Capote, Truman (1924-1984).
Escritor estadounidense, nacido en Nueva Orleans el 30 de septiembre de 1924 y fallecido en Los Ángeles el 15 de agosto de 1984, cuya producción lo ha consagrado como uno de los líderes de la Escuela neorromántica del sur. Su verdadero nombre era Truman Strekfas Persons, pero es más conocido internacionalmente por su pseudónimo literario, Truman Capote.
Hijo de padres divorciados, Capote tuvo que ser educado por distintos parientes y pasó la mayor parte de su infancia en Alabama acompañado de cuatro ancianos. Ya desde muy niño comenzó a recoger por escrito las descripciones de todo lo que le rodeaba. Estudió en el Trinity School y la St. John’s Academy de Nueva York. A los 17 años le publicaron, por primera vez, una de sus narraciones cortas. Tras desempeñar distintos empleos, entre los que figuraban el de bailarín en un barco fluvial y corredor de guiones radiofónicos, entró en la revista The New Yorker para ocupar un puesto en sus oficinas.
Ya había conseguido publicar en varios periódicos, cuando a la edad de 19 años ganó el Premio O’Henry con un relato titulado «Miriam». En 1943 se inició en el mundo de la novela con Summer crossing, que no se publicó hasta 2005; Capote siempre la tuvo escondida en un cajón porque la consideraba mediocre. Se hizo famoso tras la publicación en 1948 de la novela Other voices, other rooms (Otras voces, otros ámbitos, 1970), escrita a los veintitrés años y de indudable cariz autobiográfico; es una de las primeras novelas que describe abiertamente la homosexualidad masculina. Le siguieron los ensayos Observations (1949) y Local colour (1950), y en 1951 la comedia The grass harp (El arpa de hierba, 1980), además de la recopilación de cuentos publicados en 1949 con el título Tree of nihgt (Árbol de noche, 2000), que incluía el relato «Miriam».
En estas primeras obras Truman Capote ya se mostraba como un hábil narrador capaz de fusionar lo grotesco y lo fantástico, el humor y el horror. Los artículos de Capote, publicados en las revistas más prestigiosas, como The New Yorker, Story, Vogue o Theater Arts, deslumbraban por aqueños años entre la intelectualidad neoyorquina. Cada vez más vinculado con el mundo del cine, en 1954 colaboró en la escenografía de la película La burla del diablo. Ese mismo año se vería gravemente afectado para siempre tras el suicidio de su madre, incapaz de hacer frente a sus problemas económicos; Capote escribiría en una carta a un amigo: «No tendría que haber muerto. Yo tenía dinero.«.
En 1956 publicó The Duke in His Domain (El duque en sus dominios), que retrata la figura del actor Marlon Brando, incluidos sus presuntos encuentros homosexuales y el alcoholismo de su madre, lo que le valió una demanda por calumnias; Capote había conocido al actor durante su estancia en Kiota, acompañado por Cecil Beaton, durante el rodaje de la película Sayonara (1957).
En 1954 publicó The muses are heard (Se oyen las musas), un libro de escasa repercusión pero que Capote consideraba una de sus mejores obras. Se trata de una recopilación de artículos, publicados con anterioridad en The New Yorker, que describen las aventuras de una compañía dramática norteamericana en la URSS. Cinco años después llegaría a las librerías uno de sus mayores éxitos, la novela corta Desayuno en Tiffany’s (Breakfast at Tiffany, 1958), que puede considerarse una paréntesis dentro de su estilo barroco, alucinado y mezcla de realidad y ficción; Breakfast at Tiffany fue llevada al cine con enorme éxito por Blake Edwards en 1961, que creó una de las más deliciosas comedias de la historia del cine, con Audrey Hepburn en el papel de la alocada joven protagonista.
Capote inauguró en 1966 con In cold blood (A sangre fría, 1972), un nuevo género narrativo, la novela-documento, o «novela de no ficción». De estilo periodístico, la novela es un relato fiel del múltiple asesinato de la familia Clutter y de las vidas de los asesinos, a la vez que un estudio profundo de la sociedad americana de aquellos años. La idea del libro surgió el 16 de noviembre de 1959, cuando Capote leyó en The New York times la noticia del asesinato de los Cutter y decidió investigar el caso, entrevistando a los vecinos de los protagonistas e incluso a los propios asesinos, trabajo que se prolongó durante seis años. El libro le convirtió en uno de los autores más populares y exitosos de su país; las personalidades más destacadas del espectáculo y las finanzas asistieron a la fiesta de presentación de la novela, celebrada en el hotel Plaza de Manhattan y considerada por muchos como la fiesta de la década. A sangre fría fue también llevada al cine, en esta ocasión por Richard Brooks en 1967.
En la producción de Truman Capote aparecen frecuentemente esos fantasmas sexuales, siempre repulsivos y diabólicos para la puritana y bienpensante sociedad norteamericana. En 1980 publicó Música para camaleones (Music for chamaleons), obra que se coloca entre la narrativa, el reportaje y el relato. En esta obra el autor se definía con estas palabras: «Soy un alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio.«.
Otras obras suyas son: El invitado del día de Acción de Gracias (1969), el guión para el musical Casa de las flores (1954) y Plegarias atendidas (Answered prayers), novela en la que estaba trabajando en el momento de su muerte y que se publicó póstumamente. En cuanto a su vinculación con el cine, también escribió guiones para John Huston y para el director italiano Vittorio De Sica.
Eterno perseguidor de la «obra perfecta, Capote nunca consiguió ganar ni el Pulitzer ni el National Book Award, pero fue galardonado en dos ocasiones con el Premio O’Henry para relatos y fue miembro del National Institute of Arts and Letters.
En 2004 la editorial Random House publicó The complete stories of Truman Capote, una recopilación de todos los cuentos escritos por Capote que incluía uno inédito: «The Bargain». En 2005 Garald Clarke, el «biógrafo oficial» de Capote editó un volumen de más de setecientas páginas que reúne las cartas del autor: Too brief a treat (Un placer fugaz, 2006). También en 2005 se estrenó en Estados Unidos la película Capote, que volvió a levantar un enorme interés por el autor de Nueva Orleans; lo que se redondeó con la aparición de Un placer fugaz, un libro en el que se recoge su correspondencia completa.