Daniel Defoe (1660–1731): Pionero de la novela de aventuras y observador social del siglo XVIII
Orígenes y formación inicial
Daniel Defoe nació en Londres en septiembre de 1660, hijo de James Defoe, un comerciante de cueros de clase media. Desde temprana edad, mostró una gran capacidad para los negocios, pero también un interés por las ideas y los debates intelectuales de su tiempo. Su educación fue, en principio, una tradición familiar: su padre deseaba que fuera sacerdote, y por ello lo envió a estudiar al seminario presbiteriano. A pesar de los esfuerzos de su padre, Defoe pronto se dio cuenta de que la vida religiosa no era su verdadera vocación. Después de completar sus estudios y con solo veinte años, abandonó el seminario y dejó de lado cualquier posibilidad de seguir la carrera eclesiástica.
Cambio de rumbo y carrera comercial
Aunque su educación religiosa había terminado, Defoe no renunció a los principios de trabajo duro y perseverancia que había aprendido en su formación, y optó por seguir el camino de su padre y convertirse en comerciante. Este cambio de rumbo lo llevaría a una vida de aventuras y fracasos, pero también de grandes aprendizajes. Su instinto para los negocios y su carácter arriesgado lo impulsaron a lanzarse a diversos emprendimientos. Así, tras algunos fracasos, Defoe viajó por varios países de Europa como España, Francia, Italia y Alemania, lo que le permitió expandir sus conocimientos culturales.
A su regreso a Inglaterra, abrió una mercería en Londres y en 1684 se casó con Mary Tuffley, con quien tuvo siete hijos. A pesar de su incansable trabajo, Defoe no logró alcanzar el éxito que había esperado, y en lugar de ello se vio envuelto en una serie de fracasos comerciales que lo llevarían al borde de la ruina.
Viajes y fracasos en los negocios
En sus intentos por convertirse en armador de barcos, Defoe se involucró en una serie de proyectos poco rentables que lo llevaron a la quiebra. Tras perder casi toda su fortuna y ser acosado por sus acreedores, se vio obligado a huir a Francia, donde se mantuvo a salvo de la persecución de la justicia inglesa. Estos fracasos comerciales fueron una constante en su vida, pero también lo marcaron como un hombre capaz de adaptarse a las circunstancias, una característica que más tarde reflejaría en sus escritos.
Inicios en la política y el periodismo
A pesar de las dificultades económicas, Defoe nunca perdió su interés por la política, la literatura y el periodismo. Durante estos años difíciles, se unió a la oposición política contra el rey Jacobo II, a quien consideraba un monarca tiránico. Defoe participó en una sublevación contra el rey y, a pesar de no obtener el éxito deseado, su implicación en la política se consolidó. A raíz de sus escritos y su postura política, Defoe fue detenido varias veces y sufrió persecuciones por sus opiniones radicales.
En 1695, después de la caída de Jacobo II, Defoe ocupó un puesto en el Gobierno. Fue entonces cuando se dedicó por completo al periodismo y a la escritura. Fue un defensor de las ideas progresistas y se destacó por sus libelos y artículos periodísticos en los que cuestionaba el autoritarismo de la Iglesia y defendía los derechos de las mujeres a la educación, un concepto revolucionario para la época. Estas posturas le valieron múltiples arrestos y condenas, aunque siempre logró evadir largas penas, gracias a su habilidad para manipular las circunstancias a su favor.
Defoe también fue conocido por sus cambios de lealtad política. Inicialmente, se alineó con el partido de los whig, pero luego cambió su afiliación al partido tory, solo para traicionar a este último y actuar como agente secreto del Gobierno de los whig. Esta falta de estabilidad en sus principios políticos reflejaba la versatilidad de su carácter, pero también su pragmatismo en tiempos de cambio.
En 1704, fundó su propio periódico, The Review, un medio donde sus escritos adquirieron gran relevancia. Defoe es considerado uno de los fundadores del periodismo moderno en Inglaterra, con una pluma afilada y crítica que le permitió influir en la opinión pública de la época.
A pesar de los altibajos que experimentó a lo largo de su vida, Daniel Defoe se consolidó como un escritor prolífico y un observador social agudo que capturaba las tensiones políticas y económicas de su tiempo.
Defoe como novelista
En la madurez de su vida, Defoe encontró su verdadera vocación como novelista. Aunque fue conocido anteriormente por sus poemas, ensayos y artículos periodísticos, fue a partir de los 60 años cuando realmente alcanzó la fama con la publicación de su novela más emblemática, Robinson Crusoe (1719). Esta obra marcó el comienzo de una etapa literaria prolífica que le permitiría cimentar su lugar en la historia de la literatura inglesa.
Defoe no solo fue un narrador de aventuras; sus novelas estaban impregnadas de crítica social y reflexión sobre las circunstancias de su tiempo. En particular, sus obras reflejaron el ascenso de la burguesía como la clase dominante, la cual, según Defoe, había reemplazado a una nobleza anticuada y obsoleta. A través de sus relatos, mostró su admiración por la independencia económica, la laboriosidad y el sentido práctico, características que atribuía a la clase media de la que él mismo formaba parte.
La transición de Defoe hacia la ficción fue significativa porque le permitió explorar la narrativa en un formato más extenso y detallado, abordando tanto la aventura como los dilemas sociales. Las historias que creó eran tanto un reflejo de su propia vida llena de incertidumbres y pruebas como una observación crítica del mundo en el que vivió.
Robinson Crusoe
Robinson Crusoe (1719), cuyo título completo es La vida y extrañas y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe de York, navegante, es, sin duda, la obra más conocida de Defoe y uno de los pilares de la literatura inglesa. La trama sigue a un joven llamado Robinson Crusoe que, tras embarcarse en varias aventuras marítimas, naufraga en una isla desierta. Allí, obligado a depender solo de sus recursos y habilidades, comienza a sobrevivir en solitario, hasta que encuentra a un indígena al que salva de los caníbales y bautiza con el nombre de Viernes.
Aunque la historia parece una simple novela de aventuras, Robinson Crusoe tiene un fuerte componente de crítica social y filosófica. A través de Crusoe, Defoe explora la lucha por la supervivencia, pero también se centra en el impulso emprendedor y la autodeterminación. El protagonista es un hombre de acción, capaz de adaptarse a las circunstancias y confiar en sus propios recursos, lo que lo convierte en un reflejo de los valores de la clase media emergente de la época. La obra es, por tanto, no solo una crónica de aventuras, sino también una alegoría del ascenso de la burguesía, frente a la decadencia de la nobleza terrateniente, que se muestra en la figura del personaje de Crusoe.
Además, la relación de Crusoe con Viernes introduce temas de colonialismo y etnocentrismo. Crusoe, al salvar a Viernes, lo convierte en su «servidor», lo que plantea preguntas sobre el poder y la superioridad moral en las relaciones entre culturas. Estos temas siguen siendo relevantes hoy en día, lo que convierte a Robinson Crusoe en una obra de gran profundidad y complejidad.
El éxito de la novela se debió a su estilo sencillo, directo y concreto, pero también a la identificación de los lectores con un héroe común que luchaba por sus ideales y sobrevivía frente a la adversidad. La obra tuvo un impacto inmediato y se convirtió en un éxito mundial, consolidando a Defoe como uno de los grandes escritores de la época.
Moll Flanders
Otra de las grandes obras de Defoe es Moll Flanders (1722), una novela que se considera la primera novela de costumbres de la literatura inglesa. A diferencia de Robinson Crusoe, Moll Flanders está protagonizada por una mujer audaz y decidida que lucha por sobrevivir en una sociedad hostil. La protagonista, Moll Flanders, es una mujer que, tras una vida llena de penurias, se convierte en una hábil criminal y en una mujer capaz de sobrevivir a través de su inteligencia y astucia.
Defoe demuestra en Moll Flanders su habilidad para describir la sociedad inglesa de su tiempo, particularmente en lo que respecta a las costumbres y normas sociales. A través de la figura de Moll, Defoe también critica las estructuras sociales y las desigualdades de género, ya que la protagonista se ve forzada a tomar decisiones difíciles para asegurar su supervivencia. La novela es una reflexión sobre la moralidad, la pobreza y el deseo de ascender en una sociedad estratificada.
A través de esta obra, Defoe mostró que sus intereses no solo eran políticos o económicos, sino también profundamente humanos, explorando las tensiones de las relaciones interpersonales y las luchas internas de sus personajes.
Otras obras y legado literario
A lo largo de su vida, Daniel Defoe escribió una vasta cantidad de obras, algunas de las cuales contribuyeron significativamente a la literatura inglesa. Durante sus primeros años como escritor, publicó Ensayo sobre proyectos, un trabajo que predecía muchas de las ideas racionalistas que influirían en los pensadores de la Ilustración. Además, en El verdadero inglés, se oponía al racismo y a la idea de la superioridad de una nación sobre otra.
Al final de su vida, Defoe continuó escribiendo con gran prolijidad. Obras como Memorias de un caballero, El capitán Singleton y Diario del año de la peste son testimonio de su producción constante y su capacidad para capturar diferentes aspectos de la experiencia humana, desde las aventuras marítimas hasta las tragedias sociales y personales.
Uno de los últimos trabajos de Defoe fue Un viaje alrededor de toda la isla de Gran Bretaña (1724), una obra de no ficción en la que describió con detalle las costas británicas, demostrando su amor por la geografía y su habilidad para la observación precisa. También publicó Historias de piratas (1724-1728) y El perfecto comerciante inglés (1725-1727), obras que reflejaron su continua fascinación por la economía y la vida cotidiana.
En resumen, el legado literario de Defoe es extenso y variado. Su capacidad para mezclar aventura con crítica social, su estilo directo y claro, y su habilidad para crear personajes complejos y memorables lo han convertido en una figura clave de la literatura inglesa. Aunque su vida estuvo marcada por la adversidad y la inestabilidad, su producción literaria dejó una huella indeleble en la historia cultural del Reino Unido, y su influencia se extiende hasta la literatura contemporánea.
MCN Biografías, 2025. "Daniel Defoe (1660–1731): Pionero de la novela de aventuras y observador social del siglo XVIII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/defoe-daniel [consulta: 19 de octubre de 2025].