Jerónimo Cuéllar (1622-1666): El dramaturgo de la escuela de Calderón
Jerónimo Cuéllar (1622-1666) fue un destacado dramaturgo español que, a pesar de su corta vida, dejó una huella significativa en la literatura y el teatro barroco. Nacido en Madrid, Cuéllar pertenece a la misma escuela que el célebre Pedro Calderón de la Barca, siendo su obra una muestra clara de las tendencias de la época en la que se desarrolló. En su vida, Cuéllar tuvo una carrera marcada tanto por sus trabajos en la corte como por su devoción religiosa, pues en 1650 recibió el hábito de la Orden de Santiago, una de las más importantes distinciones de su tiempo. A pesar de no haber dejado una vasta producción teatral, su obra más relevante, Cada cual a su negocio y hacer cada uno lo que debe, sigue siendo un testimonio de su inteligencia y comprensión de las complejidades humanas.
Orígenes y contexto histórico
Jerónimo Cuéllar nació en Madrid en 1622, una ciudad que, en ese momento, vivía en plena efervescencia cultural, marcada por el Siglo de Oro español. Este periodo, que abarcó desde el siglo XVI hasta el XVII, fue una de las épocas más brillantes de la historia de España, no solo en términos de poder político y militar, sino también en lo que respecta a las artes y la literatura. La influencia de grandes autores como Lope de Vega y, especialmente, Calderón de la Barca, estaba en su apogeo, lo que permitió el florecimiento del teatro barroco.
Cuéllar, como parte de esta corriente, no solo fue testigo del auge de estas obras literarias, sino también un actor activo en el desarrollo del teatro en la corte. Si bien no alcanzó la fama de sus contemporáneos, su trabajo refleja de manera admirable los estilos y las preocupaciones de la época, marcados por una profunda reflexión sobre la naturaleza humana, la moralidad y el destino.
En cuanto a su formación, se sabe que Cuéllar trabajó en la corte española, donde su contacto con los más grandes dramaturgos y escritores de su tiempo le permitió desarrollar su talento literario. Fue en este entorno que comenzó a escribir las obras que lo darían a conocer en el ámbito teatral. A pesar de que gran parte de su carrera estuvo centrada en la corte, su vida dio un giro cuando, en 1650, decidió ingresar en la Orden de Santiago. Esta decisión, que marca un hito en su biografía, reflejó su devoción religiosa y su compromiso con la fe cristiana.
Logros y contribuciones
Cuéllar es conocido principalmente por su obra Cada cual a su negocio y hacer cada uno lo que debe. Esta pieza teatral, escrita en la tradición del teatro barroco, es una comedia de enredo que aborda temas universales como la moralidad, el deber y la conducta humana. En ella, Cuéllar emplea el humor y la ironía para ofrecer una crítica a las costumbres y vicios de la sociedad de su tiempo. La obra tiene una estructura típicamente barroca, donde la confusión y el desenlace final son elementos clave para entender el comportamiento de sus personajes.
Además de esta obra, a Cuéllar se le atribuye la pieza titulada El pastelero de Madrigal, aunque no existen pruebas definitivas de su autoría. A pesar de ser su contribución más conocida, la falta de documentación sobre otras posibles obras ha llevado a algunos estudiosos a cuestionar la profundidad de su carrera teatral. No obstante, estas obras que se le atribuyen son representativas de su estilo, marcado por un agudo sentido de la observación y una gran habilidad para crear personajes que reflejan las contradicciones y complejidades del ser humano.
Aunque la obra de Cuéllar es breve en comparación con la de otros dramaturgos de su época, su capacidad para capturar la esencia del momento histórico y su profunda reflexión sobre los aspectos más complejos de la vida humana hacen de su producción un aporte importante al teatro español del Siglo de Oro. Su legado, aunque limitado, permanece como un testimonio de la riqueza y diversidad del panorama literario de su tiempo.
Momentos clave
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Nacimiento en Madrid (1622): El nacimiento de Cuéllar en Madrid, una de las principales ciudades del Siglo de Oro español, marca el inicio de su carrera dentro de una sociedad rica en influencias culturales y literarias.
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Trabajo en la corte: Durante su tiempo en la corte, Cuéllar tuvo la oportunidad de interactuar con otros dramaturgos y escritores, lo que influyó en su estilo y técnica literaria.
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Ingreso a la Orden de Santiago (1650): Este evento marcó un cambio significativo en su vida, pues a partir de este momento se dedicó también a la vida religiosa, lo que pudo haber afectado su producción literaria.
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Creación de Cada cual a su negocio y hacer cada uno lo que debe: Esta obra es el pilar de su legado como dramaturgo, una pieza que refleja las tensiones morales y sociales de su época.
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Atribución de El pastelero de Madrigal: Aunque no está confirmada como su obra, la atribución de esta pieza amplía su reconocimiento como autor dentro del teatro barroco español.
Relevancia actual
Aunque Jerónimo Cuéllar no alcanzó la fama de otros dramaturgos de su época, como Lope de Vega o Calderón de la Barca, su obra sigue siendo relevante para el estudio del teatro barroco español. En Cada cual a su negocio y hacer cada uno lo que debe, Cuéllar hace uso de los elementos del teatro de enredo y de la comedia de caracteres, técnicas que fueron muy populares en su tiempo y que continúan siendo estudiadas por los expertos en literatura española.
El análisis de la obra de Cuéllar permite a los estudiosos de la literatura barroca adentrarse en las formas teatrales que caracterizaron este periodo, y entender cómo los dramaturgos de la época abordaron cuestiones sociales, políticas y religiosas a través del teatro. La comedia de enredo, uno de los géneros más característicos de la época, es central en el trabajo de Cuéllar, y su capacidad para mezclar humor con una crítica aguda de las costumbres sociales sigue siendo apreciada.
Aunque el número de obras de Cuéllar es limitado, la profundidad con la que aborda los temas humanos universales en sus escritos demuestra la relevancia de su obra en el contexto del teatro barroco. Su estilo, influenciado por las grandes figuras de la literatura española, sigue siendo un tema de estudio dentro de los círculos académicos que se dedican a la recuperación del teatro de la época.
Obras destacadas
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Cada cual a su negocio y hacer cada uno lo que debe: Su obra más importante y representativa, un ejemplo claro de la comedia de enredo barroca.
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El pastelero de Madrigal: Una obra que, aunque no está completamente confirmada como suya, se asocia con él debido a su estilo y las temáticas que abarca.
Jerónimo Cuéllar, aunque con una producción limitada, representa una figura fundamental dentro del teatro barroco español. Su capacidad para explorar la naturaleza humana y la moralidad en sus obras lo convierte en un dramaturgo clave para entender la complejidad de su época. A través de sus pocos pero significativos trabajos, Cuéllar se asegura un lugar en la historia literaria de España.
MCN Biografías, 2025. "Jerónimo Cuéllar (1622-1666): El dramaturgo de la escuela de Calderón". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cuellar-jeronimo [consulta: 29 de septiembre de 2025].