Constantino V Coprónimo (718-775). El emperador bizantino que desafió el culto de las imágenes
Constantino V Coprónimo (718-775) fue uno de los emperadores más controvertidos de la historia del Imperio Bizantino. Su reinado, que comenzó en 741 y duró hasta su muerte en 775, estuvo marcado por decisiones drásticas que transformaron profundamente la estructura religiosa y política del imperio. La figura de Constantino V es recordada principalmente por su feroz oposición al culto de las imágenes, un tema que dividió a la Iglesia y a la sociedad bizantina de la época.
Orígenes y contexto histórico
Constantino V nació en el año 718, hijo de León III el Isaurio, quien se había destacado por su habilidad política y militar, y por implementar una serie de reformas que fortalecieron el imperio bizantino. Durante el reinado de su padre, Constantino V fue educado en un entorno que promovía la centralización del poder imperial y el rechazo a las influencias externas, en particular, las provenientes de Roma.
León III, conocido por su reforma administrativa y militar, también adoptó una postura defensiva frente al creciente poder de los papas en Occidente, y sentó las bases para el conflicto iconoclasta que más tarde su hijo llevaría a su punto culminante. La ascendencia de Constantino V fue, por tanto, el resultado de una combinación de factores familiares y políticos, que lo posicionaron como heredero de un imperio que ya se encontraba en medio de importantes tensiones religiosas y políticas.
Logros y contribuciones
Constantino V, al igual que su padre, asumió el trono en una época de amenazas externas y conflictos internos. Fue un líder militar excepcional que llevó al Imperio Bizantino a nuevas victorias contra los búlgaros, un pueblo que representaba una constante amenaza para las fronteras del imperio. A pesar de su habilidad en el campo de batalla, su legado está marcado principalmente por sus reformas religiosas, que fueron sumamente controvertidas en su época.
Una de las decisiones más significativas de su reinado fue la condena y eliminación del culto de las imágenes. La iconoclasia fue un tema divisivo dentro de la Iglesia Bizantina, y Constantino V fue un firme defensor de la eliminación de las imágenes sagradas, considerándolas una forma de herejía. Esta postura no solo le valió la enemistad de muchos miembros del clero, sino que también desató una serie de persecuciones contra los que defendían el culto de las imágenes.
Entre sus más destacadas contribuciones se encuentran:
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La consolidación de la política militar contra los búlgaros: Constantino V obtuvo varias victorias militares sobre los búlgaros, lo que le permitió mantener las fronteras del Imperio Bizantino bajo control.
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El fortalecimiento del poder imperial: Al igual que su padre, Constantino V promovió la centralización del poder en manos del emperador, debilitando la influencia de los nobles y el clero.
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La aplicación estricta de la iconoclasia: Durante su reinado, se llevaron a cabo numerosas persecuciones contra aquellos que defendían el culto a las imágenes, como el caso de Juan Damasceno y Constantino, el patriarca de Constantinopla.
Momentos clave
A lo largo de su reinado, Constantino V vivió una serie de momentos clave que definieron su política y su imagen como emperador. A continuación, se destacan algunos de los eventos más significativos:
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La muerte de León III y la ascensión de Constantino V: En 741, tras la muerte de su padre León III, Constantino V se convirtió en emperador. Su ascensión no estuvo exenta de desafíos, pues tuvo que enfrentarse a varias revueltas internas antes de consolidarse en el poder.
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La condena del culto de las imágenes: En la década de 740, Constantino V emprendió una serie de medidas drásticas para erradicar el culto a las imágenes en el Imperio Bizantino. La controversia religiosa culminó con la condena y la ejecución de varios líderes religiosos que se oponían a la iconoclasia.
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Las campañas contra los búlgaros: Constantino V luchó varias veces contra los búlgaros en el norte, obteniendo victorias significativas que aseguraron la defensa de las fronteras del imperio.
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La muerte de Constantino V en 775: En su última campaña contra los búlgaros, Constantino V falleció en 775. Su muerte marcó el fin de un reinado polémico, pero dejó un legado duradero en la historia de Bizancio.
Relevancia actual
El legado de Constantino V Coprónimo sigue siendo un tema de debate entre los historiadores y expertos en historia bizantina. Su postura radical contra el culto a las imágenes dejó una huella profunda en la Iglesia Bizantina, cuyas consecuencias se sintieron a lo largo de los siglos. Aunque la iconoclasia fue finalmente condenada y el culto a las imágenes restaurado, el conflicto dejó cicatrices tanto en la Iglesia como en la sociedad bizantina.
Además, sus éxitos militares y su habilidad para consolidar el poder imperial sentaron las bases para el reinado de sus sucesores, quienes heredaron tanto los logros como las tensiones derivadas de sus políticas religiosas. Sin embargo, en el ámbito religioso, su nombre sigue asociado a la controversia iconoclasta, un tema que ha sido interpretado de diversas formas a lo largo del tiempo.
En la actualidad, Constantino V es visto tanto como un emperador reformador y defensor de la unidad imperial como un líder que, al perseguir su visión religiosa, contribuyó a la polarización de la Iglesia Bizantina. Su figura sigue siendo un referente para comprender las complejidades de la historia política y religiosa del Imperio Bizantino.
MCN Biografías, 2025. "Constantino V Coprónimo (718-775). El emperador bizantino que desafió el culto de las imágenes". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/constantino-v-copronimo [consulta: 28 de septiembre de 2025].