Bartolomé Colón (ca. 1461–1514): Explorador Incansable y Fundador del Primer Núcleo Colonial Permanente
Origen familiar y primeros años
Bartolomé Colón, nacido probablemente en Génova hacia 1461, fue hermano menor de Cristóbal Colón, el célebre descubridor del Nuevo Mundo. Aunque los detalles de su juventud son escasos y frecuentemente eclipsados por la figura de su hermano mayor, Bartolomé fue un personaje fundamental en la empresa americana. La familia Colón, de origen modesto pero con inclinaciones marítimas, proporcionó a Bartolomé una formación sólida en el arte de la cartografía y la navegación, dos disciplinas que dominó con maestría.
Desde muy temprano, se dedicó a elaborar mapamundis y cartas náuticas, actividad que lo llevó a establecer vínculos con centros náuticos como Lisboa y más adelante a convertirse en una figura clave para el desarrollo de las expediciones ultramarinas. En una época de acelerado crecimiento del conocimiento geográfico, Bartolomé destacó como técnico cartográfico, hecho que luego sería crucial en sus contribuciones a los viajes transoceánicos.
Relación con Cristóbal Colón y gestiones diplomáticas
Mientras Cristóbal Colón negociaba en Castilla su proyecto de llegar a Asia navegando hacia el oeste, Bartolomé fue el encargado de promover esta idea en otras cortes europeas. Su misión diplomática lo llevó a Portugal, donde se entrevistó con el rey Juan II, y más tarde a Inglaterra, donde presentó un mapamundi ante el rey Enrique VII, y finalmente a Francia, ante Carlos VIII. A pesar del escepticismo con que fue recibido, su labor fue vital para mantener viva la visión colombina en los círculos de poder europeos.
Algunos historiadores sugieren que Bartolomé pudo haber participado en el viaje de Bartolomé Díaz de Novaes, que condujo al descubrimiento del Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África. Aunque no existen pruebas concluyentes, su presencia documentada en Lisboa en 1487 refuerza la posibilidad de su implicación en esta importante expedición.
Llegada a América y primer asentamiento
Cuando recibió noticias del primer viaje exitoso de Cristóbal Colón en 1492, Bartolomé se encontraba en la corte francesa. Sin perder tiempo, se dirigió a Castilla y llegó a Andalucía a finales de 1493, aunque su hermano ya había partido en su segunda expedición. Siguiendo instrucciones dejadas por Cristóbal, Bartolomé se encargó de llevar a sus sobrinos, Diego y Hernando Colón, a la corte para que sirvieran como pajes del príncipe heredero, don Juan.
En abril de 1494, asumió el mando de una flotilla de tres barcos con provisiones rumbo a la isla de La Española. El 24 de junio, llegó al puerto de La Isabela, el primer asentamiento europeo fundado en el Nuevo Mundo. Allí se convirtió en la figura de confianza de Cristóbal Colón, tomando el lugar de su hermano Diego Colón como mano derecha en la administración del enclave colonial.
Gobernación en La Española y fundación de Santo Domingo
Dotado de un carácter firme y resuelto, Bartolomé tuvo que hacer frente a los primeros desafíos internos de la colonia. Entre 1494 y 1498, ejerció como gobernador interino de la isla en ausencia de su hermano. Durante este tiempo, combatió varios levantamientos, como el encabezado por Francisco Roldán, Adrián de Múgica y Hernando de Guevara, quienes se rebelaron contra la autoridad de los Colón. Además, lideró campañas para reprimir sublevaciones indígenas, enfrentándose a los caciques Behechio y Guarionex en la región de la Vega Real.
Una de sus mayores contribuciones fue el reconocimiento de la desembocadura del río Ozama, en la costa sur de La Española. Entre 1496 y 1498, fundó allí la ciudad de Santo Domingo, que se convertiría en la capital administrativa del continente americano y epicentro del poder español en las Indias.
El 22 de julio de 1497, los Reyes Católicos reconocieron sus servicios otorgándole el título de adelantado de Indias, una distinción reservada para pioneros con atribuciones de gobierno y justicia. Su gestión no solo consolidó el poder español en el Caribe, sino que también abrió las puertas a una colonización más estructurada y duradera.
Una de sus maniobras diplomáticas más exitosas fue la alianza pacífica con el cacicazgo de Jaraguá, el más populoso de la isla, liderado por la célebre Anacaona. A través del diálogo y el respeto, Bartolomé logró incorporar esta región al sistema colonial sin necesidad de violencia, demostrando una capacidad política poco común entre los conquistadores de su tiempo.
Caída en desgracia y regreso forzoso a España
A pesar de su capacidad de gobierno y su papel fundamental en la organización de la colonia, Bartolomé Colón no escapó a las crecientes tensiones entre los colonos y la administración encabezada por los hermanos Colón. El 23 de agosto de 1500, arribó al puerto de Santo Domingo el juez pesquisidor Francisco de Bobadilla, enviado por los Reyes Católicos para investigar las denuncias de abusos y desórdenes en la isla. Bartolomé, que se encontraba en Jaraguá, fue llamado a comparecer.
A su llegada, fue inmediatamente arrestado junto con sus hermanos Cristóbal y Diego, y embarcado rumbo a España encadenado en la sentina del navío, en una muestra de autoridad y de advertencia a cualquier forma de autogobierno no autorizado por la Corona. Aunque esta humillación pública marcó un punto de inflexión, Bartolomé fue liberado tras su llegada a la península, pero el golpe había mermado su ánimo. No mostró interés en volver a participar en nuevas empresas.
Sin embargo, el lazo con su hermano fue más fuerte que el desencanto, y Cristóbal Colón lo convenció para que lo acompañara en su cuarta y última expedición a América, entre 1502 y 1504. Bartolomé aceptó, volviendo a cruzar el Atlántico una vez más.
Última expedición con Cristóbal Colón
En esta expedición, Bartolomé se convirtió en el sostén físico y logístico de su hermano, ya enfermo y debilitado. La ruta los llevó por las costas de Centroamérica, en lo que hoy corresponde a Panamá, Honduras y Costa Rica, enfrentando condiciones climáticas adversas, terrenos inexplorados y hostilidades tanto de indígenas como de su propia tripulación.
En 1503, tuvo que enfrentarse al cacique Quibián, líder de los pueblos del istmo de Darién, quien rechazaba la presencia europea. Bartolomé logró someterlo mediante una campaña militar relámpago. No menos difíciles fueron las tensiones internas: en Jamaica, debió sofocar la rebelión de los hermanos Porras, que pretendían regresar a España sin autorización de Cristóbal Colón.
Como resultado de este viaje, dejó una importante contribución cartográfica: el mapa incluido en el Códice Alberico, uno de los documentos más significativos del periodo temprano de exploración del continente americano. Este mapa representaba no sólo una aportación técnica, sino también una prueba de su profundo conocimiento geográfico acumulado en años de experiencia.
Actividad diplomática y últimos encargos
Ya de vuelta en Europa, Bartolomé continuó desempeñando un papel discreto pero relevante. En abril de 1506, fue enviado como embajador de su hermano a La Coruña, portando una carta dirigida a los nuevos monarcas, Juana I y Felipe I, quienes acababan de asumir el trono de Castilla. La muerte prematura de Felipe y la retirada de Fernando el Católico hacia Nápoles alteraron el panorama político, y Bartolomé tuvo que viajar a Italia para entrevistarse con el rey-regente.
Durante su estancia en Roma y Nápoles, también se ocupó de asegurar el legado familiar y obtener garantías de que los títulos y privilegios otorgados a los Colón serían respetados. En medio de estas gestiones, en un codicilo fechado el 11 de diciembre de 1508, se consigna el nacimiento de su hija ilegítima María, la única descendiente directa que se le conoce.
Ese mismo año, participó en la Junta de Burgos, una reunión de alto nivel donde se definieron las futuras estrategias de expansión en el Nuevo Mundo. Bartolomé fue convocado por su experiencia y conocimiento, en compañía de los más célebres navegantes del momento.
Último viaje y muerte en el Nuevo Mundo
En 1509, Bartolomé realizó su último viaje a América, esta vez acompañando a su sobrino, el nuevo gobernador Diego Colón, hijo de Cristóbal, junto con otro hermano, también llamado Diego Colón. A su llegada a Santo Domingo el 9 de julio, fue inmediatamente encomendado a organizar una expedición de reconocimiento a Cuba, con el objetivo de evaluar su potencial económico.
La expedición fue un éxito rotundo, y las noticias sobre sus avances generaron inquietud en la Corona, temerosa de que Bartolomé acumulara un poder excesivo. Fernando el Católico emitió una orden urgente para que regresara a la península. Bartolomé obedeció, y en 1511 se presentó ante el monarca, quien, satisfecho con sus explicaciones, le concedió una encomienda en la isla de La Mona, entre Puerto Rico y La Española.
A finales de ese mismo año, Bartolomé regresó definitivamente al Caribe. En agosto de 1514, mientras realizaba un viaje de regreso desde Puerto Rico a Santo Domingo, recibió una nueva orden para volver a España. Este nuevo desplazamiento afectó gravemente su salud: un agudo dolor de costado lo dejó postrado, y falleció una semana después, el 14 de agosto de 1514.
Murió en Santo Domingo, la ciudad que él mismo había fundado dos décadas antes. Fue enterrado en el convento de San Francisco, y nombró como heredero universal a su sobrino Diego Colón, asegurando la continuidad de la dinastía en el Nuevo Mundo. Su vida, marcada por la exploración, la lucha y la construcción de nuevas fronteras, quedó enmarcada en los albores de una era que cambió para siempre la historia del mundo.
MCN Biografías, 2025. "Bartolomé Colón (ca. 1461–1514): Explorador Incansable y Fundador del Primer Núcleo Colonial Permanente". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/colon-bartolome [consulta: 2 de octubre de 2025].