Pío Collivadino (1869-1945). El maestro del grabado y la pintura argentina

Pío Collivadino, nacido en Buenos Aires el 20 de agosto de 1869, es uno de los pintores más destacados de la historia del arte argentino. Su legado perdura no solo a través de su obra, sino también por su enorme influencia como maestro, quien fue clave en la creación de lo que él consideraba la auténtica escuela sudamericana. Durante su vida, se destacó por su dedicación al grabado y la pintura, dejando una huella profunda en varias generaciones de artistas. Falleció en Buenos Aires el 26 de agosto de 1945, a los 76 años, dejando un vacío en el mundo artístico argentino que aún hoy se recuerda.
Orígenes y contexto histórico
Pío Collivadino nació en una Argentina que, a fines del siglo XIX, vivía un proceso de modernización e incorporación de tendencias artísticas europeas. Buenos Aires, en particular, era un hervidero de nuevas ideas que influirían fuertemente en el desarrollo cultural del país. A pesar de la prevalencia de corrientes europeas en el ámbito artístico de la época, Collivadino encontró una manera única de fusionarlas con los contextos locales. Su formación inicial tuvo lugar en Buenos Aires, donde ingresó en la Societá Nazionale, un centro educativo que sentó las bases de su formación técnica. Posteriormente, continuó sus estudios en la Asociación Estímulo, lo que le permitió consolidar su base como artista y maestro.
En 1889, Pío emprendió su primer viaje a Europa, donde desarrollaría gran parte de su formación. Su destino fue Italia, país que ya para ese entonces representaba un epicentro de la cultura artística mundial. En Roma, ingresó a la Academia de Bellas Artes, donde estudió con el maestro César Mariani, especializándose en la técnica del fresco. Durante esta etapa, Collivadino tuvo la oportunidad de colaborar en la realización de frescos para el Palacio de Justicia de Roma, lo que marcó un hito en su carrera y le permitió entender a fondo las grandes técnicas tradicionales de la pintura.
Logros y contribuciones
El principal legado de Pío Collivadino radica en su influencia como maestro y en la creación de una escuela de grabado única en Sudamérica. Su trabajo formó la base para la creación de la Cátedra de Grabado en la Universidad de Buenos Aires, institución que se encargó de formar a los futuros grabadores más relevantes de Argentina. Este aspecto de su labor fue crucial, pues dio estructura y fundamento al arte del grabado en un continente que aún estaba en pleno proceso de consolidación de su identidad artística.
Además de su contribución pedagógica, Collivadino destacó por su enfoque y perfección en el trabajo del grabado, disciplina en la que se le reconoce como uno de los grandes maestros. A lo largo de su vida, recibió diversos premios y distinciones por su arte. En 1905, fue nombrado Caballero de la Corona de Italia, una distinción que resaltaba no solo su formación en ese país, sino también su rol como embajador del arte italiano en Argentina y el resto de América Latina.
En 1910, Pío fue galardonado con la medalla de oro en la Exposición de Venecia por su obra La Hora del Reposo. Esta obra, que refleja el estilo de Collivadino, es un claro ejemplo de su maestría en el grabado y en el tratamiento de los detalles y la luz. Además, en los Estados Unidos, recibió una medalla de plata como aguafortista, lo que subraya su reconocimiento a nivel internacional.
Momentos clave
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1889: Primer viaje a Europa, donde inicia sus estudios en Italia y se forma en la Academia de Bellas Artes de Roma.
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1905: Nombrado Caballero de la Corona de Italia.
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1910: Premio con la medalla de oro en la Exposición de Venecia por La Hora del Reposo.
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1939: Asume el cargo de director interino de la Escuela Preparatoria Manuel Belgrano y también es director en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
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1944: Jubilación y homenaje por parte de la Academia de Bellas Artes.
Relevancia actual
La influencia de Collivadino se mantiene viva hoy en día gracias a su extensa obra y su participación fundamental en la formación de nuevas generaciones de artistas. Sus trabajos pueden ser admirados en varios museos importantes, como el Museo de Arte Moderno de Roma, el Museo Nacional de Bellas Artes en Sívori, y el Museo de la Boca en Buenos Aires, entre otros. Además, su legado educativo perdura en las instituciones que fundó y dirigió, como la Cátedra de Grabado en la Universidad de Buenos Aires y los talleres especializados en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de Cárcova.
Su trabajo también tiene un lugar destacado en los museos provinciales de Tucumán, San Juan, Córdoba, Santa Fe, Corrientes y Salta, lo que demuestra la importancia de su influencia en todo el país. A pesar de las décadas que han pasado desde su muerte, su obra sigue siendo una referencia esencial para artistas y estudiosos del arte, y su figura se ha consolidado como un pilar de la historia artística argentina.
En resumen, Pío Collivadino no solo fue un pintor y grabador de renombre, sino también un educador visionario que supo adaptar los grandes conocimientos europeos a las necesidades y particularidades del arte sudamericano. Su aporte a la pintura y al grabado argentino es invaluable, y su nombre continúa siendo sinónimo de excelencia y compromiso con la formación de nuevos talentos.
MCN Biografías, 2025. "Pío Collivadino (1869-1945). El maestro del grabado y la pintura argentina". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/collivadino-pio [consulta: 29 de septiembre de 2025].