Condillac, Étienne Bonnot de (1715-1780).
Filósofo francés, nacido en 1715 y muerto en 1780. Bajo la influencia de Locke, trata de explicar toda la formación de la vida psíquica y del conocimiento, basándose en las sensaciones y sus diversas combinaciones. Es considerado el introductor del sensualismo en la filosofía francesa de la Ilustración.
Vida y obras
Nacido en Grenoble, Condillac realizó sus estudios en un colegio de jesuitas y luego pasó al seminario de Saint-Sulpice de París, donde se ordenó sacerdote y se doctoró en teología. Tuvo un beneficio eclesiástico, pero no desempeñó nunca las funciones sacerdotales. Entró en contacto con la filosofía inglesa y con los intelectuales franceses más famosos de su tiempo (Rousseau, Voltaire, d’Alembert y Diderot). Las obras más famosas de este período son: Essai sur l’origine des connaissances humaines (Ensayo sobre el origen de los conocimientos humanos,1746), Traité des systèmes (1747), Traité des sensations (Tratado de las sensaciones,1754, su obra más famosa), y Traité des animaux (1755). Estos escritos le valieron la acusación de materialismo y sensualismo, por lo que se vio envuelto en una gran polémica. El rey Luis XV, lo envió a Parma, como preceptor del infante Fernando, duque de Parma, su sobrino. Esta experiencia pedagógica le sirvió de base para su obra Cours d’études (Curso de estudios). Fue nombrado miembro de la Academia Francesa en 1768, en la que, sin embargo, sólo participó en su sesión de ingreso. Pasó los últimos años de su vida en el campo, dedicado a publicar el Cours d’études y a la redacción de otras obras, como: Logique (Lógica, 1772), encargado por el gobierno de Polonia para el uso de los jóvenes, Le commerce et le gouvernement considerés relativement l’un à l’autre (1776) y Langue des calculs (1798, obra que dejó incompleta). Otras obras suyas son: Gramática, Arte de escribir, Arte de raciocinar, Arte de pensar. Sus escritos, notables por la claridad y el método, son la expresión científica del espíritu de su época. Según él, todas las ideas provienen de los sentidos y las mismas facultades del alma, no son más que sensaciones trasformadas.
Aspectos de su doctrina
El método analítico
La base y la característica de su filosofía está en el método que consiste en el análisis. Para tener un verdadero conocimiento de un objeto de la naturaleza, no basta con verlo en su totalidad, es preciso observarlo en sus partes. Lo mismo vale también para las ideas y operaciones del entendimiento. Pero la tarea del conocimiento no se acaba en el descomponer, sino en la recomposición del objeto. El método analítico de Condillac no es más que una continua aplicación del principio de identidad (A=A). El análisis, en efecto, que consiste en sustituir una idea madre por varias ideas simples que están implícitas en aquélla, no hace más que sustituir el término que expresa la idea compleja por un mayor número de términos equivalentes que designan la idea principal.
Origen de las facultades y de las ideas a partir de la sensación
En oposición a la enseñanza cartesiana de las ideas innatas, hizo suya la posición de Locke sobre el origen empírico de las ideas, demostrando que las ideas de extensión y pensamiento no escapan a esta génesis. Sobrepasó la doctrina de Locke, y rechazó la distinción entre cualidades primarias y secundarias, según la cual nosotros tendríamos de las primeras una idea adecuada, y de las segundas, solamente una idea subjetiva. En realidad la posición de Condillac, respecto al alcance real de nuestras ideas, se mantuvo siempre entre el realismo y el idealismo. Rechazó también la distinción entre sensaciones y reflexiones, al reducir todas las ideas a la única fuente de las sensaciones. Para ello se sirve del famoso ejemplo de la estatua de mármol, al principio carente de todos los sentidos, y por lo tanto de toda idea, y que luego se anima progresivamente por la acción separada y sucesiva de todos los sentidos. Condillac comienza dotando a la estatua de olfato, porque al parecer es el sentido que menos contribuye a los conocimientos del hombre. Ante el primer olor, la capacidad de sentir de la estatua se convulsiona con la impresión sobre el órgano del olfato. Esto es lo que se llama atención. De esta forma tenemos la primera facultad del alma que es la sensación misma. La estatua comienza entonces a gozar o a sufrir, según sea el olor agradable o desagradable. Cuando el objeto que provocó el olor desaparece, le queda una impresión más o menos fuerte, según haya sido la atención. Así nace la memoria, segunda facultad de la mente. Si la sensación actual es poco agradable, la estatua puede dirigir su atención a una sensación agradable que ahora no encuentra, entonces ésta se le presenta con tanta intensidad que llega a parecerle como presente. Nace así la imaginación que sólo difiere de la memoria en cuanto a la intensidad.Condillac continúa así su ejemplo, con los demás sentidos, hasta demostrar que todas las facultades del alma nacen sucesivamente de las sensaciones y de sus diversas combinaciones.
Economía
Condillac se sitúa entre los fundadores de la teoría subjetivista del valor. El valor de una mercancía está ligado a su utilidad, pero ésta es un hecho subjetivo que varía en la medida que surgen o desaparecen las necesidades. El valor, pues, depende del variable grado de utilidad.
Metafísica
Desde el punto de vista metafísico, Condillac es un agnóstico. Dado que todos nuestros conocimientos provienen de los sentidos, sólo podrán extenderse hasta donde llegan las sensaciones. Es decir, nunca podremos penetrar en la sustancia íntima de las cosas, porque de ellas captamos solamente las apariencias (fenómenos). Conocemos no lo que los seres son en sí, sino lo que son respecto a nosotros. No es posible pasar de lo que sentimos a lo que es. Sin embargo, el agnosticismo no le detiene, y contra sus propias afirmaciones, trata de penetrar en la íntima naturaleza de los seres, demuestra la inmortalidad del alma, e intenta no sólo demostrar la existencia de Dios, sino que establece, en cierto modo, su naturaleza. Condillac distingue dos metafísicas: una ambiciosa, que pretende penetrar todos los misterios; otra, más cauta, que proporciona sus investigaciones a la debilidad del espíritu humano y se muestra tan poco curiosa de lo que se le escapa, como ávida de lo que puede abarcar. Esta última es para él la verdadera metafísica.Estrechamente relacionada con sus tesis gnoseológicas, se encuentra su teoría sobre el lenguaje, en la que se puede ver un antecedente de la semiótica posterior.