Vakhtang Mikhailovich Chabukiani (1910-1992). El virtuoso georgiano que transformó el ballet soviético

Vakhtang Mikhailovich Chabukiani fue una figura monumental en la historia del ballet soviético y georgiano, cuya carrera artística redefinió los cánones de la danza masculina en el siglo XX. Bailarín, coreógrafo, pedagogo y director artístico, su legado no solo perdura en las coreografías que firmó, sino también en generaciones de bailarines formados bajo su tutela. Su capacidad para unir técnica, dramatismo y una identidad nacional distintiva lo convirtió en una leyenda del arte escénico.

Orígenes y contexto histórico

Nacido el 12 de marzo de 1910 en Tbilisi, capital de Georgia, Vakhtang Chabukiani creció en un contexto de profundos cambios políticos y sociales. A lo largo de su vida, fue testigo de la transformación de su país natal en una república soviética, y supo adaptar su arte a las exigencias y oportunidades del nuevo régimen sin perder su identidad cultural.

Comenzó su formación artística en su ciudad natal con la profesora Maria Perrini, y más tarde amplió sus estudios en la prestigiosa Escuela Coreográfica de Leningrado, donde ingresó a los cursos de tarde y se graduó en 1929. Esta institución, núcleo del ballet clásico soviético, moldeó su técnica y le ofreció la plataforma para iniciar una carrera que lo llevaría a los más altos escenarios del país.

Ese mismo año, se unió al Gosudarstvenny Akademichesky Teatr Oper, posteriormente conocido como el Ballet Kírov, uno de los cuerpos de ballet más importantes de la Unión Soviética. Allí fue uno de los principales solistas hasta 1941, y su participación fue crucial en el estreno de varias piezas que marcaron una época.

Logros y contribuciones

Chabukiani no solo destacó como intérprete, sino que también fue un coreógrafo innovador y un maestro influyente, cuyo estilo se caracterizó por una fusión de virtuosismo técnico, fuerza dramática y una identidad georgiana palpable. A lo largo de su carrera, trabajó con los coreógrafos más influyentes de su tiempo, como Vasily Vainonen, Rostislav Zakharov, y Agrippina Vaganova, cuya metodología revolucionó la pedagogía del ballet.

Entre los roles que estrenó destacan:

  • Las Llamas de París (1932) de Vasily Vainonen

  • Días Partisanos (1937) también de Vainonen

  • La Fuente de Bakhchisaraï (1934) de Rostislav Zakharov

  • Ilusiones Perdidas (1935) de Zakharov

  • Esmeralda (1935) de Agrippina Vaganova

  • Taras Bulba (1940) de Fyodor Lopukhov

Además de estos roles, también creó y protagonizó ballets propios como El Corazón de las Colinas (1938) con música de Balanchivadze y Laurencia (1939), con partitura de Krein. Estas obras no solo mostraron su talento coreográfico, sino que también consolidaron su visión de un ballet masculino potente, heroico y con contenido emocional y político.

Momentos clave

A lo largo de su extensa carrera, varios momentos marcaron la evolución de Chabukiani como artista y figura pública. A continuación, un listado cronológico con sus momentos más destacados:

  • 1929: Se gradúa de la Escuela Coreográfica de Leningrado y se une al Ballet Kírov.

  • 1932: Estrena Las Llamas de París, marcando el inicio de su reconocimiento como gran intérprete.

  • 1934: Participa junto a Tatyana Vecheslova en la primera gira internacional de bailarines soviéticos por los Estados Unidos.

  • 1938: Coreografía y protagoniza El Corazón de las Colinas.

  • 1939: Es nombrado Artista de la URSS.

  • 1941-1972: Desarrolla una intensa labor artística en el Teatro de la Ópera de Paliashvili como bailarín, coreógrafo y maestro.

  • 1947: Estrena Sinatle (Kiladze).

  • 1950-1953: Crea y presenta Gorda y Por la Paz (ambas con música de Toradze).

  • 1957: Coreografía Othello (Machavariani), una de sus piezas más dramáticas.

  • 1962: Presenta su versión de Bolero (Ravel).

  • 1971: Monta El Lago de los Cisnes para el Ballet Nacional de Persia en Teherán.

  • 1985: Se graba para televisión su versión de Othello.

Durante su carrera recibió numerosos galardones, entre ellos:

  • Premio del Estado de la URSS (1941, 1948 y 1951)

  • Trabajador Honorífico de las Artes de Georgia (1943)

  • Artista del Pueblo de la USSR (1950)

  • Premio Lenin (1958)

Relevancia actual

La figura de Vakhtang Chabukiani sigue siendo fundamental para entender la evolución del ballet en el siglo XX, especialmente en el ámbito soviético y georgiano. Su impacto va más allá de sus actuaciones: transformó la forma en que se concebía el rol masculino en el ballet, dotándolo de vigor, protagonismo y complejidad expresiva.

Su labor como director de la Academia Coreográfica de Tbilisi entre 1941 y 1973 consolidó una escuela georgiana de ballet con sello propio. A través de su enseñanza y liderazgo, influyó en innumerables artistas que continuaron difundiendo su estilo, fusionando la tradición clásica con el dinamismo del folclore local.

Las versiones que dejó de grandes ballets clásicos como La Bella Durmiente (1959), Esmeralda (1944) y Chopiniana (1942) siguen siendo referencias escénicas. Igualmente, sus grabaciones para televisión de Las Llamas de París (1946) y Othello (1966) son valiosos documentos de su arte.

La identidad nacional georgiana, tan importante en su obra, le permitió crear una estética propia dentro de los parámetros soviéticos. Chabukiani no solo fue un intérprete excepcional, sino también un arquitecto del ballet nacional georgiano, un verdadero puente entre lo clásico y lo autóctono, entre el virtuosismo técnico y el contenido ideológico.

Su influencia sigue viva en academias, teatros y compañías que continúan honrando su legado artístico. La combinación de su talento interpretativo, su maestría coreográfica y su espíritu innovador lo convierten en uno de los grandes pilares del ballet del siglo XX.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Vakhtang Mikhailovich Chabukiani (1910-1992). El virtuoso georgiano que transformó el ballet soviético". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/chabukiani-vakhtang-mikhailovich [consulta: 14 de junio de 2025].