigue siendo un referente indiscutible en el panorama artístico global.
MCN Biografías, 2025. "Edgar Degas (1834-1917). El maestro francés que revolucionó la pintura con bailarinas, escultura y luz". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/degas-edgar [consulta: 16 de octubre de 2025].