Carrillo, José de la Cruz (1788-1865).


Militar venezolano, nacido en Trujillo el 3 de mayo de 1788 y muerto en la misma ciudad el 17 de junio de 1865. Era hijo de Andrés Carrillo y Camacho y de Josefa Gómez Terán, ambos descendientes directos de los primeros conquistadores españoles de Venezuela.

Al estallar la Guerra de la Independencia Latinoamericana, los cinco hermanos Carrillo tomaron parte en la misma. El 9 de octubre de 1810, José de la Cruz formó parte de los trujillanos que declararon la independencia de la provincia y el 15 de septiembre se alistó como voluntario en el escuadrón de Trujillo. Fue ascendido a subteniente el 28 de diciembre. Cuando en 1812 la Primera República venezolana fue derrotada, Carrillo fue hecho prisionero y conducido a Maracaibo, de donde fue liberado al año siguiente.

En junio de 1813 entró en contacto con Simón Bolivar, que en su Campaña admirable llegó hasta Trujillo. Impresionado por el líder insurrecto, Carrillo se le unió y se integró en el batallón que mandaba Atanasio Girardot. Tuvo un destacado papel en las batallas de Carache y Taguanes. El 6 de agosto de ese mismo año, el Ejército Libertador entró en la ciudad de Caracas y Carrillo fue puesto bajo las órdenes del coronel Ramón García de Sena, con el cual volvió a destacarse en las batallas de Cerritos Blancos y Araure; en esta última Bolivar derrotó a las fuerzas de Ceballos y Yáñez. Su brillante actuación en las batallas en las que tomó parte le llevó a ser ascendido al grado de capitán el 10 de diciembre de 1810.

A partir de 1814 se encontraba bajo las órdenes del general Rafael Urdaneta, en el Ejército del Oeste. Tras una serie de combates a lo largo de todo el año, en 1815 fue destinado a las fuerzas del general Joaquín Ricaurte; posteriormente, tras la acción de Chire, el 30 de octubre, pasó a las órdenes del comandante José Antonio Páez en 1816, con el que hasta 1818 participó en las acciones de Mata de la Miel, Yagual, Mucuritas. Fue ascendido a teniente coronel y desde ese momento participó en las batallas de Calabozo y El Sombrero, así como en la toma de San Fernando de Apure, en marzo de 1818.

En 1818 adquirió el grado de coronel. Intervino en la campaña de Nueva Granada al frente del batallón denominado Bravos de Páez, con el que tuvo una destacada actuación en las batallas de Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá. En 1820 Carrillo participó en la liberación de las provincias de Mérida y Trujillo. Fue nombrado gobernador de esta última en octubre de ese mismo año.

En 1821, dentro de las operaciones destinadas a la liberación de Venezuela, se le encomendó a Carrillo la dirección de un cuerpo de ejército con el que debía avanzar desde Trujillo por Barquisimeto para amenazar la línea realista de Valencia-Puerto Cabello. Este avance se denominó Diversión de Cruz Carrillo, y supuso un completo éxito, al impedir que el coronel realista Juan Tello uniese sus tropas a las del mariscal Miguel de la Torre en el Carabobo.

En 1823, Carrillo fue nombrado gobernador de Apure, cargo al que renunció al año siguiente para hacerse cargo de la gobernación y comandancia de armas de Barinas. En 1826 fue ascendido a general de brigada. En 1829 fue elegido diputado por la provincia de Pamplona en el Congreso Constituyente de Colombia. Al año siguiente rechazó en Cúcuta el ataque que desde Venezuela mandaban el general Pedro Fortoul y el coronel José Concha, por lo que se le concedió el grado de general de división, que rechazó alegando que «en las guerras civiles no se conquista la gloria ni se ganan ascensos«. El 6 de diciembre de 1831 el gobierno de Bogotá ordenó la disolución y licenciamiento de las tropas de Carrillo; al año siguiente, Carrillo se vio arrastrado en la caída del general Urdaneta, por lo que tuvo que exiliarse a Venezuela y fijó su residencia en Trujillo, de donde fue gobernador entre 1841 y 1845. En 1848, a causa de su apoyo a José Antonio Páez, fue encarcelado. Permaneció en prisión hasta los primeros años de la década de los sesenta, cuando recuperó la libertad y fue ascendido a general en jefe por el presidente Juan Crisóstomo Falcón. Era el año 1863 y, pese a que de nuevo renunció al cargo, éste tuvo validez hasta su muerte, acaecida en Trujillo en 1865.