Caro, Manuel Antonio (1835-1903).


Pintor chileno, nacido en Valparaíso en 1835 y fallecido en la misma ciudad en 1903, está considerado el introductor de la pintura costumbrista en su país y uno de los más fieles representantes del estilo academicista. Su cuadro más famoso, La Zamacueca, es la obra cumbre de la pintura popular chilena del siglo XIX.

Nacido en una familia acomodada, recibió sus primeras nociones de pintura en el Colegio de los Padres Franceses de su ciudad natal, pero no descubrió su vocación artística hasta que comenzó a pintar por distracción durante un periodo de convalecencia por enfermedad. En 1859 se trasladó a París, donde asistió a clases en el taller César Gariot y obtuvo el ingreso en la Escuela Imperial de Bellas Artes, convirtiéndose en el primer chileno en hacerlo en este prestigioso centro de la época; esta etapa francesa marcó decisivamente su estilo pictórico, caracterizado por la exactitud de la representación y con el retrato y el episodio histórico como temas recurrentes. En 1865 regresó a Valparaíso, donde fundó su propio taller, dedicado preferentemente a los retratos por encargo. En 1872 pintó La Zamacueca, premiada con la Medalla de Oro de la Exposición del Mercado Central, de la cual realizó otra versión al año siguiente .

Junto con Antonio Smith, Pascual Ortega o Nicolás Bustamante, entre otros, Manuel Antonio Caro fue uno de los primeros artistas formados bajo los rígidos principios pictóricos de la Academia de Bellas Artes chilena, fundada en 1849. En consecuencia, su obra, por otra parte muy escasa, apenas presenta resquicios para la expresión del artista: tanto el dibujo como los colores y la composición están sujetos, por encima de cualquier otra consideración, a la técnica. Su aportación más original se produjo en la temática, en la que introdujo las escenas costumbristas en el primer intento en la historia del arte chileno por rescatar elementos de la cultura y folklore propios, de lo que La Zamacueca, una representación de este baile popular chileno, constituye la muestra más lograda. Dentro del género histórico, pintó La Abdicación de O´Higgins, un cuadro que recoge uno de los episodios más legendarios de la moderna historia de su país.