Capuz Mamano, José (1884-1964). El escultor que renovó la escultura clásica en España

José Capuz Mamano, nacido en Valencia en 1884 y fallecido en Madrid en 1964, fue uno de los grandes escultores españoles del siglo XX, cuyas obras, profundamente marcadas por su formación clásica, se mantuvieron vivas a través de la influencia de diversos movimientos artísticos. Proveniente de una familia de escultores, Capuz Mamano dejó un legado artístico que, aunque injustamente olvidado hoy en día, sigue siendo un referente de la escultura moderna en España.

Orígenes y contexto histórico

José Capuz Mamano nació en una familia de larga tradición escultórica. Su abuelo, el genovés Julio Capuz, había sido un destacado escultor barroco que se instaló en Onteniente, un pueblo de la Comunidad Valenciana. Fue bajo esta influencia familiar que José desarrolló sus primeros intereses por la escultura. La tradición escultórica de su familia y su entorno artístico de formación marcaron su carrera, orientada tanto hacia la escultura clásica como hacia las nuevas tendencias de la época.

A los catorce años, inició su formación en la Escuela de San Carlos de Valencia, una de las instituciones más prestigiosas de España en esa época. Tras completar su formación en Valencia, se trasladó a Madrid en 1904, donde continuó sus estudios en la Escuela de San Fernando, que le ofreció una sólida base en el ámbito clásico y académico. Gracias a su talento y dedicación, fue becado para completar sus estudios en Roma entre 1907 y 1911, lo que le permitió ampliar su visión del arte al viajar a ciudades como Florencia, Nápoles y París. En esta última ciudad, tuvo la oportunidad de trabajar junto al escultor Bartholomé, lo que profundizó su conocimiento sobre las corrientes escultóricas más modernas de la época.

Logros y contribuciones

José Capuz Mamano destacó principalmente por su dominio en la escultura y la talla de madera. Su formación clásica le permitió desarrollar un estilo único que fusionaba las influencias de la escultura mediterránea y las tendencias artísticas contemporáneas. Al volver a España, Capuz se instaló en Madrid, donde empezó a ganar reconocimiento por sus obras que evocaban la solidez y el movimiento de la escultura clásica, pero también experimentaban con formas modernas.

A lo largo de su carrera, Capuz fue uno de los impulsores del movimiento renovador castellano, una corriente que buscaba revitalizar la escultura tradicional española incorporando nuevas influencias y formas más modernas. Sin embargo, su enfoque clásico no le impidió interesarse por los cambios estéticos de su tiempo, buscando siempre un equilibrio entre la tradición y la innovación.

Además de su actividad creativa, José Capuz Mamano fue un destacado docente. En 1922, obtuvo la plaza de catedrático en la Escuela de Artes y Oficios, donde enseñó hasta su muerte, formando a nuevas generaciones de escultores.

Momentos clave

Entre sus momentos más relevantes, destacan algunas exposiciones individuales y colectivas que marcaron un antes y un después en su carrera. En 1924, Capuz presentó una exposición individual en la Biblioteca Nacional de Madrid, que le dio el reconocimiento entre la crítica y le permitió posicionarse como uno de los escultores más importantes de su generación. Esta exposición fue clave para que se afianzara en el ámbito artístico nacional.

Además, sus exposiciones colectivas, como la Exposición Nacional de Madrid en 1910, donde ganó la Segunda Medalla, y la Bienal de Venecia en 1926, lo consagraron internacionalmente. Capuz también participó en exposiciones importantes como la L’Art Espagnol Contemporain en París en 1936, mostrando su obra fuera de España y adquiriendo relevancia internacional.

Entre las obras que marcó su carrera se encuentran algunas de gran simbolismo y belleza, como El ídolo, una obra de 1919, o Desnudo sentado, que muestra su maestría en la escultura en bronce. Su capacidad para representar el cuerpo humano con naturalidad y dinamismo le permitió destacarse en un panorama artístico muy competitivo. También destacó por su trabajo en talla de madera, como en la obra Mujer en un árbol (1925), que evidenció su habilidad para trabajar con diferentes materiales y estilos.

A lo largo de su carrera, sus influencias fueron variadas, pero de manera destacada estuvo influenciado por grandes escultores de la historia, como Rodin y Bourdelle, cuya obra tuvo un impacto significativo en su estilo. Las influencias de estos maestros se manifestaron en su tratamiento del volumen, la anatomía humana y la expresividad en sus obras, que reflejaban una comprensión profunda de la figura humana y del espacio.

Relevancia actual

A pesar de que su figura ha caído en el olvido en las últimas décadas, José Capuz Mamano sigue siendo una figura relevante para los estudiosos de la escultura moderna española. Su capacidad para fusionar lo clásico con lo contemporáneo, su maestría en el uso de materiales tradicionales y su forma de trabajar el volumen lo posicionan como un escultor que marcó un hito en la historia de la escultura.

Además, su participación en la creación de monumentos conmemorativos, como la Estatua ecuestre del Caudillo, que se encuentra en los Nuevos Ministerios de Madrid, muestra su implicación en la creación de arte público, un aspecto que le permitió mantenerse vigente durante su época. Sin embargo, tras la Guerra Civil, su producción artística se inclinó más hacia la imaginería religiosa, con la creación de pasos procesionales para ciudades como Cartagena y Cuenca, y también de figuras de Franco, lo que marcó una etapa controvertida en su carrera.

A lo largo de su vida, Capuz también cultivó una actitud reflexiva respecto a la escultura, interesándose por las tradiciones escultóricas arcaicas, como las de Egipto e India, lo que le permitió acercarse a una visión del arte más universal, que trascendía los estilos y las modas de su tiempo.

Obras destacadas

Entre las obras más representativas de José Capuz Mamano, encontramos:

  • El ídolo (1919), bronce.

  • Desnudo sentado (1919), bronce.

  • Mujer en un árbol (1925), talla en madera.

  • Desnudo de espaldas (1926), lápiz y carbón.

  • Mujer en la fuente con cántaro (1929), lápiz y acuarela.

  • Monumento a Justino Flórez en Jaén, escultura pública.

Exposiciones individuales y colectivas

A lo largo de su carrera, Capuz participó en numerosas exposiciones, algunas de ellas trascendentales para su carrera:

  • Exposición individual (1924), Biblioteca Nacional de Madrid.

  • Exposición Nacional (1910 y 1912), Madrid (donde recibió la Segunda y Primera medalla, respectivamente).

  • Bienal de Venecia (1926), donde presentó algunas de sus obras más importantes.

  • L’Art Espagnol Contemporain (1936), París.

  • Escultura Española: 1900-1936 (1985), Palacio de Velázquez y de Cristal, Madrid.

Su legado sigue siendo un referente para entender la evolución de la escultura española, especialmente en su interacción con las tendencias internacionales del momento.

A pesar de su olvido en la actualidad, la figura de Capuz Mamano es crucial para comprender la transición de la escultura española del siglo XIX al XX y su capacidad para adaptarse a las nuevas formas artísticas sin perder su identidad.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Capuz Mamano, José (1884-1964). El escultor que renovó la escultura clásica en España". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/capuz-mamano-jose [consulta: 29 de septiembre de 2025].