Ramón de la Cruz (1731-1794): El literato que revolucionó el teatro breve español
Ramón de la Cruz, nacido en Madrid en 1731 y fallecido en 1794, es considerado uno de los grandes exponentes del teatro breve en España. A pesar de su considerable popularidad durante su época, la información sobre su vida personal sigue siendo limitada. Sin embargo, sus logros en el ámbito literario y teatral lo posicionan como un pilar fundamental de la cultura española del siglo XVIII. Su carrera, marcada por la innovación en la creación de sainetes y zarzuela, dejó una huella indeleble en el panorama teatral de su tiempo. En este artículo, exploraremos los orígenes, logros y legado de Ramón de la Cruz, un hombre cuyo nombre sigue siendo sinónimo de humor y crítica social a través del teatro.
Orígenes y contexto histórico
Ramón de la Cruz nació en una época en la que España vivía inmersa en un proceso de transición cultural. El siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces, estaba marcado por el auge de las ideas ilustradas que influirían profundamente en las artes y las ciencias. En este contexto, la literatura española comenzaba a experimentar una renovación, y la literatura teatral no fue la excepción.
Ramón de la Cruz estudió Humanidades y Jurisprudencia, aunque no terminó sus estudios en ninguna de estas ramas. Su carrera comenzó en el ámbito administrativo, como empleado en la Contaduría de penas de Cámara y gastos de Justicia. Sin embargo, su pasión por la literatura y el teatro lo llevó a abandonar este puesto para dedicarse por completo a la creación literaria.
Logros y contribuciones
La carrera literaria de Ramón de la Cruz despegó en 1757, cuando comenzó a escribir sainetes y zarzuela. Su primera obra relevante fue el sainete La enferma de mal de moda, seguido por la zarzuela Quien complace a la deidad, acierta a sacrificar en 1757. Desde 1760, su nombre empezó a aparecer con regularidad en los carteles de los teatros madrileños, donde se convirtió en uno de los principales proveedores de las compañías teatrales de la ciudad.
Su obra se caracteriza por la creación de sainetes, piezas teatrales cómicas y de corta duración que reflejaban las costumbres de la sociedad española de su época. Entre los años 1762 y 1770, Ramón de la Cruz compuso una serie de sainetes que retrataban la vida callejera y los comportamientos típicos de la clase media y baja de Madrid. Obras como El hospital de la moda (1762), La petimetra en el tocador (1762) o La crítica (1763) reflejan la visión irónica y satírica del autor sobre la sociedad urbana.
Además de sus sainetes originales, Ramón de la Cruz también se dedicó a traducir y adaptar obras de autores franceses e italianos, lo que le permitió enriquecer su repertorio y adaptarlo al contexto español. A lo largo de su carrera, escribió cerca de doscientas obras, entre las que se incluyen zarzuela, comedias, tragedias y otros géneros teatrales. Destacan títulos como El licenciado Farfulla (1776), La espigadera (1778) y Las segadoras de Vallecas.
Uno de los hitos de su carrera fue el encargo recibido en 1768 del conde de Aranda para redactar el libreto de la zarzuela Briseida, una obra que fue bien recibida por el público y la crítica. Este éxito motivó a Ramón de la Cruz a seguir explorando el género de la zarzuela, un campo en el que introdujo temas realistas, como lo demuestra Las labradoras de Murcia.
Momentos clave en su carrera
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1757: Ramón de la Cruz se inicia en la escritura teatral con el sainete La enferma de mal de moda.
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1760-1770: Durante esta década, su nombre se consolida en el teatro madrileño con una serie de sainetes que exploran las costumbres de la sociedad de la época, como La Plaza Mayor de Madrid por Navidad (1765) y La Pradera de San Isidro (1766).
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1768: Escribe el libreto de la zarzuela Briseida por encargo del conde de Aranda, marcando un hito en su carrera.
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1780: Publica su Teatro o colección de los sainetes y demás obras dramáticas (1786-1791), una obra fundamental que recopilaba gran parte de sus creaciones.
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1794: Ramón de la Cruz fallece en Madrid, dejando tras de sí un legado literario que perduró más allá de su muerte.
La renovación del teatro breve
El principal mérito de Ramón de la Cruz radica en su capacidad para renovar el teatro breve, especialmente el sainete, género que utilizó para reflejar las costumbres de su tiempo. Sus obras capturan las escenas de la vida cotidiana de Madrid, como la festividad de San Isidro, las celebraciones de Navidad y la vida de la clase baja. A través de sus sainetes, que en su mayoría son piezas cómicas, Ramón de la Cruz logra un retrato social de la época, que no solo se limita a la observación, sino que también critica y satiriza las costumbres y vicios de la sociedad.
Uno de los recursos más efectivos en sus obras es el lenguaje. Ramón de la Cruz empleó un lenguaje sencillo y accesible, reflejando la oralidad de la calle madrileña, lo que permitió que sus personajes, como majos, petimetres y abates, cobraran vida ante el público. El autor también utilizó recursos cómicos como el juego de palabras, la hipérbole y la ambigüedad, que contribuían a la efectividad de sus sátiras.
Relevancia actual
Aunque hoy en día Ramón de la Cruz no goza de la misma fama que otros autores del Siglo de Oro, su obra sigue siendo un referente dentro de la literatura española del siglo XVIII. Su capacidad para capturar el espíritu de la época a través del sainete y la zarzuela lo convierte en una figura crucial para entender la evolución del teatro en España.
La crítica contemporánea ha resaltado la agudeza y la frescura de su lenguaje, que sigue siendo relevante para los estudios literarios y teatrales. Además, su obra continúa siendo objeto de estudios, como los realizados por Mireille Coulon, quien en su libro Le Sainete à Madrid à l’époque de don Ramón de la Cruz examina en profundidad la influencia del autor en la dramaturgia madrileña.
El legado de Ramón de la Cruz
A lo largo de su carrera, Ramón de la Cruz dejó un legado literario que, a pesar de las críticas que recibió por su falta de originalidad, sigue siendo fundamental en el estudio del teatro español. Sus sainetes, que abordaban temas tan variados como la vida cotidiana, las costumbres de la alta sociedad y la crítica a las nuevas modas, continúan siendo una rica fuente de información sobre la sociedad española de la época.
Además de su producción teatral, Ramón de la Cruz también contribuyó significativamente a la evolución de la zarzuela y a la adaptación de obras extranjeras al contexto español. Su capacidad para mezclar lo cómico con lo crítico y su habilidad para reflejar la vida madrileña en el escenario lo convierten en un autor indispensable para comprender el teatro breve y la comedia de costumbres.
Bibliografía
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COTARELO Y MORI, E.: Don Ramón de la Cruz y sus obras. Ensayo biográfico y bibliográfico, Madrid, 1899.
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COULON, Mireille: Le Sainete à Madrid à l’époque de don Ramón de la Cruz, Pau, Publications de l’Université, 1993.
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SALA VALLDAURA, J. M.: «Introducción» a Ramón de la Cruz, Sainetes, Barcelona, Crítica, 1996.
MCN Biografías, 2025. "Ramón de la Cruz (1731-1794): El literato que revolucionó el teatro breve español". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cruz-cano-y-olmedilla-ramon-de-la [consulta: 28 de septiembre de 2025].