Caleb (s. XIII a.C.).


Personaje bíblico de la tribu de Judá. Su nombre hebreo significa ‘perro’, quizá en el sentido de ‘servidor fiel’ de una divinidad (que se ha omitido para abreviar).

Según el relato de Nú 13, 6 ss., tras haber salido los israelitas de Egipto y llegado a la frontera meridional de la tierra prometida, es enviado por Moisés junto con Josué y otros diez oteadores —uno por tribu— a explorar el país de Canaán. La expedición duró cuarenta días, y al regresar, los exploradores defendieron posturas enfrentadas: sólo Caleb y Josué eran partidarios de entrar inmediatamente en el país («¡Subamos decididamente y apoderémonos del país, pues de seguro lo venceremos», Nú 13, 30), mientras que los diez restantes aconsejaron lo contrario («No podemos subir contra ese pueblo, pues es más fuerte que nosotros», Nú 13, 31). La opinión negativa es la que se impone entre las gentes que siguen a Moisés («es un país que devora a sus habitantes, y toda la población que hemos visto en medio de él son hombres talludos», Nú 13, 32); sólo Caleb y Josué, que se rasgan las vestiduras, tratan de convencerles de que «la tierra que hemos recorrido para explorarla es una tierra muy buena… es un país que mana leche y miel», y que con ayuda de Dios se podrá conquistar (Nú 14, 7 s.), pero la comunidad trata de lapidarlos. Como premio a su fidelidad, a Caleb y sus descendientes se les promete de modo muy especial el país que habrán de conquistar (Nú 14, 24, etc.).

En castigo por esa rebelión contra los planes divinos, el texto bíblico indica que los diez exploradores son heridos de muerte, e Israel tendrá que vagar cuarenta años por el desierto; toda esa generación deberá morir antes de que puedan entrar en la tierra prometida sus descendientes, liderados únicamente por Josué y Caleb. Tras la conquista del país, Caleb, ya anciano, recibe como heredad el territorio de Hebrón (Jos 14).

En las genealogías del Libro de las Crónicas se le presenta como hijo de Kenaz (descendiente de Esaú, edomita), por lo que se supone que era cabeza de un clan que quedaría integrado en la tribu de Judá sin pertenecer originariamente a ella.

No parece que haya que identificar a este Caleb con otro de igual nombre, hijo de Hesron, directamente descendiente de Judá, que aparece en otra genealogía (1C 2, 18).

Bibliografía

  • VAUX, R. de , Historia Antigua de Israel. Madrid: Cristiandad, 1975, 2 vol.

  • HERRMANN, S., Historia de Israel en la época del antiguo testamento. Salamanca: Sígueme, 1985.

  • SOGGIN, J.A., Nueva Historia de Israel. Bilbao: Desclée De Brouwer, 1997.