Victoriano Valencia (1933-VVVV). El torero madrileño que conquistó las plazas más emblemáticas de España
Victoriano Valencia, nacido como Victoriano Cuevas Roger el 30 de mayo de 1933 en Madrid, es una figura destacada dentro del mundo taurino español del siglo XX. Conocido profesionalmente por su sobrenombre, alcanzó la cima del toreo gracias a una combinación de valentía, técnica refinada y carisma sobre el albero. Su trayectoria, marcada por faenas memorables y una vida dedicada al arte del toreo, lo convierte en un referente imprescindible para los aficionados y estudiosos del toreo tradicional.
Orígenes y contexto histórico
Victoriano Valencia nació en el seno de una familia madrileña durante una época de profundos cambios sociales y políticos en España. La posguerra española no solo dejó huellas económicas, sino que también generó una efervescencia cultural en la que la tauromaquia volvió a cobrar una dimensión simbólica como representación del espíritu y la identidad nacional. En este ambiente, el joven Victoriano creció atraído por el mundo taurino que rodeaba su ciudad natal, Madrid, uno de los epicentros de la tradición taurina.
Desde temprana edad mostró interés y aptitudes para la tauromaquia, iniciando un proceso formativo que lo llevaría a debutar como novillero y posteriormente a consolidarse como uno de los espadas más prometedores de su generación.
Logros y contribuciones
Uno de los momentos más significativos en su carrera fue su presentación en la Plaza Monumental de Las Ventas el 1 de julio de 1956, un escenario que representa la máxima aspiración para cualquier torero. Su etapa como novillero fue especialmente notable y culminó con una faena excepcional el 6 de julio de 1958, también en Las Ventas, frente al novillo Capeto, del hierro de Palha. Esta actuación marcó un punto de inflexión en su carrera, demostrando su capacidad para enfrentarse a astados de difícil lidia con valentía y maestría.
Posteriormente, el 27 de julio de 1958, recibió la alternativa en Barcelona, en el ruedo de la Ciudad Condal. Este acontecimiento fue encabezado por Antonio Mejías Jiménez, “Antonio Bienvenida”, quien ofició de padrino, y Antonio Ordóñez Araujo como testigo. La ceremonia se celebró con la lidia del toro Galonero, de la vacada de doña Eusebia Galache de Cobaleda.
Su confirmación de alternativa llegó poco después, el 24 de mayo de 1959, en la plaza de toros de Madrid. En esta ocasión, Julio Aparicio Martínez fue su padrino y, nuevamente, Antonio Ordóñez Araujo hizo las veces de testigo. El toro elegido para la confirmación fue Gañamal, del hierro de don Atanasio Fernández.
Durante más de una década, Victoriano Valencia fue protagonista de las grandes ferias y festejos taurinos del país, desarrollando un estilo definido por la elegancia, el dominio del capote y una técnica depurada que le valieron el respeto del público y de sus colegas.
Momentos clave
La carrera de Victoriano Valencia está jalonada de momentos memorables que reflejan su evolución como torero y su impacto en la historia de la tauromaquia. A continuación, se enumeran algunos de los hitos más destacados:
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1 de julio de 1956: Presentación en la Plaza de Las Ventas (Madrid) como novillero.
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6 de julio de 1958: Faena memorable al novillo Capeto del hierro de Palha, en Madrid.
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27 de julio de 1958: Recibe la alternativa en Barcelona, de manos de Antonio Bienvenida.
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24 de mayo de 1959: Confirmación de alternativa en Las Ventas (Madrid), con Gañamal.
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15 de septiembre de 1960: Faena destacada a un toro de Samuel Flores en Madrid.
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27 de septiembre de 1971: Se retira del toreo activo en la plaza de toros de Ibiza.
Estas fechas reflejan el ascenso, consolidación y retirada de un torero cuya carrera estuvo siempre vinculada a las plazas más emblemáticas de la geografía taurina española.
Relevancia actual
Tras su retirada en 1971, Victoriano Valencia no se desvinculó del mundo taurino. Por el contrario, canalizó su experiencia hacia la gestión y promoción del arte taurino, convirtiéndose en apoderado y empresario de varias plazas de toros de renombre. Esta faceta posterior consolidó aún más su figura dentro del panorama taurino, al contribuir a la formación y carrera de nuevos talentos.
Su nombre sigue vivo entre los entendidos del toreo por diversas razones:
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Fue un torero de repertorio amplio, capaz de adaptarse a distintas ganaderías y estilos de lidia.
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Su forma de manejar los engaños y de leer las embestidas lo convirtieron en un referente técnico.
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Su trayectoria empresarial permitió preservar la esencia del espectáculo taurino y fomentar nuevas vocaciones.
Victoriano Valencia también ha mantenido presencia pública por su vinculación familiar con personajes del ámbito cultural y artístico, lo que ha reforzado su perfil mediático sin diluir su identidad como torero.
En la actualidad, su legado permanece como un modelo de profesionalismo, pasión y dedicación, y su influencia se percibe tanto en la memoria de los aficionados veteranos como en el respeto que le profesan las nuevas generaciones de toreros.
La historia de Victoriano Valencia es, en suma, la de un hombre que dedicó su vida al toro con intensidad y respeto, sabiendo retirarse en su momento pero sin alejarse jamás de la plaza. Un maestro del albero cuya figura sigue inspirando admiración y cuya trayectoria forma parte inseparable del patrimonio taurino de España.
MCN Biografías, 2025. "Victoriano Valencia (1933-VVVV). El torero madrileño que conquistó las plazas más emblemáticas de España". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cuevas-roger-victoriano [consulta: 19 de octubre de 2025].