Constantino II (1940–2023): El Último Rey de los Helenos y el Crepúsculo de la Monarquía Griega

Orígenes y entorno familiar

Una dinastía europea: los Glüksburg

Constantino II, nacido el 2 de junio de 1940 en Atenas, fue el último monarca de Grecia y perteneciente a la dinastía Glüksburg, una de las casas reales más ramificadas de Europa. Su linaje entroncaba con numerosas familias reales del continente, como Dinamarca, Noruega, Alemania y el Reino Unido. Esta amplia red de parentescos posicionó a Constantino en el centro de una élite transnacional de la realeza europea, cuya influencia se extendía más allá de las fronteras de Grecia.

Padres y hermanos: linajes reales y conexiones internacionales

Hijo de Pablo I y Federica de Hannover, Constantino fue el segundo hijo del matrimonio real. Su madre, de origen alemán, era nieta del káiser Guillermo II, mientras que su padre, Pablo, fue el penúltimo rey de Grecia antes de que su hijo lo sucediera. Constantino fue el hermano menor de Sofía, futura reina consorte de España, lo que amplificó su papel en el tablero diplomático europeo y tejió un vínculo directo entre las casas reales de Grecia y España.

Infancia en el exilio y retorno

La huida durante la ocupación nazi

La infancia de Constantino estuvo marcada por el conflicto bélico mundial. Apenas cumplido su primer año de vida, su familia se vio obligada a abandonar Grecia tras la invasión de las tropas del Eje. El 23 de abril de 1941, huyeron de Atenas, comenzando un periplo de exilio que los llevó primero a Creta, luego a Egipto y finalmente a Sudáfrica. Esta etapa temprana de destierro imprimió una constante en la vida del futuro rey: la distancia forzada respecto a su país natal.

El regreso tras la guerra y el plebiscito monárquico

Concluida la Segunda Guerra Mundial, y tras el repliegue de las fuerzas del Eje, Grecia quedó liberada. En este contexto, se celebró un plebiscito popular que restableció la monarquía, permitiendo el retorno de la familia real a Atenas. En 1947, Constantino apareció por primera vez en público durante los funerales de su tío, el rey Jorge II, y ese mismo año fue nombrado príncipe heredero cuando su padre, Pablo I, ascendió al trono.

Formación del príncipe heredero

Educación militar y académica

Desde su juventud, Constantino fue preparado meticulosamente para sus deberes regios. Estudió en el colegio de Anavryta, una institución elitista griega, y luego recibió una formación integral en los ejércitos de Tierra, Mar y Aire. En 1956 fue nombrado cabo honorario de los comandos especiales, y en 1958, juró como oficial de las fuerzas armadas griegas. Además, en 1959, inició estudios en la Universidad de Atenas, centrándose en Derecho Constitucional y Economía Política, materias fundamentales para su futuro rol como jefe de Estado.

Primeras responsabilidades políticas y representación pública

Durante los últimos años del reinado de Pablo I, Constantino fue introducido progresivamente en funciones políticas, asumiendo tareas de regencia cuando su padre se ausentaba del país. También participó en viajes oficiales, entre ellos una importante visita a los Estados Unidos, donde exploró diversas academias militares. Estas responsabilidades sirvieron como campo de entrenamiento práctico para su eventual ascenso al trono, consolidando su figura ante la opinión pública y en el plano internacional.

Ascenso al trono y vida matrimonial

La muerte de Pablo I y la proclamación de Constantino II

El 6 de marzo de 1964, falleció Pablo I, y su hijo fue proclamado rey de los Helenos bajo el nombre de Constantino II. Optó por este título en lugar del nominal Constantino XIII, aludiendo a la herencia de los emperadores bizantinos, aunque formalmente se convirtió en el sexto monarca de la dinastía Glüksburg. Su ascenso al trono generó grandes expectativas, ya que se le percibía como un joven moderno, educado y con una visión contemporánea del poder.

Matrimonio con Ana María de Dinamarca y descendencia

Ese mismo año, Constantino contrajo matrimonio con la princesa Ana María de Dinamarca, hija de los reyes daneses y descendiente directa de Christian IX de Dinamarca, conocido como el «Abuelo de Europa». Esta unión consolidó los lazos entre dos casas reales muy influyentes y fue vista como una alianza dinástica estratégica. El matrimonio tuvo cinco hijos: Alexia (1965), Pablo (1967), Nicolás (1969), Theodora (1983) y Philippos (1986), todos educados bajo una perspectiva cosmopolita, como herederos de una monarquía con historia, aunque sin trono.

Crisis política y ruptura institucional

Enfrentamiento con Georges Papandreu

Uno de los momentos más críticos del reinado de Constantino II fue su enfrentamiento con el primer ministro Georges Papandreu, líder del partido liberal. La crisis estalló en 1965 cuando el rey se opuso a una serie de decisiones del gobierno, especialmente en relación con el control de las Fuerzas Armadas. La dimisión forzada de Papandreu generó un periodo de inestabilidad conocido como la “Apostasía”, durante el cual Constantino nombró varios gobiernos de corta duración, profundizando el malestar social y político.

El golpe militar de 1967 y la pérdida del poder

En este clima de tensión, el 21 de abril de 1967, se produjo un golpe militar que instauró la llamada “dictadura de los coroneles”. Aunque inicialmente los golpistas actuaron en nombre del rey, pronto Constantino fue apartado del poder tras un fallido contragolpe. En diciembre del mismo año, huyó del país con su familia, iniciando un exilio que se prolongaría durante décadas. Aunque la junta mantuvo formalmente la monarquía, la autoridad real fue suprimida de facto, y Constantino pasó a ser un símbolo distante de una monarquía desprovista de funciones.

Exilio y desafíos a la monarquía

Negativa a colaborar con la dictadura

Tras su salida del país en diciembre de 1967, Constantino II se estableció primero en Roma y posteriormente en Londres, donde fijó su residencia por varios años. A pesar de los intentos del régimen militar para que regresara y legitimara con su figura al nuevo poder, Constantino se negó rotundamente a hacerlo mientras no se restaurara plenamente la democracia en Grecia. Esta postura le valió cierto respeto en sectores opositores al régimen, pero también lo mantuvo en un limbo político, sin autoridad ni acceso al trono.

Proclamación de la república y referéndum de 1974

En junio de 1973, el gobierno militar abolió formalmente la monarquía y proclamó una República Presidencial Parlamentaria. La legitimidad de esta decisión fue cuestionada tanto por la oposición como por el propio Constantino. Sin embargo, la verdadera sentencia a la monarquía se dio tras la caída del régimen de los coroneles en 1974, cuando el nuevo gobierno de transición convocó un referéndum nacional. Celebrado en diciembre de ese mismo año, el pueblo griego ratificó por abrumadora mayoría la forma republicana del Estado, cerrando así la etapa monárquica en la historia contemporánea de Grecia.

Relaciones con Grecia desde el exterior

Reapariciones puntuales y mensajes públicos

Durante su exilio, Constantino evitó declaraciones públicas hasta 1989, cuando rompió su silencio mediante un mensaje navideño difundido por los medios griegos. En él, manifestó su preocupación por el futuro político y económico del país, e hizo un llamado a la unidad y al aprovechamiento de las oportunidades ofrecidas por la nueva Europa. Antes de ese pronunciamiento, su única aparición relevante en Grecia había sido en 1981, para asistir a los funerales de su madre, Federica de Grecia, evento al que las autoridades griegas le permitieron asistir bajo estrictas condiciones: su permanencia no debía exceder las seis horas.

Cesión de propiedades y tensiones políticas

En un intento por mejorar su imagen y reparar la fractura con el Estado griego, Constantino ofreció en 1991 la cesión de la mayoría de sus propiedades rústicas al pueblo griego. El acuerdo, sin embargo, incluía condiciones específicas: la exención de impuestos acumulados, la conservación de los bosques donados y el uso del Palacio de Corfú como residencia oficial de mandatarios en visitas de Estado. Aunque inicialmente el gobierno del conservador Konstantinos Mitsotakis aceptó el acuerdo y el Parlamento lo ratificó en 1992, la llegada del PASOK al poder ese mismo año cambió radicalmente la situación.

Conflicto legal con el Estado griego

La nacionalidad revocada y la batalla judicial

En abril de 1994, el nuevo gobierno socialista liderado por Andreas Papandreu presentó un proyecto de ley para revocar la ciudadanía griega de Constantino y expropiar todos los bienes de la familia real. La legislación, aprobada por el Parlamento, fue rechazada por Constantino, quien se negó a aceptar las condiciones impuestas por el Estado para recuperar su nacionalidad, como reconocer la república, renunciar a sus títulos y registrarse en un ayuntamiento con nombre y profesión.

El exmonarca recurrió entonces al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, alegando que se trataba de una confiscación arbitraria e injusta de propiedades previamente sujetas a un acuerdo con el Estado. Esta batalla judicial sería larga y políticamente tensa, pero marcaría un precedente importante para los derechos de los antiguos monarcas en sistemas republicanos.

Fallos a su favor del Tribunal Europeo de Derechos Humanos

En 1999, el tribunal de Estrasburgo admitió a trámite la demanda de Constantino. Un año después, falló parcialmente a su favor, condenando al Estado griego a indemnizarlo por la confiscación de propiedades, cuyo valor se estimaba en más de 470 millones de euros. Aunque el tribunal no ordenó la devolución de los bienes, sí dictó en 2002 una sentencia inapelable en la que obligaba a Grecia a pagar 12 millones de euros como compensación.

Este fallo no sólo reconoció los derechos patrimoniales de Constantino, sino que también fortaleció su imagen ante una parte de la opinión pública griega, especialmente aquellos que cuestionaban el proceder del Estado en materia de propiedad privada y legalidad constitucional.

Vida pública, deportiva y legado

Participación olímpica y aficiones personales

Antes de ser rey, Constantino ya había dejado huella en el ámbito deportivo. En los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, obtuvo la medalla de oro en vela, clase Dragón, junto a su tripulación. Fue el primer príncipe moderno en ganar un oro olímpico, un logro que le valió reconocimiento internacional y un lugar en la historia del olimpismo. Su afición por el deporte se manifestó también en su juventud como explorador, alpinista y nadador.

Más adelante, Constantino se desempeñó como presidente del Comité Olímpico Griego y como miembro honorario del Comité Olímpico Internacional, participando activamente en el fomento del deporte tanto en Grecia como a nivel internacional.

Rol en el Comité Olímpico y memoria histórica

Su prestigio en el mundo deportivo le permitió mantener cierta relevancia pública incluso en el exilio. En el ámbito cultural y simbólico, Constantino fue considerado por algunos como un símbolo de unidad nacional perdida, mientras que otros lo veían como un resabio de una etapa superada. Aunque nunca recuperó formalmente sus derechos como monarca, se mantuvo involucrado en iniciativas filantrópicas y educativas, y mantuvo una postura pública prudente respecto a la política griega.

Últimos años y visión histórica

Retorno simbólico y percepción popular

A medida que pasaban los años, la figura de Constantino fue adquiriendo un perfil más simbólico que político. A comienzos del siglo XXI, hizo apariciones públicas discretas en Grecia, incluyendo eventos sociales y conmemoraciones familiares. En 2013, participó en la boda de su hijo Philippos en Atenas, y en 2022 asistió al funeral de su primo el príncipe Felipe de Edimburgo, reafirmando sus lazos con la realeza británica.

La percepción de Constantino en Grecia seguía dividida. Para algunos era un patriota injustamente desterrado; para otros, un actor político cuya intervención contribuyó a una de las mayores crisis del siglo XX en el país. Su papel histórico continúa siendo objeto de estudio, especialmente en relación con los procesos de transición democrática y la abolición de la monarquía.

La figura de Constantino II en la Grecia contemporánea

Constantino II falleció en enero de 2023, cerrando definitivamente el capítulo monárquico de Grecia. Fue enterrado en el cementerio real de Tatoi, junto a sus antecesores. Su muerte reavivó el debate sobre su legado, que es visto hoy como complejo y multidimensional: último rey de Grecia, olímpico laureado, exiliado persistente y figura que, sin ejercer el poder, dejó huella en la historia política moderna del país. Su vida estuvo marcada por la tensión entre deber dinástico y realidad republicana, en un siglo donde la monarquía europea se transformó drásticamente.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Constantino II (1940–2023): El Último Rey de los Helenos y el Crepúsculo de la Monarquía Griega". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/constantino-ii-rey-de-grecia [consulta: 28 de septiembre de 2025].